Original y disfrutable: "The Space Between Us", la más reciente aventura fílmica de Asa Butterfield

La libertad creativa -para hacer una película verdaderamente divertida, interesante y que fuera disfrutable al verla- fue una de las razones principales por las que Asa Butterfield aceptó el papel protagónico de "The Space Between Us", un film sobre la vida un adolescente que por azares del destino nació y creció en Marte y al viajar a la Tierra sufre para adaptarse.

El actor británico, que en la vida real tiene casi 20 años, le da vida a Gardner, de 16, un muchacho huérfano, cuya mamá muere al dar a luz en el Planeta Rojo, sin que nadie sepa, por ejemplo, quién es su padre. El niño crece rodeado de máquinas ultra modernas y su única compañía son científicos que viven en el complejo espacial.

Aunque el protagonista está en plena adolescencia, Butterfield siente que Gardner no tiene edad; es un muchacho sumamente inteligente, pero con una gran capacidad de asombro y cierta inocencia, sin los prejuicios de un "terrícola tradicional". Su curiosidad cuando llega a la Tierra es una de las características que mejor lo define, considera el actor.

"The Space Between Us" es una película romántica con una ligera dosis de ciencia ficción, que también plantea el indescriptible sentir de la adolescencia y el desamparo de algunos menores que viven en hogares adoptivos, en constante búsqueda de un sentido de pertenencia.

En Colorado, una menor llamada Tulsa (Carla Gugino), que se refugia constantemente en la tecnología, termina creando una conexión muy cercana (o al menos esa es su impresión) con Gardner, sin saber que cada uno está en un planeta distinto. Al llegar a la tierra, Gardner se vale de ese contacto cercano con su amiga para emprender una aventura en busca de su padre.

CASI UNA HISTORIA REAL
Los retos físicos de la película llevaron a Butterfield a involucrarse en los aspectos básicos de la atmósfera y la gravedad, sin llegar a profundizar, pero con una conciencia básica de las condiciones de los dos planetas en que vive.

Así que no hubo ningún gran factor sorpresa al momento de rodar la película. El actor se sintió muy preparado para afrontar el singular papel, aunque tuvo que entrenar para simular la forma en que camina una persona que no está acostumbrada a la gravedad de la tierra. "Fue algo sumamente interesante", dijo Butterfield.

A pesar de su fama y la gran cantidad de películas que ha hecho, Butterfield se considera una persona sin influencia, o por lo menos no le gusta la idea de ejercer ese poder. "No me gusta que la gente se tome muy en serio las cosas que digo o hago. A veces son muy estúpidas (lo dice sonriendo) y son para desecharlas. Pero sí las toman en serio".

DISFRUTA LA MÚSICA
Al encontrarse con adultos cuando por primera vez llega a la Tierra, Gardner les pregunta de manera inocente cuál es lo que más les gusta del planeta, tomando a más de uno de sorpresa: la lluvia, es una de las cosas favoritas que alguien menciona y describe de forma casi poética el por qué de su respuesta. Para Butterfield, por su parte, lo más asombroso de la Tierra es la música. O más bien el hecho de "escucharla". Así despidió la entrevista a finales de enero.

El actor británico, que en la vida real tiene casi 20 años, le da vida a Gardner, de 16, un muchacho huérfano, cuya mamá muere al dar a luz en el Planeta Rojo, sin que nadie sepa, por ejemplo, quién es su padre. El niño crece rodeado de máquinas ultra modernas y su única compañía son científicos que viven en el complejo espacial.

Aunque el protagonista está en plena adolescencia, Butterfield siente que Gardner no tiene edad; es un muchacho sumamente inteligente, pero con una gran capacidad de asombro y cierta inocencia, sin los prejuicios de un "terrícola tradicional". Su curiosidad cuando llega a la Tierra es una de las características que mejor lo define, considera el actor.

"The Space Between Us" es una película romántica con una ligera dosis de ciencia ficción, que también plantea el indescriptible sentir de la adolescencia y el desamparo de algunos menores que viven en hogares adoptivos, en constante búsqueda de un sentido de pertenencia.

En Colorado, una menor llamada Tulsa (Carla Gugino), que se refugia constantemente en la tecnología, termina creando una conexión muy cercana (o al menos esa es su impresión) con Gardner, sin saber que cada uno está en un planeta distinto. Al llegar a la tierra, Gardner se vale de ese contacto cercano con su amiga para emprender una aventura en busca de su padre.

CASI UNA HISTORIA REAL
Los retos físicos de la película llevaron a Butterfield a involucrarse en los aspectos básicos de la atmósfera y la gravedad, sin llegar a profundizar, pero con una conciencia básica de las condiciones de los dos planetas en que vive.

Así que no hubo ningún gran factor sorpresa al momento de rodar la película. El actor se sintió muy preparado para afrontar el singular papel, aunque tuvo que entrenar para simular la forma en que camina una persona que no está acostumbrada a la gravedad de la tierra. "Fue algo sumamente interesante", dijo Butterfield.

A pesar de su fama y la gran cantidad de películas que ha hecho, Butterfield se considera una persona sin influencia, o por lo menos no le gusta la idea de ejercer ese poder. "No me gusta que la gente se tome muy en serio las cosas que digo o hago. A veces son muy estúpidas (lo dice sonriendo) y son para desecharlas. Pero sí las toman en serio".

DISFRUTA LA MÚSICA
Al encontrarse con adultos cuando por primera vez llega a la Tierra, Gardner les pregunta de manera inocente cuál es lo que más les gusta del planeta, tomando a más de uno de sorpresa: la lluvia, es una de las cosas favoritas que alguien menciona y describe de forma casi poética el por qué de su respuesta. Para Butterfield, por su parte, lo más asombroso de la Tierra es la música. O más bien el hecho de "escucharla". Así despidió la entrevista a finales de enero.