'Algún día dirás la verdad'. La madre de Vanessa Guillén habló con Cecily Aguilar

Gloria Guillén estuvo en cama por un año, y ahora que está otra vez de pie, tiene un tubo en el estómago para poder ingerir alimentos. Se le ve más tranquila, aunque hace tres años pedía el cierre de (Fort Hood, ahora Fort Cavazos) una de las tres bases militares más grandes de Estados Unidos. Sus razones son de sobra conocidas.

Y a pesar de declararse conforme con la sentencia dictada en el estremecedor caso en torno al asesinato de su hija, tiene la esperanza de que un día "se sepa la verdad".

El colapso de su salud le sobrevino poco después de los meses de turbulencia emocional y física en los que se movilizó en Texas, conmoviendo a millones durante la transición de primavera a verano del 2020, en busca de respuestas tras la repentina desaparición de su hija Vanessa, una soldado de 20 años, a quien anhelaba encontrar viva después de no saber nada de ella a partir de un 22 de abril que resultó fatídico.

Martina Grifaldo, de la organización Alianza Latina Internacional, con sede en Houston, recuerda que en medio de su agonía, la madre de la joven militar desaparecida cargaba dos botes de suero, con la esperanza de encontrar a su hija con vida y socorrerla de inmediato.

Todavía no hablaba con el carácter y la firmeza que después empezó a proyectar, pero siempre tuvo presente que su hija le había contado que sufría de acoso sexual en la base, recordó Grifaldo.

“Al principio, Gloria no tenía tanta fuerza porque estaba desecha, pero era necesario que sacara fuerzas, y empezó a ser más expresiva y a hablar más”, recuerda Grifaldo, quien organizó en mayo de 2020 la primera rueda de prensa para llamar la atención del caso y le pidió a un asistente que le escribiera una carta a la congresista federal Sylvia García para comunicarle la desaparición de Vanessa, nacida en Houston. Grifaldo misma fue quien convocó a LULAC, afirmó en una entrevista telefónica con este medio la reconocida organizadora.

"Qué no hace una madre por un hijo. Yo por mis hijos doy la vida. Yo por mi hija daba la vida, buscaba, buscaba, buscaba. Yo la quería encontrar viva, oiga, pero no se pudo, solo Dios sabe por qué paso eso", dijo Guillén a HOY Dallas el 14 de agosto a la salida de la corte federal en Waco en donde se dictó la única sentencia en relación al caso.

Una hora antes, un juez, conmovido hasta las lágrimas le había dictado 30 años de prisión a la única acusada en relación al asesinato de su hija: Cecily Ann Aguilar, de 25 años.

Fue lunes difícil y agobiante para la familia, la pena que servirá la acusada fue dictada después de varias horas de interrogaciones de la fiscalía y de la defensa. Algunos, si no es que la mayoría de los testimonios fueron demasiado gráficos.

GRATITUD. La señora Guillén recordó a los grupos de activistas que paulatinamente se fueron sumando a sus denuncias en el 2020 y agradeció el apoyo masivo posterior del público.

"Alianza Latina Internacional fue la primera" organización "con la señora Martina. Ella me apoyó primero y luego la organización Fiel", ambos de Houston. "LULAC siempre estuvo presente".

[La historia de] "Esa niña rompió tantos corazones. Sólo Dios sabe por qué. Dios tiene un plan, no sabemos", dijo esbozando una ligera sonrisa al recordar el respaldo masivo que recibieron sus clamores de justicia, que empezaron con escuálidas protestas afuera de la base a la que su hija estaba adscrita.

"Esa niña [la gente decía], 'es que su niña tiene una cara de ángel que a todos nos tocó'. Yo perdono", continuó reflexionando sobre su pérdida y los agresores de su hija.

"Porque, si Cristo perdonó a los que lo crucificaron, uno quién es. Yo sé que todos nacimos para morir. Dios nos da la vida, Dios nos la quita, nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie, es lo que le dije al señor juez. Ni al peor de los criminales. Pero hay manos y hay mentes perversas que a veces tocan a inocentes".

AGUILAR. "No la había mirado bien. Yo soy un ser humano, creo en Dios y no tengo corazón duro ni nada. Es casi de la misma edad de mi hija", señaló al referirse a Aguilar.

"Yo hablé con ella hace rato, a solas. Ella lloró y dijo, 'yo me arrepiento, sé que no le voy a devolver a su hija, ni nada, pero yo no la asesiné. Usted no quiso escuchar nada'", detalló sobre el diálogo la mexicana, originaria de Río Grande, Zacatecas.

La madre de Vanessa explicó que ella abandonó la sala de la corte para no escuchar los detalles gráficos sobre la investigación de los crímenes cometidos contra su hija.

"Yo me salí de ahí de la corte, porque no quiero saber nada", afirmó. Y a Aguilar, dijo que le pidió que se arrepintiera y "creyera en Dios".

"'Y algún día dirás la verdad'. Algún día, yo por eso hablé con ella. Espero en Dios que así sea y que ella hable", enfatizó. "Porque alguien tiene que estar atrás de todo esto. No nada más es ella o el señor ese que dizque se suicidó", reiteró.

SU LUCHA. Después de enterarse del brutal asesinato de Vanessa, tres meses después de su desaparición, y de sepultarla en agosto de 2020, "Mamá Guillén", como la empezaron a llamar cariñosamente en las redes sociales, regresó ese mismo mes en dos ocasiones al exterior de la base militar, en la misma esquina que fue su trinchera, en la ciudad de Killeen, acompañada de sus hijas Lupe y Mayra. Su esposo Rogelio y su hermana gemela, Alma, también llegaban con ella, aunque no hablaban tanto en público.

En septiembre de ese año, las Guillén marcharon en Austin afuera de la mansión del gobernador Greg Abbott, exigiendo que se profundizara más en la investigación del caso que ya había ganado atención a nivel nacional de forma robusta. Las autoridades habían arrestado a la novia (Cecily Aguilar) del alegado homicida de Vanessa (Aaron Robinson) pero quedaban demasiadas interrogantes y las respuestas eran escasas. El ascenso y traspaso de uno de los principales militares de Fort Hood a Fort Bliss (el comandante Scott Efflandt) había sido aplazado a raíz del escándalo por el asesinato y desaparición de la joven militar mexicoamericana. Efflandt poco después fue relevado de su puesto y no recibió la promoción que esperaba.

En mayo de 2021, se publicó un resumen de la investigación 15-6 sobre la desaparición y asesinato de Vanessa Guillén en Fort Hood.

En agosto de 2022, la familia Guillén interpuso una demanda por $35 millones de dólares contra el Ejército de Estados Unidos al que responsabiliza del asesinato de Vanessa y le exige dicha suma por daños y perjuicios.

 

Con información de los archivos de HOY Dallas. 

Y a pesar de declararse conforme con la sentencia dictada en el estremecedor caso en torno al asesinato de su hija, tiene la esperanza de que un día "se sepa la verdad".

El colapso de su salud le sobrevino poco después de los meses de turbulencia emocional y física en los que se movilizó en Texas, conmoviendo a millones durante la transición de primavera a verano del 2020, en busca de respuestas tras la repentina desaparición de su hija Vanessa, una soldado de 20 años, a quien anhelaba encontrar viva después de no saber nada de ella a partir de un 22 de abril que resultó fatídico.

Martina Grifaldo, de la organización Alianza Latina Internacional, con sede en Houston, recuerda que en medio de su agonía, la madre de la joven militar desaparecida cargaba dos botes de suero, con la esperanza de encontrar a su hija con vida y socorrerla de inmediato.

Todavía no hablaba con el carácter y la firmeza que después empezó a proyectar, pero siempre tuvo presente que su hija le había contado que sufría de acoso sexual en la base, recordó Grifaldo.

“Al principio, Gloria no tenía tanta fuerza porque estaba desecha, pero era necesario que sacara fuerzas, y empezó a ser más expresiva y a hablar más”, recuerda Grifaldo, quien organizó en mayo de 2020 la primera rueda de prensa para llamar la atención del caso y le pidió a un asistente que le escribiera una carta a la congresista federal Sylvia García para comunicarle la desaparición de Vanessa, nacida en Houston. Grifaldo misma fue quien convocó a LULAC, afirmó en una entrevista telefónica con este medio la reconocida organizadora.

"Qué no hace una madre por un hijo. Yo por mis hijos doy la vida. Yo por mi hija daba la vida, buscaba, buscaba, buscaba. Yo la quería encontrar viva, oiga, pero no se pudo, solo Dios sabe por qué paso eso", dijo Guillén a HOY Dallas el 14 de agosto a la salida de la corte federal en Waco en donde se dictó la única sentencia en relación al caso.

Una hora antes, un juez, conmovido hasta las lágrimas le había dictado 30 años de prisión a la única acusada en relación al asesinato de su hija: Cecily Ann Aguilar, de 25 años.

Fue lunes difícil y agobiante para la familia, la pena que servirá la acusada fue dictada después de varias horas de interrogaciones de la fiscalía y de la defensa. Algunos, si no es que la mayoría de los testimonios fueron demasiado gráficos.

GRATITUD. La señora Guillén recordó a los grupos de activistas que paulatinamente se fueron sumando a sus denuncias en el 2020 y agradeció el apoyo masivo posterior del público.

"Alianza Latina Internacional fue la primera" organización "con la señora Martina. Ella me apoyó primero y luego la organización Fiel", ambos de Houston. "LULAC siempre estuvo presente".

[La historia de] "Esa niña rompió tantos corazones. Sólo Dios sabe por qué. Dios tiene un plan, no sabemos", dijo esbozando una ligera sonrisa al recordar el respaldo masivo que recibieron sus clamores de justicia, que empezaron con escuálidas protestas afuera de la base a la que su hija estaba adscrita.

"Esa niña [la gente decía], 'es que su niña tiene una cara de ángel que a todos nos tocó'. Yo perdono", continuó reflexionando sobre su pérdida y los agresores de su hija.

"Porque, si Cristo perdonó a los que lo crucificaron, uno quién es. Yo sé que todos nacimos para morir. Dios nos da la vida, Dios nos la quita, nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie, es lo que le dije al señor juez. Ni al peor de los criminales. Pero hay manos y hay mentes perversas que a veces tocan a inocentes".

AGUILAR. "No la había mirado bien. Yo soy un ser humano, creo en Dios y no tengo corazón duro ni nada. Es casi de la misma edad de mi hija", señaló al referirse a Aguilar.

"Yo hablé con ella hace rato, a solas. Ella lloró y dijo, 'yo me arrepiento, sé que no le voy a devolver a su hija, ni nada, pero yo no la asesiné. Usted no quiso escuchar nada'", detalló sobre el diálogo la mexicana, originaria de Río Grande, Zacatecas.

La madre de Vanessa explicó que ella abandonó la sala de la corte para no escuchar los detalles gráficos sobre la investigación de los crímenes cometidos contra su hija.

"Yo me salí de ahí de la corte, porque no quiero saber nada", afirmó. Y a Aguilar, dijo que le pidió que se arrepintiera y "creyera en Dios".

"'Y algún día dirás la verdad'. Algún día, yo por eso hablé con ella. Espero en Dios que así sea y que ella hable", enfatizó. "Porque alguien tiene que estar atrás de todo esto. No nada más es ella o el señor ese que dizque se suicidó", reiteró.

SU LUCHA. Después de enterarse del brutal asesinato de Vanessa, tres meses después de su desaparición, y de sepultarla en agosto de 2020, "Mamá Guillén", como la empezaron a llamar cariñosamente en las redes sociales, regresó ese mismo mes en dos ocasiones al exterior de la base militar, en la misma esquina que fue su trinchera, en la ciudad de Killeen, acompañada de sus hijas Lupe y Mayra. Su esposo Rogelio y su hermana gemela, Alma, también llegaban con ella, aunque no hablaban tanto en público.

En septiembre de ese año, las Guillén marcharon en Austin afuera de la mansión del gobernador Greg Abbott, exigiendo que se profundizara más en la investigación del caso que ya había ganado atención a nivel nacional de forma robusta. Las autoridades habían arrestado a la novia (Cecily Aguilar) del alegado homicida de Vanessa (Aaron Robinson) pero quedaban demasiadas interrogantes y las respuestas eran escasas. El ascenso y traspaso de uno de los principales militares de Fort Hood a Fort Bliss (el comandante Scott Efflandt) había sido aplazado a raíz del escándalo por el asesinato y desaparición de la joven militar mexicoamericana. Efflandt poco después fue relevado de su puesto y no recibió la promoción que esperaba.

En mayo de 2021, se publicó un resumen de la investigación 15-6 sobre la desaparición y asesinato de Vanessa Guillén en Fort Hood.

En agosto de 2022, la familia Guillén interpuso una demanda por $35 millones de dólares contra el Ejército de Estados Unidos al que responsabiliza del asesinato de Vanessa y le exige dicha suma por daños y perjuicios.

 

Con información de los archivos de HOY Dallas.