El sábado decidí sentarme un rato en las tribunas durante el segundo tiempo del esperado partido de México contra Estados Unidos en Frisco, para empaparme un poco más del ambiente en el lugar: Tuvimos la fortuna de que el Norte de Texas fuera una de las sedes del Preolímpico Femenil de la Concacaf, y la verdad, el palco de prensa nos priva de vivir muchas emociones, del colorido y gozo de la afición. De inmediato noté, por ejemplo, cómo algunos fanáticos se sorprendían de las porras tan expresivas para el Tri, mientras que otros, más competitivos, respondían con cantos de USA, USA... Y el partido seguía sin goles. México despejaba una y otra vez tratando de alejar el balón de su portería y en las tribunas lo festejaban sin recato. Las miradas recriminatorias eran recibidas con más gritos de aliento para México: 'no hard feelings', solo estamos gozando, parecían querer decirles. Estados Unidos es el campeón del mundo y había goleado a Costa Rica 5-0 el miércoles. Acá entre nos, decía más de uno, evitar una goleada era ya un triunfo, "son una potencia"; aunque las mexicanas también habían goleado a Puerto Rico 6-0... pero las boricuas son debutantes en el torneo.
México aguantaba; recuperaba e hilvanaba uno o dos pases, pero no le alcanzaba para "subir" y armar una buena jugada a la ofensiva. Su objetivo era claro: no recibir goles. Los dos equipos repartían muchas patadas y empujones pero sin ánimo de lesionar. Las barridas eran elegantes pero enérgicas. El juego por momentos no tenía fluidez. ¡Vamos Méxicoooo!, gritaba la madre de una defensa del Tri, (nacida en Estados Unidos pero con doble nacionalidad). Ya estaba ronca y se apoyaba de vez en cuando con una corneta que no le pudieron confiscar. A las porteras no las insultaban durante los despejes. Aunque tampoco vi que hicieran la ola. Faltando menos de 10 minutos para el final. ¡Bam! El pitazo que nadie querría escuchar. Marcan un penal a favor de Estados Unidos. Una de tantas manos inevitables, es que las jugadoras no son robots, hasta la pelota tiene alma de saltarín. Más tensión, más de la que se había acumulado en cada tiro de esquina cobrado en contra de las visitantes, es que son muy altas las de USA. Silencio, gritos, plegarias rápidas y latidos acelerados. Rostros angustiados de color verde blanco y rojo lo mismo que azul, rojo y blanco. Ceci Santiago firme, en espera del medio gol, así son los tiros de penal, no se hagan. Es el derecho a fusilar en castigo a una "falta" en el área. Ufff... ¡La portera logra pararlo!... no así el contrarremate de Carli Lloyd. ¡Ash!... Gol de Estados Unidos. Mi vecino de butaca y yo compartimos una sonrisa cuasi romántica, un instante de neutralidad: Yo amo, tú amas. Tú a tu equipo y yo al mío.
Sandra Velázquez es la editora y fundadora de Hoy Dallas. Escribe sobre temas de actualidad desde 2002 y es comentarista-narradora de radio para la NBA, también fue editora del sitio de ESPN en español. @sandrav33 @hoydallas
Thalía gozó e hizo gozar a sus fans en Dallas. Foto: VIOLETA ROCHA
