‘Red, White and Royal Blue’: ¿cómo refleja la ficción juvenil los deseos de la comunidad LGTBI+?

Un romance real vuelve a ser tendencia en las redes sociales. Esta vez, se trata de un romance real queer: Rojo, blanco y sangre azul.

Amazon Prime acaba de estrenar (Red, White & Royal Blue) la adaptación cinematográfica de la novela para adolescentes de Casey McQuiston, un éxito de ventas en 2019, "Rojo, blanco y sangre azul". Y los fans están entusiasmados.

La historia desarrolla la relación entre Alex Claremont-Díaz, hijo de la primera presidenta estadounidense, y Henry, el Príncipe de Gales.

El "romance real" sigue muchas de las convenciones habituales del género romántico, pero debe incluir a un miembro de la familia real o de la nobleza como uno de los intereses amorosos. Hasta hace pocos años, el romance real no reflejaba los deseos de los jóvenes LGBTQIA+. Pero eso está cambiando. La inyección queer en el romance real para jóvenes refleja un cambio más amplio en lo que se está publicando y leyendo.

El año pasado, las ventas de ficción LGBTQ en EE. UU. aumentaron un 39 % respecto al mismo periodo del año anterior. Y la ficción juvenil creció especialmente, con 1,3 millones de libros vendidos más que el año anterior.

Heartstopper de Alice Oseman, una novela gráfica que cuenta la historia de amor entre adolescentes homosexuales que ha sido adaptada para Netflix, ha vendido más de ocho millones de ejemplares hasta la fecha e incluso ha “ayudado a mantener a flote las librerías” en tiempos difíciles.

Una analista de la industria del libro declaró que el crecimiento de la ficción queer para jóvenes adultos "refleja un cambio generacional hacia una actitud más abierta e inclusiva hacia la diversidad de género y la orientación sexual".

La popularidad –y aceptación– de textos como Rojo, blanco y sangre azul significa que los deseos y fantasías de la juventud queer se están normalizando.

Ideas recurrentes del romance realLa clave del romance real es que ofrece a los lectores la posibilidad y la transformación a gran escala: al conseguir esa corona, el personaje principal no solo se convierte en real, sino que se convierte en su mejor versión.

Han pasado más de 20 años desde que Anne Hathaway apareciera en nuestras pantallas en la adaptación cinematográfica de la novela romántica para jóvenes de Meg Cabot Princesa por sorpresa (2001).

El libro sigue una narrativa familiar, en la que una chica que descubre que en realidad es de la realeza tiene que transformarse en princesa. La autoestima de la princesa Mia crece mientras se prepara para liderar Genovia.

Otros temas recurrentes en el romance real incluyen la “revelación sorpresa”, en la que se descubre la identidad real de una mitad de la pareja, como en Intercambio de princesas de Netflix.

Un éxito viral. Publicado en 2019, el libro de Casey McQuiston se hizo rápidamente viral, convirtiéndose en un instantáneo éxito de ventas del New York Times, ganando premios y apareciendo en las listas de los mejores libros. El clásico tópico romántico de “enemigos-enamorados” adquiere relevancia internacional al estar implicados los vástagos de dos líderes mundiales.

La antipatía inicial de Alex y Henry se desborda y atrae la atención de los medios de comunicación después de que arruinen la tarta de una boda real. Para intentar limitar las consecuencias diplomáticas y mediáticas, los dos tienen que fingir que son amigos, lo que les lleva a iniciar un romance y a descubrir juntos su sexualidad (Alex es bisexual y Henry es gay).

Casey McQuiston, que se identifica como no binaria, ha hablado de cómo la literatura heterosexual ha sugerido que es estadísticamente improbable que exista más de una persona queer en una historia. En Rojo, blanco y sangre azul no sólo hay varias personas queer, sino que entre ellas se encuentran los hijos de las personas más poderosas del mundo, involucrándose sentimentalmente.

La respuesta de las redes sociales a Rojo, blanco y sangre azul demuestra claramente que los jóvenes quieren ver romances que reflejen sus propias vidas y sus propios deseos de transformación.

La semana pasada, Prime abrió cuentas individuales de Instagram para el príncipe Henry y Alex. Las secciones de comentarios ya cuentan con miles de interacciones.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Haga click aquí para ver el original completo. 

Amazon Prime acaba de estrenar (Red, White & Royal Blue) la adaptación cinematográfica de la novela para adolescentes de Casey McQuiston, un éxito de ventas en 2019, "Rojo, blanco y sangre azul". Y los fans están entusiasmados.

La historia desarrolla la relación entre Alex Claremont-Díaz, hijo de la primera presidenta estadounidense, y Henry, el Príncipe de Gales.

El "romance real" sigue muchas de las convenciones habituales del género romántico, pero debe incluir a un miembro de la familia real o de la nobleza como uno de los intereses amorosos. Hasta hace pocos años, el romance real no reflejaba los deseos de los jóvenes LGBTQIA+. Pero eso está cambiando. La inyección queer en el romance real para jóvenes refleja un cambio más amplio en lo que se está publicando y leyendo.

El año pasado, las ventas de ficción LGBTQ en EE. UU. aumentaron un 39 % respecto al mismo periodo del año anterior. Y la ficción juvenil creció especialmente, con 1,3 millones de libros vendidos más que el año anterior.

Heartstopper de Alice Oseman, una novela gráfica que cuenta la historia de amor entre adolescentes homosexuales que ha sido adaptada para Netflix, ha vendido más de ocho millones de ejemplares hasta la fecha e incluso ha “ayudado a mantener a flote las librerías” en tiempos difíciles.

Una analista de la industria del libro declaró que el crecimiento de la ficción queer para jóvenes adultos "refleja un cambio generacional hacia una actitud más abierta e inclusiva hacia la diversidad de género y la orientación sexual".

La popularidad –y aceptación– de textos como Rojo, blanco y sangre azul significa que los deseos y fantasías de la juventud queer se están normalizando.

Ideas recurrentes del romance realLa clave del romance real es que ofrece a los lectores la posibilidad y la transformación a gran escala: al conseguir esa corona, el personaje principal no solo se convierte en real, sino que se convierte en su mejor versión.

Han pasado más de 20 años desde que Anne Hathaway apareciera en nuestras pantallas en la adaptación cinematográfica de la novela romántica para jóvenes de Meg Cabot Princesa por sorpresa (2001).

El libro sigue una narrativa familiar, en la que una chica que descubre que en realidad es de la realeza tiene que transformarse en princesa. La autoestima de la princesa Mia crece mientras se prepara para liderar Genovia.

Otros temas recurrentes en el romance real incluyen la “revelación sorpresa”, en la que se descubre la identidad real de una mitad de la pareja, como en Intercambio de princesas de Netflix.

Un éxito viral. Publicado en 2019, el libro de Casey McQuiston se hizo rápidamente viral, convirtiéndose en un instantáneo éxito de ventas del New York Times, ganando premios y apareciendo en las listas de los mejores libros. El clásico tópico romántico de “enemigos-enamorados” adquiere relevancia internacional al estar implicados los vástagos de dos líderes mundiales.

La antipatía inicial de Alex y Henry se desborda y atrae la atención de los medios de comunicación después de que arruinen la tarta de una boda real. Para intentar limitar las consecuencias diplomáticas y mediáticas, los dos tienen que fingir que son amigos, lo que les lleva a iniciar un romance y a descubrir juntos su sexualidad (Alex es bisexual y Henry es gay).

Casey McQuiston, que se identifica como no binaria, ha hablado de cómo la literatura heterosexual ha sugerido que es estadísticamente improbable que exista más de una persona queer en una historia. En Rojo, blanco y sangre azul no sólo hay varias personas queer, sino que entre ellas se encuentran los hijos de las personas más poderosas del mundo, involucrándose sentimentalmente.

La respuesta de las redes sociales a Rojo, blanco y sangre azul demuestra claramente que los jóvenes quieren ver romances que reflejen sus propias vidas y sus propios deseos de transformación.

La semana pasada, Prime abrió cuentas individuales de Instagram para el príncipe Henry y Alex. Las secciones de comentarios ya cuentan con miles de interacciones.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Haga click aquí para ver el original completo.