Verbena musical rioplatense en el Kessler Theater

DALLAS -- Al poner a bailar a todos, Bajofondo definitivamente cumplió su misión -una de tantas, sin contar las secretas- en su presentación en el Kessler Theater el viernes pasado unos días después de parar con gran éxito en Austin en el SXSW Festival, en donde alternó con la élite mundial de la música alternativa y de fusiones diversas.

Liderado por el genio de la música pop latina contemporánea, Gustavo Santaolalla, Bajofondo ofreció uno de los espectáculos musicales de mejor factura que haya presentado una banda latina en el recinto del histórico Kessler, reabierto en años recientes en pleno corazón de Oak Cliff.

"Cada concierto bailan hasta los muertos/Nosotros somos de Argentina y Uruguay/Los que nos quieren imitar/No nos pueden igualar/Les faltan hue…..", sentenciaban los alegres integrantes del colectivo sudamericano a través del tema Olvídate.

Además de abrir la velada con temas instrumentales, pertenecientes a su nuevo disco Presente, el coctel de electrónica con tango ofrecido por esta espectacular alineación de músicos provenientes de ambos lados del Río de la Plata -Urguay/Argentina provenieron de discos como Tango Club, que ganó en el 2003 un Grammy Latino y varios más.

En el micrófono, Santaolalla bromeó, jugueteó con el público hablando en inglés y en español. De modo muy solemne afirmó que Bajofondo va por el mundo acarreando muchas misiones, muchas, e incluso algunas secretas, pero la que más, espetó es la de "bailar"...

El uruguayo Juan Campodónico, que también lidera su vez un grupo llamado "Campo", estuvo encargado de las secuencias y se dio lugar también para cantar.

La única mujer que participa con Bajofondo es Verónica Loza, que aunque discreta también logró su cometido junto a los otros siete integrantes de Bajofondo.

Entre canciones, gritos, el contrabajo de Gabriel Casacuberta, la batería de Adrián Sosa y el violín de Javier Casaña, el público del Kessler vivió y respiró música auténtica: un preludio de primavera.

Liderado por el genio de la música pop latina contemporánea, Gustavo Santaolalla, Bajofondo ofreció uno de los espectáculos musicales de mejor factura que haya presentado una banda latina en el recinto del histórico Kessler, reabierto en años recientes en pleno corazón de Oak Cliff.

"Cada concierto bailan hasta los muertos/Nosotros somos de Argentina y Uruguay/Los que nos quieren imitar/No nos pueden igualar/Les faltan hue…..", sentenciaban los alegres integrantes del colectivo sudamericano a través del tema Olvídate.

Además de abrir la velada con temas instrumentales, pertenecientes a su nuevo disco Presente, el coctel de electrónica con tango ofrecido por esta espectacular alineación de músicos provenientes de ambos lados del Río de la Plata -Urguay/Argentina provenieron de discos como Tango Club, que ganó en el 2003 un Grammy Latino y varios más.

En el micrófono, Santaolalla bromeó, jugueteó con el público hablando en inglés y en español. De modo muy solemne afirmó que Bajofondo va por el mundo acarreando muchas misiones, muchas, e incluso algunas secretas, pero la que más, espetó es la de "bailar"...

El uruguayo Juan Campodónico, que también lidera su vez un grupo llamado "Campo", estuvo encargado de las secuencias y se dio lugar también para cantar.

La única mujer que participa con Bajofondo es Verónica Loza, que aunque discreta también logró su cometido junto a los otros siete integrantes de Bajofondo.

Entre canciones, gritos, el contrabajo de Gabriel Casacuberta, la batería de Adrián Sosa y el violín de Javier Casaña, el público del Kessler vivió y respiró música auténtica: un preludio de primavera.