Chef-Rod: 'Slow Food', la otra alternativa

En la actualidad se vive una epidemia de obesidad y diabetes, principalmente en México y EE.UU., en la cual México le acaba de arrebatar el poco honroso primer lugar a EE.UU. como el país más obeso en el mundo. Según los expertos, el consumo de bebidas azucaradas y de comida chatarra son algunos de los principales responsables de tal epidemia, y aunque lo anterior tiene mucho sentido, también estoy de acuerdo que en este mundo globalizado y de prisa en que vivimos algunas veces tenemos que elegir una comida rápida.

Hay algo muy importante a tener en cuenta: no toda la comida que venden en los restaurantes de “fast food” es de bajo valor nutrimental. Hoy en día existen menús saludables en casi todos ellos, por ejemplo, se puede llegar a pedir una ensalada con pollo a la plancha, y una botella con agua y eso representa una comida saludable, siempre y cuando se cuide la cantidad y el tipo de aderezo que le agregamos. Algunas veces se puede consumir una hamburgesa y papas a la francesa chicas, siempre y cuando no se convierta en un hábito diario de alimentación.

Otra de las cosas es el poder de elección que como individuos tenemos en cuanto a qué comida y bebidas elegimos, siempre y cuando la información nutrimental sea veraz y adecuada. Por ejemplo en el pasado mes de junio, en México, la asociacion civil "El poder del Consumidor" presentó una denuncia ante la COFEPRIS (Comisión Federal Para la Proteccion Contra los Riesgos Sanitarios) y ante PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor) contra la campaña "149 calorías", de la Coca Cola, por ser engañosa y atentar contra la salud de la población mexicana: A grandes rasgos, la publicidad en cuestión exhibía anuncios de una botella de Coca-Cola igual a 149 calorías, pero de acuerdo a los denunciantes, el engaño estaba en que la botella que se mostraba es un envase de cristal de 355 mililitros, muy poco consumido en México, haciéndoles pensar que se trataba de un envase de 600 mililitros, el de mayor consumo en el país, por su forma y tamaño. En letras pequeñas establece que dichas calorías aplican para un refresco de 355 mililitros o una lata. El envase de 600 mililitros contiene 252 calorías.

Como decía al principio de este artículo, la fast food por sí sola no es la culpable, los responsables somos nosotros al no hacer las elecciones adecuadas de nuestros alimentos; es por eso que me alegra mucho poder compartir con ustedes en este espacio sobre un tema muy interesante, el movimiento “Slow food”, el cual fue fundado en 1986 por Carlo Petrini en Roma, Italia, como una alternativa sobre la comida o “fast food”. Es un esfuerzo para preservar la cocina y tradiciones de cada región. El fundador y presidente de slow food, cree que todos tenemos derecho a una comida buena, limpia, y justa. Buena significa un producto de alta calidad y con excelente sabor, Limpia significa la naturaleza con el que el producto es producido, y Justa significa, un precio adecuado para los productores y consumidores.

Yo creo que además de estos 3 derechos, los consumidores latinos en el área de DFW, por ejemplo se pueden beneficiar de lo siguiente:

- Visitar los mercados al aire libre o “farmers Market” y comprar productos frescos y locales cuando les sea possible.

- Visitar sitios de internet con información sobre recetas de comida saludable y con información nutrimental completa, por ejemplo hay un sitio de internet que en lo personal, considero es muy completo y adecuado, con una amplia gama de recetas de comida saludables. Se trata de The World Healthiest Food: www.whfood.org

- Aprender a leer la información nutrimental en los alimentos que consumimos día a día, para hacer una mejor elección en cuanto al tamaño de porción, número de porción por empaque, cantidad de calorías, grasas, grasas saturadas, nutrientes etc. Pueden encontrar sobre cómo aprender a leerlas en el portal de internet de la USDA (united States Department of Agriculture) o en www.heart.org, para poder así hacer elecciones saludables en lo que comemos.

Y para que se enteren un poco más, me gustaría dejarles esta lista en la que están descritos algunos de los objetivos del movimiento “Slow food”:

- Desarrollar un “arca de sabor”por cada ecoregión.
- Promover organizaciones o capítulos para introducir el “slow food “ al público en general.
- Formar bancos de semillas sustentables, para preservar las variedades originales de cada región.
- Organizar celebraciones de productos y cocinas regionales y tradicionales.
- Educar a los consumidores sobre los riesgos de la comida rapida.
- Desarrollar programas para preservar las granjas familiares.

Reitero, la comida rápida en sí no es mala; la responsabilidad la tenemos nosotros al elegir qué alimentos consumimos -y claro con la publicidad correcta, tendremos la oportunidad de escoger una mejor y más saludable alimentación. Yo les pido también, aprender a leer las etiquetas nutrimentales de los productos, para así seguir eligiendo lo mejor en nuestra vida diaria.

 

Jose G. Rodríguez, es chef profesional graduado del Food and Hospitality Institute de El Centro College, residente en Dallas. Para comentarios o sugerencias contáctalo via email en: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Hay algo muy importante a tener en cuenta: no toda la comida que venden en los restaurantes de “fast food” es de bajo valor nutrimental. Hoy en día existen menús saludables en casi todos ellos, por ejemplo, se puede llegar a pedir una ensalada con pollo a la plancha, y una botella con agua y eso representa una comida saludable, siempre y cuando se cuide la cantidad y el tipo de aderezo que le agregamos. Algunas veces se puede consumir una hamburgesa y papas a la francesa chicas, siempre y cuando no se convierta en un hábito diario de alimentación.

Otra de las cosas es el poder de elección que como individuos tenemos en cuanto a qué comida y bebidas elegimos, siempre y cuando la información nutrimental sea veraz y adecuada. Por ejemplo en el pasado mes de junio, en México, la asociacion civil "El poder del Consumidor" presentó una denuncia ante la COFEPRIS (Comisión Federal Para la Proteccion Contra los Riesgos Sanitarios) y ante PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor) contra la campaña "149 calorías", de la Coca Cola, por ser engañosa y atentar contra la salud de la población mexicana: A grandes rasgos, la publicidad en cuestión exhibía anuncios de una botella de Coca-Cola igual a 149 calorías, pero de acuerdo a los denunciantes, el engaño estaba en que la botella que se mostraba es un envase de cristal de 355 mililitros, muy poco consumido en México, haciéndoles pensar que se trataba de un envase de 600 mililitros, el de mayor consumo en el país, por su forma y tamaño. En letras pequeñas establece que dichas calorías aplican para un refresco de 355 mililitros o una lata. El envase de 600 mililitros contiene 252 calorías.

Como decía al principio de este artículo, la fast food por sí sola no es la culpable, los responsables somos nosotros al no hacer las elecciones adecuadas de nuestros alimentos; es por eso que me alegra mucho poder compartir con ustedes en este espacio sobre un tema muy interesante, el movimiento “Slow food”, el cual fue fundado en 1986 por Carlo Petrini en Roma, Italia, como una alternativa sobre la comida o “fast food”. Es un esfuerzo para preservar la cocina y tradiciones de cada región. El fundador y presidente de slow food, cree que todos tenemos derecho a una comida buena, limpia, y justa. Buena significa un producto de alta calidad y con excelente sabor, Limpia significa la naturaleza con el que el producto es producido, y Justa significa, un precio adecuado para los productores y consumidores.

Yo creo que además de estos 3 derechos, los consumidores latinos en el área de DFW, por ejemplo se pueden beneficiar de lo siguiente:

- Visitar los mercados al aire libre o “farmers Market” y comprar productos frescos y locales cuando les sea possible.

- Visitar sitios de internet con información sobre recetas de comida saludable y con información nutrimental completa, por ejemplo hay un sitio de internet que en lo personal, considero es muy completo y adecuado, con una amplia gama de recetas de comida saludables. Se trata de The World Healthiest Food: www.whfood.org

- Aprender a leer la información nutrimental en los alimentos que consumimos día a día, para hacer una mejor elección en cuanto al tamaño de porción, número de porción por empaque, cantidad de calorías, grasas, grasas saturadas, nutrientes etc. Pueden encontrar sobre cómo aprender a leerlas en el portal de internet de la USDA (united States Department of Agriculture) o en www.heart.org, para poder así hacer elecciones saludables en lo que comemos.

Y para que se enteren un poco más, me gustaría dejarles esta lista en la que están descritos algunos de los objetivos del movimiento “Slow food”:

- Desarrollar un “arca de sabor”por cada ecoregión.
- Promover organizaciones o capítulos para introducir el “slow food “ al público en general.
- Formar bancos de semillas sustentables, para preservar las variedades originales de cada región.
- Organizar celebraciones de productos y cocinas regionales y tradicionales.
- Educar a los consumidores sobre los riesgos de la comida rapida.
- Desarrollar programas para preservar las granjas familiares.

Reitero, la comida rápida en sí no es mala; la responsabilidad la tenemos nosotros al elegir qué alimentos consumimos -y claro con la publicidad correcta, tendremos la oportunidad de escoger una mejor y más saludable alimentación. Yo les pido también, aprender a leer las etiquetas nutrimentales de los productos, para así seguir eligiendo lo mejor en nuestra vida diaria.

 

Jose G. Rodríguez, es chef profesional graduado del Food and Hospitality Institute de El Centro College, residente en Dallas. Para comentarios o sugerencias contáctalo via email en: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.