Mexicana que fue baleada por agente fronterizo en Arizona y luego deportada presenta queja contra "CBP"

Marisol García Alcántara, quien fue baleada hace seis meses (el 16 de junio) en Nogales, Arizona por un agente de la Patrulla Fronteriza mientras se encontraba sentada en la parte trasera de un vehículo presentó una queja con la ayuda de su abogado, en busca de emprender una demanda contra el gobierno federal de Estados Unidos.

"A pesar de la política de CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos) que prohíbe el uso de armas de fuego únicamente para inutilizar un vehículo, un agente disparó una bala al vehículo (que se impactó) en la cabeza de Marisol (quien) afortunadamente sobrevivió para contar su historia y buscar justicia", declaró el grupo Southern Border Communities Coalition (Coalición de Comunidades de la Frontera Sur).

La queja presentada es un procedimiento requerido antes de presentar una demanda civil en Estados Unidos a nombre de García Alcántara, quien vive en la Ciudad de México actualmente.

"Yo solo sentí un golpe en la cabeza y de ahí todo se me puso oscuro, totalmente,[pero] sí escuchaba a mis compañeras decir que me ayudaran, que pidieran ayuda porque estaba sangrando mucho. Minutos después ya empecé a ver", dijo la mexicana durante una conferencia en video el miércoles que fue puesta a disposición de los medios de comunicación.

García Alcántara dijo que las consecuencias de la herida de bala son "mareos, dolor de cabeza e insomnio. Me dicen los doctores que tengo posibilidad de [sufrir] ataques epilépticos y parálisis facial". En México, aparentemente se enteró de que aún tiene fragmentos de bala en la cabeza.

"Yo estoy viva, gracias a Dios, pero hay personas que no llegan a este punto (de sobrevivir) y pido justicia", afirmó la sobreviviente.

Después de salir del hospital, en donde pasó entre dos o tres días, según sus propias palabras, Marisol fue entregada a las autoridades de inmigración quienes la detuvieron por varias semanas antes de deportarla por no tener documentos para permanecer en Estados Unidos. "En ningún momento un oficial de la ley le preguntó acerca de haber sido baleada", afirma la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur en su comunicado a la prensa.

La CBP lleva a cabo una investigación interna respecto a lo ocurrido y no tiene comentarios públicos al respecto.

De acuerdo al reporte que archivó la Policía de Nogales, el Equipo de Incidentes Críticos de la Patrulla Fronteriza (CIT) se hizo cargo de la escena y se rehusó a compartir información con la policía, además de colocarlos en el perímetro del lugar para hacerse cargo del tráfico vehicular.

"Esta intervención del CIT de la Patrulla Fronteriza es preocupante a la luz de las recientes revelaciones de que estos equipos han operado como unidades dentro de la agencia para encubrir evidencia y mitigar la responsabilidad de los agentes fronterizos", resaltó la Coalición en su informe.

En opinión del congresista federal Raúl Grijalva, del 3er distrito de Arizona, "el episodio de Marisol Alcántara es un ejemplo de un doble estándar en la práctica de hacer cumplir la ley en la frontera. Quiero agradecerle por su coraje y disposición para salir al frente. Ella está liderando el camino para poner un reflector en lo que le sucedió, pero también para demostrar la práctica ilegal de que la Patrulla Fronteriza tenga su propio equipo de intercepción que no está autorizado por la ley, no autorizado ni supervisado por el Congreso, ni siquiera la agencia".

"Incluso en este caso, cuando le dispararon a Marisol, la policía de Nogales fue retirada de la escena de la investigación. En todo el país, la práctica es que la jurisdicción de la policía local investigue el incidente. Este abuso no está fuera de la norma para Seguridad Nacional, es un patrón que debe ser abordado por el Congreso y la administración Biden. Los agentes de la Patrulla Fronteriza no pueden investigarse a sí mismos en detrimento del público con el que interactúan", declaró el legislador por escrito.

"A pesar de la política de CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos) que prohíbe el uso de armas de fuego únicamente para inutilizar un vehículo, un agente disparó una bala al vehículo (que se impactó) en la cabeza de Marisol (quien) afortunadamente sobrevivió para contar su historia y buscar justicia", declaró el grupo Southern Border Communities Coalition (Coalición de Comunidades de la Frontera Sur).

La queja presentada es un procedimiento requerido antes de presentar una demanda civil en Estados Unidos a nombre de García Alcántara, quien vive en la Ciudad de México actualmente.

"Yo solo sentí un golpe en la cabeza y de ahí todo se me puso oscuro, totalmente,[pero] sí escuchaba a mis compañeras decir que me ayudaran, que pidieran ayuda porque estaba sangrando mucho. Minutos después ya empecé a ver", dijo la mexicana durante una conferencia en video el miércoles que fue puesta a disposición de los medios de comunicación.

García Alcántara dijo que las consecuencias de la herida de bala son "mareos, dolor de cabeza e insomnio. Me dicen los doctores que tengo posibilidad de [sufrir] ataques epilépticos y parálisis facial". En México, aparentemente se enteró de que aún tiene fragmentos de bala en la cabeza.

"Yo estoy viva, gracias a Dios, pero hay personas que no llegan a este punto (de sobrevivir) y pido justicia", afirmó la sobreviviente.

Después de salir del hospital, en donde pasó entre dos o tres días, según sus propias palabras, Marisol fue entregada a las autoridades de inmigración quienes la detuvieron por varias semanas antes de deportarla por no tener documentos para permanecer en Estados Unidos. "En ningún momento un oficial de la ley le preguntó acerca de haber sido baleada", afirma la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur en su comunicado a la prensa.

La CBP lleva a cabo una investigación interna respecto a lo ocurrido y no tiene comentarios públicos al respecto.

De acuerdo al reporte que archivó la Policía de Nogales, el Equipo de Incidentes Críticos de la Patrulla Fronteriza (CIT) se hizo cargo de la escena y se rehusó a compartir información con la policía, además de colocarlos en el perímetro del lugar para hacerse cargo del tráfico vehicular.

"Esta intervención del CIT de la Patrulla Fronteriza es preocupante a la luz de las recientes revelaciones de que estos equipos han operado como unidades dentro de la agencia para encubrir evidencia y mitigar la responsabilidad de los agentes fronterizos", resaltó la Coalición en su informe.

En opinión del congresista federal Raúl Grijalva, del 3er distrito de Arizona, "el episodio de Marisol Alcántara es un ejemplo de un doble estándar en la práctica de hacer cumplir la ley en la frontera. Quiero agradecerle por su coraje y disposición para salir al frente. Ella está liderando el camino para poner un reflector en lo que le sucedió, pero también para demostrar la práctica ilegal de que la Patrulla Fronteriza tenga su propio equipo de intercepción que no está autorizado por la ley, no autorizado ni supervisado por el Congreso, ni siquiera la agencia".

"Incluso en este caso, cuando le dispararon a Marisol, la policía de Nogales fue retirada de la escena de la investigación. En todo el país, la práctica es que la jurisdicción de la policía local investigue el incidente. Este abuso no está fuera de la norma para Seguridad Nacional, es un patrón que debe ser abordado por el Congreso y la administración Biden. Los agentes de la Patrulla Fronteriza no pueden investigarse a sí mismos en detrimento del público con el que interactúan", declaró el legislador por escrito.