A punto de ser proclamada, la Ley de Valores de California (SB 54) separaría a la policía local de la fuerza de deportación del gobierno de Trump.
El objetivo de la SB54 es asegurar que la policía local tenga como prioridad la prevención de delitos y no a la deportación de inmigrantes. Impulsada por el líder del Senado, Kevin de León, y respaldada por el Jefe de Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, así como el ex-Fiscal General, Eric Holder, esta legislación animaría a los inmigrantes a reportar delitos y servir como testigos, sin el temor de que el contacto con la policía derive en ser reportado a su vez con agentes federales de inmigración y ser arrancados de sus familias.
Jazmine Ulloa, de Los Angeles Times, informa que representantes de la Asociación de Sheriffs del Estado de California, un grupo que se opone a dicho proyecto de ley, se encuentran en conversaciones con el gobernador Jerry Brown (D) tratando de convencerlo de un apartado que enmendaría el proyecto de ley y pretende quitarle las protecciones significativas a inmigrantes y comunidades locales interesadas en fomentar la confianza entre los inmigrantes y la policía local.
Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice Education Fund emitió la siguiente declaración al respecto:
A lo largo de Estados Unidos, hay una batalla entre líderes locales y estatales de mente abierta y el gobierno de Trump. Muchas jurisdicciones están proclamando políticas que ponen la seguridad pública primero asegurándose de que los inmigrantes indocumentados puedan interactuar con la policía local sin temor a la deportación. Mientras tanto, Trump y el Fiscal General, Jeff Sessions, tipifican a todos los inmigrantes indocumentados como delincuentes e intentan acosar a jurisdicciones locales para que se coludan con agentes federales, de tal manera que el gobierno pueda arrestar y deportar a millones de inmigrantes que tienen profundas raíces en el país que llaman hogar.
California tiene la oportunidad de liderar al país al decir no a la agenda de deportación masiva de Trump y Sessions. ¿Pero el gobernador Brown se pondrá del lado de la seguridad pública, del jefe Beck y de los millones de inmigrantes que viven en su estado? ¿O será intimidado por Trump, Sessions y los alguaciles que están apostando por el gobierno de Trump?
Este es un momento decisivo para California, para la nación y para quienes están comprometidos a enfrentar la cruel y costosa ofensiva de deportación. Haga lo más inteligente, gobernador Brown. Haga lo correcto.
El objetivo de la SB54 es asegurar que la policía local tenga como prioridad la prevención de delitos y no a la deportación de inmigrantes. Impulsada por el líder del Senado, Kevin de León, y respaldada por el Jefe de Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, así como el ex-Fiscal General, Eric Holder, esta legislación animaría a los inmigrantes a reportar delitos y servir como testigos, sin el temor de que el contacto con la policía derive en ser reportado a su vez con agentes federales de inmigración y ser arrancados de sus familias.
Jazmine Ulloa, de Los Angeles Times, informa que representantes de la Asociación de Sheriffs del Estado de California, un grupo que se opone a dicho proyecto de ley, se encuentran en conversaciones con el gobernador Jerry Brown (D) tratando de convencerlo de un apartado que enmendaría el proyecto de ley y pretende quitarle las protecciones significativas a inmigrantes y comunidades locales interesadas en fomentar la confianza entre los inmigrantes y la policía local.
Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice Education Fund emitió la siguiente declaración al respecto:
A lo largo de Estados Unidos, hay una batalla entre líderes locales y estatales de mente abierta y el gobierno de Trump. Muchas jurisdicciones están proclamando políticas que ponen la seguridad pública primero asegurándose de que los inmigrantes indocumentados puedan interactuar con la policía local sin temor a la deportación. Mientras tanto, Trump y el Fiscal General, Jeff Sessions, tipifican a todos los inmigrantes indocumentados como delincuentes e intentan acosar a jurisdicciones locales para que se coludan con agentes federales, de tal manera que el gobierno pueda arrestar y deportar a millones de inmigrantes que tienen profundas raíces en el país que llaman hogar.
California tiene la oportunidad de liderar al país al decir no a la agenda de deportación masiva de Trump y Sessions. ¿Pero el gobernador Brown se pondrá del lado de la seguridad pública, del jefe Beck y de los millones de inmigrantes que viven en su estado? ¿O será intimidado por Trump, Sessions y los alguaciles que están apostando por el gobierno de Trump?
Este es un momento decisivo para California, para la nación y para quienes están comprometidos a enfrentar la cruel y costosa ofensiva de deportación. Haga lo más inteligente, gobernador Brown. Haga lo correcto.