LOS ANGELES -- Al grito coreado de “¡Sí se puede!” y “¡Obama, cumple!” miles de personas marcharon por el centro de Los Angeles para hacer un llamado a congresistas republicanos y demócratas para que empiecen cuanto antes el debate y votación del proyecto de Reforma Migratoria.
Al mismo tiempo, el consenso general era de que el presidente Barack Obama suspenda de inmediato las deportaciones, que únicamente están separando familias, y culparon a las autoridades migratorias de dejar a niños huérfanos.
En el destino de la marcha, frente a la alcaldía de Los Angeles, el concejal Gil Cedillo fue uno de los oradores principales, y calificó a los inmigrantes como gente valiosa: “trabajadores de exportación”. Indicó que es tiempo de seguir la lucha por la Reforma Migratoria y las licencias de manejo, pues es un movimiento de y en pro de las familias, que son parte importante del futuro del país, “un movimiento de gente trabajadora que es fundamento de Estados Unidos“.
Cedillo recordó su postulado de que las licencias de manejo traen respeto y seguridad para todos.
El hoy concejal de Los Angeles, Gil Cedillo, ha sido el principal promotor de que California otorgue licencia de conducir a personas que carecen de documentos para estar legalmente en el país.
EL RECORRIDO
La marcha partió a las 12:00 del mediodía del cruce de la calle Broadway y el bulevar Olympic e hizo un recorrido de 10 cuadras, hasta concluir en un mitin con oradores frente al edificio del ayuntamiento.
El capitán Baeza, del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD), estuvo al mando del operativo de seguridad y puntualizó que la jornada fue totalmente calmada, sin incidentes. Informó que fueron destacados 47 elementos policiacos para resguardar al contingente que él estimó en aproximadamente 2,500 participantes. En tanto, los organizadores de la marcha consideraron la asistencia en más de cinco mil personas.
Entre los participantes estuvieron los integrantes de la familia Méndez, originarios del estado de Nayarit, quienes dijeron que acudieron en apoyo porque algunos de ellos no tienen documentos de residencia legal. Hicieron un llamado para que las personas con o sin documentos envíen cartas y correos electrónicos al presidente Obama y a los congresistas para que aprueben la Reforma Migratoria.
En ese momento, se escuchaban los estruendos de los tambores, las cornetas y los coros de “¡Sí se puede, sí se puede!” y “¡Obama, cumple!”
Igualmente, Ricardo García Barajas, michoacano emigrado desde 1980, llegó acompañado de su familia, porque sus hijos menores son nacidos aquí, pero su esposa apenas es residente y sus hijos mayores no tienen documentos.
En la marcha estuvieron grupos representantes de varios estados de la República Mexicana, así como de El Salvador, Guatemala y Honduras, entre otros.
En su turno como oradora, la dirigente de Hermandad Mexicana, Gloria Saucedo, hizo nuevamente un llamado para que quienes ya son residentes, tramiten cuanto antes su ciudadanía para que vayan a votar en las próximas elecciones y pongan a congresistas y senadores que “de verdad luchen por nosotros los inmigrantes”.
Por su parte, Javier Rodríguez, uno de los organizadores, invitó a la siguiente marcha nacional, el día 5 de octubre, y a la cual se espera que acudan más personas.
Al mismo tiempo, el consenso general era de que el presidente Barack Obama suspenda de inmediato las deportaciones, que únicamente están separando familias, y culparon a las autoridades migratorias de dejar a niños huérfanos.
En el destino de la marcha, frente a la alcaldía de Los Angeles, el concejal Gil Cedillo fue uno de los oradores principales, y calificó a los inmigrantes como gente valiosa: “trabajadores de exportación”. Indicó que es tiempo de seguir la lucha por la Reforma Migratoria y las licencias de manejo, pues es un movimiento de y en pro de las familias, que son parte importante del futuro del país, “un movimiento de gente trabajadora que es fundamento de Estados Unidos“.
Cedillo recordó su postulado de que las licencias de manejo traen respeto y seguridad para todos.
El hoy concejal de Los Angeles, Gil Cedillo, ha sido el principal promotor de que California otorgue licencia de conducir a personas que carecen de documentos para estar legalmente en el país.
EL RECORRIDO
La marcha partió a las 12:00 del mediodía del cruce de la calle Broadway y el bulevar Olympic e hizo un recorrido de 10 cuadras, hasta concluir en un mitin con oradores frente al edificio del ayuntamiento.
El capitán Baeza, del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD), estuvo al mando del operativo de seguridad y puntualizó que la jornada fue totalmente calmada, sin incidentes. Informó que fueron destacados 47 elementos policiacos para resguardar al contingente que él estimó en aproximadamente 2,500 participantes. En tanto, los organizadores de la marcha consideraron la asistencia en más de cinco mil personas.
Entre los participantes estuvieron los integrantes de la familia Méndez, originarios del estado de Nayarit, quienes dijeron que acudieron en apoyo porque algunos de ellos no tienen documentos de residencia legal. Hicieron un llamado para que las personas con o sin documentos envíen cartas y correos electrónicos al presidente Obama y a los congresistas para que aprueben la Reforma Migratoria.
En ese momento, se escuchaban los estruendos de los tambores, las cornetas y los coros de “¡Sí se puede, sí se puede!” y “¡Obama, cumple!”
Igualmente, Ricardo García Barajas, michoacano emigrado desde 1980, llegó acompañado de su familia, porque sus hijos menores son nacidos aquí, pero su esposa apenas es residente y sus hijos mayores no tienen documentos.
En la marcha estuvieron grupos representantes de varios estados de la República Mexicana, así como de El Salvador, Guatemala y Honduras, entre otros.
En su turno como oradora, la dirigente de Hermandad Mexicana, Gloria Saucedo, hizo nuevamente un llamado para que quienes ya son residentes, tramiten cuanto antes su ciudadanía para que vayan a votar en las próximas elecciones y pongan a congresistas y senadores que “de verdad luchen por nosotros los inmigrantes”.
Por su parte, Javier Rodríguez, uno de los organizadores, invitó a la siguiente marcha nacional, el día 5 de octubre, y a la cual se espera que acudan más personas.