Factualmente, el esperado film biográfico Respect tiene por lo menos *un par de omisiones claras, pero haciendo a un lado la aumentativa lupa de los historiadores de la música (cuyas observaciones son totalmente pertinentes -en un país en donde la música es una de sus más grandes instituciones), la película protagonizada por Jennifer Hudson es un material de una talla casi monumental, tanto por el desempeño (sobre todo vocal, de la protagonista) como por la sutileza del film en general.
El primer acierto radica en que la propia señora Franklin en vida dio su "bendición" a Hudson para que la interpretara. Y la ganadora de un Oscar (por Dream Girls) canalizó vocalmente (sin rayar en la imitación) de forma sobresaliente a la icónica cantante: su preparación incluyó -desde hace varios años- llamadas telefónicas semanales con Franklin, así como clases de piano, entre otros detalles, como le contó recientemente a Oprah Winfrey.
El film es una historia dramática que conmueve e inspira. A muchos otros les intrigará por no conocer tanto acerca de la versatilidad de Franklin. No son dos horas y 20 minutos estrujantes (como la vida de Tina Turner en cine); en Respect hay un balance que permite reconocer o suponer episodios íntimos y trágicos de la vida de Franklin, pero que igualmente da cabida a una celebración constante de la genialidad de una de las grandes voces nacidas en territorio estadounidense, la evolución de una cantante (y ser humano) dotada para la posteridad.
RESPECT, el tema emblemático de la carrera de Franklin es unos de los puntos centrales del film: quizá es uno de los mejores momentos que todo amante de la música y/o admirador de la Reina del Soul podrá saborear y posteriormente aquilatar.
¿Fue así como se le ocurrió adaptar Respect, original de Otis Redding? Pocos lo podrían confirmar en esta época, pero lo que nadie puede reprochar es el sentimiento de triunfo plasmado en la cinta en torno al génesis de lo que posteriormente se convertiría en himno feminista y también en un grito de batalla por los derechos civiles.
MLK: Otro ángulo poco conocido sobre la vida de Franklin fue su activismo, otro detalle que es retratado con mucha justicia en la película. Ese aire sofisticado con una mezcla sutil de humildad no impidió que abrazara causas humanitarias. Su voz, además de prestar servicio desde temprana edad en la iglesia de su padre, en Detroit, maduró y formó parte de las grandes jornadas en pro de los derechos civiles del reverendo Martin Luther King Jr., también en cuyo funeral cantó.
*Cissy Houston, la talentosa madre de Whitney Houston fue una de las grandes omisiones del film. Ella fue una de las extraordinarias coristas de Aretha Franklin, cuyo talento siempre se ha resaltado por haber tenido en su cuerpo de coristas un complemento ideal para su estilo único.
Otro dato absolutamente corroborado es que Franklin, en realidad sí grabó "Let it be", a pesar de que en un principio dudó, ya que su denominación religiosa (Bautista) contrastaba con el aparente catolicismo de la letra de Paul McCartney : When I found myself in trouble Mother Mary comes to me, speaking words of wisdom"... Poco después se supo que el Beatle se refería a su propia progenitora, también llamada Mary.
Otro dato trivial: Varios redactores han señalado que quien originalmente bautizó a la gran diva del soul como Queen of Soul, no fue su mánager de Atlantic Récords, sino un par de locutores (DJ's) radiales de Chicago.
El primer acierto radica en que la propia señora Franklin en vida dio su "bendición" a Hudson para que la interpretara. Y la ganadora de un Oscar (por Dream Girls) canalizó vocalmente (sin rayar en la imitación) de forma sobresaliente a la icónica cantante: su preparación incluyó -desde hace varios años- llamadas telefónicas semanales con Franklin, así como clases de piano, entre otros detalles, como le contó recientemente a Oprah Winfrey.
El film es una historia dramática que conmueve e inspira. A muchos otros les intrigará por no conocer tanto acerca de la versatilidad de Franklin. No son dos horas y 20 minutos estrujantes (como la vida de Tina Turner en cine); en Respect hay un balance que permite reconocer o suponer episodios íntimos y trágicos de la vida de Franklin, pero que igualmente da cabida a una celebración constante de la genialidad de una de las grandes voces nacidas en territorio estadounidense, la evolución de una cantante (y ser humano) dotada para la posteridad.
RESPECT, el tema emblemático de la carrera de Franklin es unos de los puntos centrales del film: quizá es uno de los mejores momentos que todo amante de la música y/o admirador de la Reina del Soul podrá saborear y posteriormente aquilatar.
¿Fue así como se le ocurrió adaptar Respect, original de Otis Redding? Pocos lo podrían confirmar en esta época, pero lo que nadie puede reprochar es el sentimiento de triunfo plasmado en la cinta en torno al génesis de lo que posteriormente se convertiría en himno feminista y también en un grito de batalla por los derechos civiles.
MLK: Otro ángulo poco conocido sobre la vida de Franklin fue su activismo, otro detalle que es retratado con mucha justicia en la película. Ese aire sofisticado con una mezcla sutil de humildad no impidió que abrazara causas humanitarias. Su voz, además de prestar servicio desde temprana edad en la iglesia de su padre, en Detroit, maduró y formó parte de las grandes jornadas en pro de los derechos civiles del reverendo Martin Luther King Jr., también en cuyo funeral cantó.
*Cissy Houston, la talentosa madre de Whitney Houston fue una de las grandes omisiones del film. Ella fue una de las extraordinarias coristas de Aretha Franklin, cuyo talento siempre se ha resaltado por haber tenido en su cuerpo de coristas un complemento ideal para su estilo único.
Otro dato absolutamente corroborado es que Franklin, en realidad sí grabó "Let it be", a pesar de que en un principio dudó, ya que su denominación religiosa (Bautista) contrastaba con el aparente catolicismo de la letra de Paul McCartney : When I found myself in trouble Mother Mary comes to me, speaking words of wisdom"... Poco después se supo que el Beatle se refería a su propia progenitora, también llamada Mary.
Otro dato trivial: Varios redactores han señalado que quien originalmente bautizó a la gran diva del soul como Queen of Soul, no fue su mánager de Atlantic Récords, sino un par de locutores (DJ's) radiales de Chicago.