Atacante confesó que tenía como blanco a mexicanos: Matanza en Walmart de El Paso

DALLAS, Texas -- Una declaración jurada de quienes interrogaron al sujeto arrestado tras el ataque que dejó a 22 personas muertas y a más de 20 heridas el 3 de agosto en un Walmart de El Paso, revela la confesión que hizo el atacante, en la que admitió haber sido quien disparó y que su blanco principal fueron "mexicanos". 

ABC News había reportado previamente que Patrick Crusius, de 21 años, originario de Allen, al norte de Dallas, le había dicho a la policía el mismo sábado que había actuado teniendo como principal objetivo de su atentado a mexicanos, pero no fue hasta el viernes que la versión fue confirmada en documentos archivados por la policía de El Paso. "Soy el tirador", dijo el ahora acusado al rendirse no muy lejos del lugar de los hechos.

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Crusius confesó haber perpetrado el ataque y que había conducido desde el área de Dallas hasta El Paso, ciudad fronteriza con Cd. Juárez, Chihuahua, donde sembró el terror en la conocida comunidad fronteriza que vivía un fin de semana apacible, con miles de personas realizando compras para el regreso a clases en la región.

De los 22 que perdieron la vida, ocho de ellos eran ciudadanos mexicanos, confirmó el gobierno de su país durante la semana. También se dio a conocer que la mayoría de las víctimas eran de origen latinoamericano.

El Texas Tribune reportó el jueves que durante la visita que hizo Donald Trump a El Paso, ningún paciente de los ocho que se hallaban en el hospital al que acudió el ocupante de la Casa Blanca quiso saludarlo.

Al atacante confeso se le atribuye un manifiesto que fue publicado en un foro de Internet poco antes del ataque, en el que alega una "invasión" de hispanos a Texas y desportica por el cambio demográfico de Estados Unidos.

México ha condenado el ataque, catalogándolo de un acto terrorista y una "barbarie".

Crusius enfrenta cargos de homicidio capital y permanece en una cárcel de El Paso sin derecho a fianza.

WALMART
La conocida tienda de autoservicio anunció que dejará de vender video-juegos, tras alegatos de que pudieron haber sido los causantes de la conducta violenta del atacante confeso, pero sin cambiar su política de venta de armas, por lo que el gigante minorista ha sido duramente criticado.

SESIÓN DE EMERGENCIA
También el viernes, el presidente nacional de LULAC, Domingo García, estuvo acompañado de varios representantes estatales del área de Dallas durante una conferencia de prensa en la que pidió que Greg Abbott aprobara una sesión de emergencia en la Legislatura Texana para abordar el tema de la proliferación de armas de alto calibre como a AR-15 o las AK, que tienen capacida de matar "en masa".

La legisladora Victoria Neave dijo que las "mesas redondas" propuestas por el gobernador Abbott, con todo respeto, "no son suficientes".

El senador estatal Royce West describió los horrores que le contaron algunos sobrevivientes del tiroteo y se unió al llamado para convocar a una sesión extraordinaria.

LA LLAMADA
Un abogado de la familia informó que la madre del atacante confeso le telefoneó a la Policía de Allen para comunicarles su preocupación por la posesión del arma que tenía su hijo, dado su nivel de madurez, pero un vocero de dicho departamento de policía aclaró que un oficial le preguntó a la madre de Crusius si su hijo mostraba tendencias suicidas o había amenazado a otras personas y ella indicó que no.

Jon Felty, de la Policía de Allen, declaró durante una conferencia de prensa que una cámara de seguridad interna grabó "un lado de la conversación" y que la mujer nunca se identificó ni identificó tampoco a su hijo.

ABC News había reportado previamente que Patrick Crusius, de 21 años, originario de Allen, al norte de Dallas, le había dicho a la policía el mismo sábado que había actuado teniendo como principal objetivo de su atentado a mexicanos, pero no fue hasta el viernes que la versión fue confirmada en documentos archivados por la policía de El Paso. "Soy el tirador", dijo el ahora acusado al rendirse no muy lejos del lugar de los hechos.

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Crusius confesó haber perpetrado el ataque y que había conducido desde el área de Dallas hasta El Paso, ciudad fronteriza con Cd. Juárez, Chihuahua, donde sembró el terror en la conocida comunidad fronteriza que vivía un fin de semana apacible, con miles de personas realizando compras para el regreso a clases en la región.

De los 22 que perdieron la vida, ocho de ellos eran ciudadanos mexicanos, confirmó el gobierno de su país durante la semana. También se dio a conocer que la mayoría de las víctimas eran de origen latinoamericano.

El Texas Tribune reportó el jueves que durante la visita que hizo Donald Trump a El Paso, ningún paciente de los ocho que se hallaban en el hospital al que acudió el ocupante de la Casa Blanca quiso saludarlo.

Al atacante confeso se le atribuye un manifiesto que fue publicado en un foro de Internet poco antes del ataque, en el que alega una "invasión" de hispanos a Texas y desportica por el cambio demográfico de Estados Unidos.

México ha condenado el ataque, catalogándolo de un acto terrorista y una "barbarie".

Crusius enfrenta cargos de homicidio capital y permanece en una cárcel de El Paso sin derecho a fianza.

WALMART
La conocida tienda de autoservicio anunció que dejará de vender video-juegos, tras alegatos de que pudieron haber sido los causantes de la conducta violenta del atacante confeso, pero sin cambiar su política de venta de armas, por lo que el gigante minorista ha sido duramente criticado.

SESIÓN DE EMERGENCIA
También el viernes, el presidente nacional de LULAC, Domingo García, estuvo acompañado de varios representantes estatales del área de Dallas durante una conferencia de prensa en la que pidió que Greg Abbott aprobara una sesión de emergencia en la Legislatura Texana para abordar el tema de la proliferación de armas de alto calibre como a AR-15 o las AK, que tienen capacida de matar "en masa".

La legisladora Victoria Neave dijo que las "mesas redondas" propuestas por el gobernador Abbott, con todo respeto, "no son suficientes".

El senador estatal Royce West describió los horrores que le contaron algunos sobrevivientes del tiroteo y se unió al llamado para convocar a una sesión extraordinaria.

LA LLAMADA
Un abogado de la familia informó que la madre del atacante confeso le telefoneó a la Policía de Allen para comunicarles su preocupación por la posesión del arma que tenía su hijo, dado su nivel de madurez, pero un vocero de dicho departamento de policía aclaró que un oficial le preguntó a la madre de Crusius si su hijo mostraba tendencias suicidas o había amenazado a otras personas y ella indicó que no.

Jon Felty, de la Policía de Allen, declaró durante una conferencia de prensa que una cámara de seguridad interna grabó "un lado de la conversación" y que la mujer nunca se identificó ni identificó tampoco a su hijo.