La policía de Houston sigue investigando la tragedia ocurrida en el festival Astroworld tras una aparente estampida

La policía de Houston continúa investigando y haciendo todo lo que está en su poder para llegar hasta el fondo de lo que ocurrió el viernes por la noche en el Festival Astroworld, un evento masivo, celebrado en dicha ciudad.

El 10 de noviembre, Troy Finner, el jefe de policía de Houston retractó su declaración anterior de que un guardia de seguridad dijo que sintió un pinchazo en el cuello antes de desmayarse en el concierto. Ahora dice que el guardia recibió un golpe en la cabeza.

"Localizamos al guardia de seguridad. Su historia no es consistente con eso (de haber sido inyectado). Dice que lo golpearon en la cabeza ... quedó inconsciente ... se despertó en la carpa de seguridad. Dice que nadie le inyectó drogas", dijo Finner el miércoles.

Las identidades de los 8 que perecieron tras el incidente son: Mirza Danish Baig, 27, del área de Dallas; Rodolfo Peña, 23, de Laredo; Madison Dubiski, 23, Cypress; Franco Patiño, 21, Illinois; Jacob Jurinke, 20, Illinois; John Hilgert, 14, Houston; Axel Acosta Avila, 21, Washington y Brianna Rodriguez, 16, Houston.

Las autoridades confirmaron que ocho personas (de entre 14 y 27 años de edad) murieron y decenas más resultaron lesionadas poco después de que el rapero Travis Scott salió al escenario. 

El jefe de bomberos de Houston, Sam Peña, dijo que "decenas" resultaron heridas entre el público.. La multitud, por la razón que sea, comenzó a empujar y subir [como una ola] hacia el frente del escenario, lo que hizo que la gente en el frente se comprimiera", dijo Peña.

Más de 300 personas recibieron tratamiento en un "hospital ambulante" en el sitio, agregó el jefe de los bomberos. También se informó que 25 de ellas requirieron hospitalización.

Un reporte del New York Times señala que según las autoridades, los organizadores del concierto entregaron un video del show para ayudar a los investigadores a reconstruir lo ocurrido y revisarán si el plan de seguridad implementado para el concierto era adecuado y si se había llevado a cabo.

"Este incidente está siendo investigado y revisado a fondo", dijo Sylvester Turner, el alcalde de Houston, en una conferencia de prensa. "Hay muchas preguntas sin respuesta".

EJ Dickson, de la revista Rolling Stone, reportó que unas 50.000 personas asistieron al evento con entradas agotadas en el NRG Park de Houston y que los testigos describieron una ola masiva de personas que se dirigía hacia el escenario principal del evento mientras Travis Scott comenzaba a actuar. La ola iba derribando a la gente y pisando a los que caían al suelo en medio del caos. Varios testigos dijeron que buscaron ayuda de la policía, los guardias de seguridad u otras personas que trabajaban en el festival cuando las cosas comenzaron a ponerse más peligrosas, pero dichas súplicas fueron recibidas con apatía.

Una enfermera de cuidados intensivos, Madeline Eskins, quien asistió al concierto, le dijo a Rolling Stone el sábado que, "definitivamente estaba sobre abarrotado (el lugar). Estuvo insano, honestamente. Sabía que estaba demasiado lleno de gente  -y se puso peor;  cada vez más a medida que se acercaba la hora de que Travis Scott actuara".

Eskins, quien se desmayó al no poder respirar lo suficientemente bien, cree que el equipo de primeros auxilios en el lugar no tenía experiencia y se vio sobrecogido ante la situación.

"El personal médico no tenía las herramientas para hacer su trabajo y a pesar de que la multitud que nos rodeaba trataba de que alguien detuviera el concierto, simplemente siguieron adelante, aunque Travis reconoció que alguien entre la multitud necesitaba una ambulancia", publicó después la enfermera en Instagram.

10 de noviembre: Troy Finner, el jefe de policía de Houston retractó su declaración anterior de que un guardia de seguridad dijo que sintió un pinchazo en el cuello antes de desmayarse en el concierto. Ahora dice que el guardia recibió un golpe en la cabeza.

"Localizamos al guardia de seguridad. Su historia no es consistente con eso (de haber sido inyectado). Dice que lo golpearon en la cabeza ... quedó inconsciente ... se despertó en la carpa de seguridad. Dice que nadie le inyectó drogas", dijo Finner el miércoles.

Anteriormente, había admitido que había muchas narrativas respecto a la tragedia: "Muchas de ellas en redes sociales", dijo al día siguiente del evento el jefe Finner. "No vamos a dejar piedra sin levantar", agregó Finner. "Esto no nos ha pasado en Houston desde que yo era un oficial de policía y vamos a llegar al fondo del asunto".

El alcalde Turner también afirmó que el evento tenía más guardias de seguridad que los juegos de la Serie Mundial de béisbol recientemente celebrados en la ciudad.

El festival tenía dos días calendarizados con intérpretes como Bad Bunny y Young Thug programados para el sábado, pero canceló la segunda noche después de los decesos reportados.

El 10 de noviembre, Troy Finner, el jefe de policía de Houston retractó su declaración anterior de que un guardia de seguridad dijo que sintió un pinchazo en el cuello antes de desmayarse en el concierto. Ahora dice que el guardia recibió un golpe en la cabeza.

"Localizamos al guardia de seguridad. Su historia no es consistente con eso (de haber sido inyectado). Dice que lo golpearon en la cabeza ... quedó inconsciente ... se despertó en la carpa de seguridad. Dice que nadie le inyectó drogas", dijo Finner el miércoles.

Las identidades de los 8 que perecieron tras el incidente son: Mirza Danish Baig, 27, del área de Dallas; Rodolfo Peña, 23, de Laredo; Madison Dubiski, 23, Cypress; Franco Patiño, 21, Illinois; Jacob Jurinke, 20, Illinois; John Hilgert, 14, Houston; Axel Acosta Avila, 21, Washington y Brianna Rodriguez, 16, Houston.

Las autoridades confirmaron que ocho personas (de entre 14 y 27 años de edad) murieron y decenas más resultaron lesionadas poco después de que el rapero Travis Scott salió al escenario. 

El jefe de bomberos de Houston, Sam Peña, dijo que "decenas" resultaron heridas entre el público.. La multitud, por la razón que sea, comenzó a empujar y subir [como una ola] hacia el frente del escenario, lo que hizo que la gente en el frente se comprimiera", dijo Peña.

Más de 300 personas recibieron tratamiento en un "hospital ambulante" en el sitio, agregó el jefe de los bomberos. También se informó que 25 de ellas requirieron hospitalización.

Un reporte del New York Times señala que según las autoridades, los organizadores del concierto entregaron un video del show para ayudar a los investigadores a reconstruir lo ocurrido y revisarán si el plan de seguridad implementado para el concierto era adecuado y si se había llevado a cabo.

"Este incidente está siendo investigado y revisado a fondo", dijo Sylvester Turner, el alcalde de Houston, en una conferencia de prensa. "Hay muchas preguntas sin respuesta".

EJ Dickson, de la revista Rolling Stone, reportó que unas 50.000 personas asistieron al evento con entradas agotadas en el NRG Park de Houston y que los testigos describieron una ola masiva de personas que se dirigía hacia el escenario principal del evento mientras Travis Scott comenzaba a actuar. La ola iba derribando a la gente y pisando a los que caían al suelo en medio del caos. Varios testigos dijeron que buscaron ayuda de la policía, los guardias de seguridad u otras personas que trabajaban en el festival cuando las cosas comenzaron a ponerse más peligrosas, pero dichas súplicas fueron recibidas con apatía.

Una enfermera de cuidados intensivos, Madeline Eskins, quien asistió al concierto, le dijo a Rolling Stone el sábado que, "definitivamente estaba sobre abarrotado (el lugar). Estuvo insano, honestamente. Sabía que estaba demasiado lleno de gente  -y se puso peor;  cada vez más a medida que se acercaba la hora de que Travis Scott actuara".

Eskins, quien se desmayó al no poder respirar lo suficientemente bien, cree que el equipo de primeros auxilios en el lugar no tenía experiencia y se vio sobrecogido ante la situación.

"El personal médico no tenía las herramientas para hacer su trabajo y a pesar de que la multitud que nos rodeaba trataba de que alguien detuviera el concierto, simplemente siguieron adelante, aunque Travis reconoció que alguien entre la multitud necesitaba una ambulancia", publicó después la enfermera en Instagram.

10 de noviembre: Troy Finner, el jefe de policía de Houston retractó su declaración anterior de que un guardia de seguridad dijo que sintió un pinchazo en el cuello antes de desmayarse en el concierto. Ahora dice que el guardia recibió un golpe en la cabeza.

"Localizamos al guardia de seguridad. Su historia no es consistente con eso (de haber sido inyectado). Dice que lo golpearon en la cabeza ... quedó inconsciente ... se despertó en la carpa de seguridad. Dice que nadie le inyectó drogas", dijo Finner el miércoles.

Anteriormente, había admitido que había muchas narrativas respecto a la tragedia: "Muchas de ellas en redes sociales", dijo al día siguiente del evento el jefe Finner. "No vamos a dejar piedra sin levantar", agregó Finner. "Esto no nos ha pasado en Houston desde que yo era un oficial de policía y vamos a llegar al fondo del asunto".

El alcalde Turner también afirmó que el evento tenía más guardias de seguridad que los juegos de la Serie Mundial de béisbol recientemente celebrados en la ciudad.

El festival tenía dos días calendarizados con intérpretes como Bad Bunny y Young Thug programados para el sábado, pero canceló la segunda noche después de los decesos reportados.