"Ojalá que te vaya bonito". Vicente Fernández falleció a los 81 años tras una larga hospitalización

Ojalá que te vaya bonito. Vicente Fernández

FOTO: FRANCISCO MORALES

Este es el corrido del caballo blanco, que en un día domingo feliz arrancara, iba con la mira de llegar al norte, habiendo salido de Guadalajara...

Vicente Fernández no pudo recuperar la salud después de una dura caída que sufrió en agosto pasado en su rancho y tras meses de hospitalización falleció a los 81 años de edad este 12 de diciembre, confirmó su familia el domingo poco después de su deceso.

El legendario intérprete nació en un área rural del estado de Jalisco (Huentitán el Alto) en 1940 y tuvo que ser muy perseverante, debido a su origen humilde, antes de conseguir un contrato con la disquera (Sony) y afianzarse con el éxito "Volver, volver", que marcaría el principio de una carrera de éxitos inimaginables e incontables.

"No se rindan ante sus sueños. Dedicarme en esta vida a cantar fue la mejor decisión que pude tomar"..., ése es uno de los incontables mensajes que el legendario cantante supo transmitir con palabras sencillas y directas a un público devoto de millones de seguidores. "Como siempre les digo amigos, nunca duden en arriesgarse y entregar el corazón".

Con sus rancheras originales y los clásicos del género, Vicente se conectó con el pueblo, que lo hizo su "Rey". Los millones que dejaban sus ranchos para irse a trabajar "al otro lado", con las canciones de Chente mantenían vivo el sentimiento de la vida sencilla y poco complicada. Sus románticas lo catapultaron hacia públicos internacionales, más allá de su nicho binacional entre México y Estados Unidos.

Charro: "Ser parte de una tradición como la charrería es algo que me hace un mexicano muy orgulloso. Mis caballos me dan vida", también compartió en un mensaje por escrito este año. Solamente su familia era más cercana a su corazón antes que los caballos. Su disco de corridos de caballos "Mi amigo el tordillo" es uno de los álbumes más exquisitos de la extensa colección de su catálogo. (Caballo blanco es el tema de los versos de entrada en este artículo).

"Siempre me gustó la vida de rancho. Y me siento muy feliz de poder vivir así, en mi casa, su casa", afirmaba.

Sentimental: El sentimiento de su voz también rompió esquemas, llorando en más de una canción, por un amor, por su padre, por un amigo, por un caballo o por un gallo... 

Sus éxitos (algunos): Los mandados; La ley del monte; Lástima que seas ajena; Por tu maldito amor, Estos celos, Hoy platiqué con mi gallo, Que te vaya bonito, Aunque mal paguen ellas (con Roberto Carlos).

2013: A los 73 años anunció su retiro de los escenarios, aunque años después se reencontró con miles en la Ciudad de México (Un Azteca en el Azteca): "Decidí darle fin a los conciertos ahora que mis facultades se encuentran bien pese a que podría seguir cinco, seis o siete años más, pero quien dice que mi calidad va a seguir igual. Ahora ya a punto de dejar los escenarios se siente nostalgia, son muchos años, pero prefiero ahorita que tengo mis facultades en pleno uso".

Vicente no se retiró nunca por completo, siguió hablando sobre muchos temas, siguió apoyando a sus hijos, a su nieto. Supo cimentar bien una dinastía y ahora Alejandro Fernández llevará la batuta con su estilo propio. 

En el 2016 le demostró su apoyo a Hillary Clinton después de los insultos vertidos contra los mexicanos por parte del rival republicano de esas polémicas elecciones presidenciales de los Estados Unidos. El Corrido de Hillary apareció y Vicente no dejó de hablar a favor de los derechos y el respeto a la comunidad mexicana y latina en la Unión Americana.

Otras veces se metió en problemas por rechazar abiertamente a los homosexuales, pero mayormente dejó que sus acciones hablaran por él: mientras que el público no dejara de aplaudir, él no dejaba de cantar. El terreno más seguro por el que pisó fue el de los escenarios, su trono indudable.

-Chente, ojalá que te vaya bonito.

Vicente Fernández no pudo recuperar la salud después de una dura caída que sufrió en agosto pasado en su rancho y tras meses de hospitalización falleció a los 81 años de edad este 12 de diciembre, confirmó su familia el domingo poco después de su deceso.

El legendario intérprete nació en un área rural del estado de Jalisco (Huentitán el Alto) en 1940 y tuvo que ser muy perseverante, debido a su origen humilde, antes de conseguir un contrato con la disquera (Sony) y afianzarse con el éxito "Volver, volver", que marcaría el principio de una carrera de éxitos inimaginables e incontables.

"No se rindan ante sus sueños. Dedicarme en esta vida a cantar fue la mejor decisión que pude tomar"..., ése es uno de los incontables mensajes que el legendario cantante supo transmitir con palabras sencillas y directas a un público devoto de millones de seguidores. "Como siempre les digo amigos, nunca duden en arriesgarse y entregar el corazón".

Con sus rancheras originales y los clásicos del género, Vicente se conectó con el pueblo, que lo hizo su "Rey". Los millones que dejaban sus ranchos para irse a trabajar "al otro lado", con las canciones de Chente mantenían vivo el sentimiento de la vida sencilla y poco complicada. Sus románticas lo catapultaron hacia públicos internacionales, más allá de su nicho binacional entre México y Estados Unidos.

Charro: "Ser parte de una tradición como la charrería es algo que me hace un mexicano muy orgulloso. Mis caballos me dan vida", también compartió en un mensaje por escrito este año. Solamente su familia era más cercana a su corazón antes que los caballos. Su disco de corridos de caballos "Mi amigo el tordillo" es uno de los álbumes más exquisitos de la extensa colección de su catálogo. (Caballo blanco es el tema de los versos de entrada en este artículo).

"Siempre me gustó la vida de rancho. Y me siento muy feliz de poder vivir así, en mi casa, su casa", afirmaba.

Sentimental: El sentimiento de su voz también rompió esquemas, llorando en más de una canción, por un amor, por su padre, por un amigo, por un caballo o por un gallo... 

Sus éxitos (algunos): Los mandados; La ley del monte; Lástima que seas ajena; Por tu maldito amor, Estos celos, Hoy platiqué con mi gallo, Que te vaya bonito, Aunque mal paguen ellas (con Roberto Carlos).

2013: A los 73 años anunció su retiro de los escenarios, aunque años después se reencontró con miles en la Ciudad de México (Un Azteca en el Azteca): "Decidí darle fin a los conciertos ahora que mis facultades se encuentran bien pese a que podría seguir cinco, seis o siete años más, pero quien dice que mi calidad va a seguir igual. Ahora ya a punto de dejar los escenarios se siente nostalgia, son muchos años, pero prefiero ahorita que tengo mis facultades en pleno uso".

Vicente no se retiró nunca por completo, siguió hablando sobre muchos temas, siguió apoyando a sus hijos, a su nieto. Supo cimentar bien una dinastía y ahora Alejandro Fernández llevará la batuta con su estilo propio. 

En el 2016 le demostró su apoyo a Hillary Clinton después de los insultos vertidos contra los mexicanos por parte del rival republicano de esas polémicas elecciones presidenciales de los Estados Unidos. El Corrido de Hillary apareció y Vicente no dejó de hablar a favor de los derechos y el respeto a la comunidad mexicana y latina en la Unión Americana.

Otras veces se metió en problemas por rechazar abiertamente a los homosexuales, pero mayormente dejó que sus acciones hablaran por él: mientras que el público no dejara de aplaudir, él no dejaba de cantar. El terreno más seguro por el que pisó fue el de los escenarios, su trono indudable.

-Chente, ojalá que te vaya bonito.