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Libros: "El diario de una inadaptada" y "Liberty", de Andrea Portes

Libros: "El diario de una inadaptada" y "Liberty", de Andrea Portes

NASHVILLE, Tenesí -- La editorial HarperCollins Español puso a la venta simultáneamente dos novelas para jóvenes de la escritora norteamericana, Andrea Portes: El diario de una inadaptada y Liberty.

Ambas novelas presentan heroínas bastante peculiares: chicas cuyo mundo interior es tan singular que no pueden más que resaltar en el mundo exterior, a veces disociándose de su realidad. En ellas Portes hace convivir con aparente facilidad el humor y la tragedia.

Es el caso de Anika Dragomir, protagonista y principal voz de El diario de una inadaptada, que se desarrolla en Lincoln, Nebraska—comunidad en la que Portes creció—y básicamente, en el entorno de la Pound High School. Basándose en acontecimientos de su noveno año de estudios, Portes crea en Anika una expresiva y cínica adolescente que bombardea al lector con sus narraciones, sus descripciones y la evaluación de las personas que conforman su vida diaria: sus supuestas dos mejores amigas—la abeja reina de la escuela, Becky Vilhauer, y Shelli Schroeder, la segunda en popularidad—y los novios en turno de cada una; su distante padre, un inmigrante que vive entre Princeton y su castillo en Rumanía, a quien se refiere simplemente como «el vampiro»; su familia disfuncional y hasta su jefe en el restaurantes Bunza Hut. Incluso ella dice estar hecha de «estofado de araña».

Dando tumbos entre la malicia y la misericordia, por momentos Anika no parece corresponder al entorno de popularidad en el que se encuentra, y su conciencia puede a veces más que ella cuando la impulsa a actuar frente a circunstancias que considera injustas, aunque igualmente se acomodará cuando su estatus escolar se vea amenazado, lo cual la pondrá en una encrucijada entre Logan, el estudiante impopular que regresó a la escuela hecho prácticamente un modelo, y Jared Kline, el chico más solicitado de la comunidad y que insiste en que sean novios, antes de que una tragedia sacuda su perspectiva desenfadada de la vida.

Para Liberty, Andrea Portes creó a Paige Nolan, estudiante criada en Berkeley y que estudia en una universidad para mujeres en el Este de los Estados Unidos, cuyos padres, periodistas y escritores reconocidos, desaparecen en Siria en un episodio violento que la deja en total incertidumbre sobre su paradero y destino. Entrenada a insistencia de sus padres en diversas artes marciales y en el dominio de varios idiomas, Paige vive un episodio épico en un restaurante de Pensilvania a partir del cual su destino cambiará y la catapultará a Rusia en busca de Sean Raynes, un joven que expuso técnicas de espionaje inconstitucionales de Estados Unidos, a quien ella admira aunque deba vivir en el exilio para evitar la cárcel en su propio país. Con la esperanza de reavivar el caso de sus padres, Paige, la pacifista y socialmente inconforme, se comprometerá con una oscura organización de inteligencia para descubrir el resto de los secretos del gobierno norteamericano que Raynes guarda, lo cual la pone frente a una tarea terrorífica que no quiere ni sabe si es capaz de cumplir.

El estilo de Portes—narración desde el punto de vista de la protagonista, con humorísticos tintes de exacerbación e intensas luchas internas—coloca a sus heroínas en un diálogo constante con el lector, dando a veces la sensación de que se lee a un blogger o, por sus pictográficas descripciones, se ve a un youtuber, lo que caza perfectamente con el público al que están dirigidas estas dos novelas.

Ambas novelas presentan heroínas bastante peculiares: chicas cuyo mundo interior es tan singular que no pueden más que resaltar en el mundo exterior, a veces disociándose de su realidad. En ellas Portes hace convivir con aparente facilidad el humor y la tragedia.

Es el caso de Anika Dragomir, protagonista y principal voz de El diario de una inadaptada, que se desarrolla en Lincoln, Nebraska—comunidad en la que Portes creció—y básicamente, en el entorno de la Pound High School. Basándose en acontecimientos de su noveno año de estudios, Portes crea en Anika una expresiva y cínica adolescente que bombardea al lector con sus narraciones, sus descripciones y la evaluación de las personas que conforman su vida diaria: sus supuestas dos mejores amigas—la abeja reina de la escuela, Becky Vilhauer, y Shelli Schroeder, la segunda en popularidad—y los novios en turno de cada una; su distante padre, un inmigrante que vive entre Princeton y su castillo en Rumanía, a quien se refiere simplemente como «el vampiro»; su familia disfuncional y hasta su jefe en el restaurantes Bunza Hut. Incluso ella dice estar hecha de «estofado de araña».

Dando tumbos entre la malicia y la misericordia, por momentos Anika no parece corresponder al entorno de popularidad en el que se encuentra, y su conciencia puede a veces más que ella cuando la impulsa a actuar frente a circunstancias que considera injustas, aunque igualmente se acomodará cuando su estatus escolar se vea amenazado, lo cual la pondrá en una encrucijada entre Logan, el estudiante impopular que regresó a la escuela hecho prácticamente un modelo, y Jared Kline, el chico más solicitado de la comunidad y que insiste en que sean novios, antes de que una tragedia sacuda su perspectiva desenfadada de la vida.

Para Liberty, Andrea Portes creó a Paige Nolan, estudiante criada en Berkeley y que estudia en una universidad para mujeres en el Este de los Estados Unidos, cuyos padres, periodistas y escritores reconocidos, desaparecen en Siria en un episodio violento que la deja en total incertidumbre sobre su paradero y destino. Entrenada a insistencia de sus padres en diversas artes marciales y en el dominio de varios idiomas, Paige vive un episodio épico en un restaurante de Pensilvania a partir del cual su destino cambiará y la catapultará a Rusia en busca de Sean Raynes, un joven que expuso técnicas de espionaje inconstitucionales de Estados Unidos, a quien ella admira aunque deba vivir en el exilio para evitar la cárcel en su propio país. Con la esperanza de reavivar el caso de sus padres, Paige, la pacifista y socialmente inconforme, se comprometerá con una oscura organización de inteligencia para descubrir el resto de los secretos del gobierno norteamericano que Raynes guarda, lo cual la pone frente a una tarea terrorífica que no quiere ni sabe si es capaz de cumplir.

El estilo de Portes—narración desde el punto de vista de la protagonista, con humorísticos tintes de exacerbación e intensas luchas internas—coloca a sus heroínas en un diálogo constante con el lector, dando a veces la sensación de que se lee a un blogger o, por sus pictográficas descripciones, se ve a un youtuber, lo que caza perfectamente con el público al que están dirigidas estas dos novelas.