La policía de Austin confirmó que Mark Anthony Conditt, un hombre blanco de 23 años de edad que vivía en un Pflugerville, se suicidó dentro de su vehículo al hacer estallar un artefacto explosivo tras verse rodeado por autoridades el martes, tras causar terror durante varios días en la capital texana.
El Austin American-Statesman publicó que, fuentes cercanas a la investigación dijeron que, en una grabación obtenida por la policía, Conditt, a quien se le considera el asesino confeso de las dos víctimas fatales de sus ataques de bombas, dijo textualmente "Desearía disculparme, pero no" (“I wish I were sorry but I am not”) por los ataques cometidos en este mes.
También, de acuerdo a la información obtenida por el diario, el asesino se auto-describió como un "sicópata".
El miércoles, el jefe policíaco de Austin, Brian Manley, habló un poco de la grabación de unos 25 minutos que Conditt hizo en su teléfono, en la que el ahora fallecido describió cómo elaboró los seis artefactos explosivos usados en los ataques que dejaron a dos personas muertas y a varias más heridas.
Manley no dio más específicos sobre el contenido del audio, al que consideró una "confesión".
Agentes federales descubrieron el miércoles varios detonantes caseros y lo necesario para hacer bombas en el domicilio donde vivía Conditt, en Pflugerville, suburbio de Austin.
Agentes de la oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), señalaron que los componentes encontrados en la casa del atacante son los mismos que fueron usados "en todas las bombas en Austin desde principios de marzo".
Las dos personas que murieron, Anthony Stephan House y Draylen Mason, pertenecían a destacadas familias afroamericanas de Austin.
Según personas que han escuchado el audio, pero le pidieron anonimato al Austin Statesman, Conditt, también había prometido ingresar a un McDonald's con gente para hacerse estallar si la policía lo estuviese acorralando.
En publicaciones en su blog Conditt dijo que era un conservador que estaba en contra del aborto y el matrimonio gay, y a favor de la pena de muerte.
El Austin American-Statesman publicó que, fuentes cercanas a la investigación dijeron que, en una grabación obtenida por la policía, Conditt, a quien se le considera el asesino confeso de las dos víctimas fatales de sus ataques de bombas, dijo textualmente "Desearía disculparme, pero no" (“I wish I were sorry but I am not”) por los ataques cometidos en este mes.
También, de acuerdo a la información obtenida por el diario, el asesino se auto-describió como un "sicópata".
El miércoles, el jefe policíaco de Austin, Brian Manley, habló un poco de la grabación de unos 25 minutos que Conditt hizo en su teléfono, en la que el ahora fallecido describió cómo elaboró los seis artefactos explosivos usados en los ataques que dejaron a dos personas muertas y a varias más heridas.
Manley no dio más específicos sobre el contenido del audio, al que consideró una "confesión".
Agentes federales descubrieron el miércoles varios detonantes caseros y lo necesario para hacer bombas en el domicilio donde vivía Conditt, en Pflugerville, suburbio de Austin.
Agentes de la oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), señalaron que los componentes encontrados en la casa del atacante son los mismos que fueron usados "en todas las bombas en Austin desde principios de marzo".
Las dos personas que murieron, Anthony Stephan House y Draylen Mason, pertenecían a destacadas familias afroamericanas de Austin.
Según personas que han escuchado el audio, pero le pidieron anonimato al Austin Statesman, Conditt, también había prometido ingresar a un McDonald's con gente para hacerse estallar si la policía lo estuviese acorralando.
En publicaciones en su blog Conditt dijo que era un conservador que estaba en contra del aborto y el matrimonio gay, y a favor de la pena de muerte.