Calaveras: a Joe Arpaio, Jan Brewer, et al

En el marco de la tradicional celebración del Día de los Muertos, esta semana HOY Dallas publica las calaveras de Juan Flores, dedicadas a personajes ampliamente conocidos por la comunidad latina de Estados Unidos.

ARPAIO

Arpaio siempre alardeaba,
de cerca y de lejos,
de todos los sheriffes
el más duro del oeste ser
y a muchos fans tenía perplejos
apantallándolos con su poder.

Joe Arpaio, de la gober preciosa
era el más fiel escudero
y nomás esperaba una orden
como si fuera su perrito faldero.

En una de las redadas
de muy triste fama
Arpaio llegó con sus alguaciles
mas la calaca ya conocía sus andadas
y le dijo “a mi no me vaciles.
muy lejos, muy lejos...
te llevo con toda tu bola de pen...dientes
para que no sigas con esas jaladas
y veas que a mí me pelas los dientes.
Pero primero muéstrame tus papeles".

Arpaio se fue de este mundo
dejando a sus fans perplejos
y con un dolor muy profundo.
“Alla los espero muy lejos”,
les dijo, esbozando una risita
que muy rapido se le quitó
cuando la muerte le puso su traje rosita.

Arpaio, fuiste muy cruel
y de la bruja fiel escudero.
En aplicar racialmente la ley
trataste de ser el primero,
quisiste mandar como un rey,
pero para todos nosotros
fuiste nomas un vil cuatrero.

Arizona no está de luto.
Muy por el contrario,
todos le gritan a Arpaio
como tantas veces
le dijera George López:
“f.. uto!!!”

La Gober Preciosa

Esta es la horrible historia
de la llamada gober preciosa,
de cuando la parca se la llevó
y a toditos los de Arizona
les parecio muy graciosa
verla junto a su hermana melliza
pues la puritita verdad…
en todos dejó muy mala memoria.

Su nombre de pila era Jan
y su apelativo era Brewer.
Todos sabían como se llamaba
y todos sabían de quién era hija…
Día y noche la vieja pensaba
cómo causar tanto mal
sin que nadie se le escapara
dreamers, obreros y mujeres
eran sus víctimas preferidas
cuando los agarraba sin papeles.

Como a toda capillita
a la llamada gober preciosa
también le llegó su fiestecita.
Ella se negaba a colgar los tenis,
pero sus derrotas en las cortes
la hicieron petatearse de una bilis…
Todo parecia una hermosura
y en Arizona había mucho regocijo,
pero al verla, la calaca le dijo:
"aqui te quedas, yo no llevo basura".