Una corte de apelaciones de EE.UU. emitió un fallo que restablece el curso de una demanda de un grupo de veterinarios mexicanos contra un exempleador al que acusan de obligarlos a realizar 'trabajo forzado' en una lechería en Idaho y de amenazarlos con la deportación si se rehusaban.
Funk Dairy, una granja de leche en Idaho, contrató a seis veterinarios mexicanos mediante la visa TN (visa para profesionales bajo Tratado de Libre Comercio) y al recibirlos los obligó a desempeñar trabajos no relacionados con su profesión, alegan los abogados de los demandantes. La corte en su fallo dijo que el alegato principal para avivar la demanda fue la queja de que el encargado de la lechería amenazó directamente a una de las demandantes con la deportación después de que ella se quejó de las labores asignadas.
La corte de apelaciones, en la decisión que emitió para permitir que continúe la demanda. también señala que los seis veterinarios eran "ciudadanos de México que fueron reclutados para trabajar como 'científicos de animales' en Funk Dairy en Idaho bajo el programa 'TN Visa' para empleados 'profesionales', pero cuando [los veterinarios] llegaron a la lechería, se les pidió que trabajaran sustancialmente como trabajadores generales.
El tribunal federal de apelaciones dictaminó que, dada la evidencia "de una gran disparidad entre las tareas 'profesionales y sofisticadas' que Funk Dairy describió durante el proceso de Visa TN [para contratar a los veterinarios] y el trabajo general que Funk Dairy exigió posteriormente de [ellos], un jurado razonable podría encontrar que Funk Dairy usó el programa Visa TN 'en [una] manera' y 'para [un] propósito para el cual [no] fue diseñado'".
"Los veterinarios se vieron obligados a trabajar en turnos de 12 horas, seis días a la semana en condiciones de vida y de trabajo miserables e insalubres. (P. 13) A una veterinaria que se “fracturó el dedo en el trabajo” se le negó un día libre porque el gerente de la lechería dijo que "tenía otros nueve dedos". El mismo gerente es acusado de retrasar la atención en la sala de emergencias para otra veterinaria cuyo dedo fue amputado en un incidente en el lugar de trabajo, lo que le impidió "volver a unir la parte amputada". (págs. 13-14).
Un grupo/panel de tres jueces de apelaciones emitió el contundente fallo a favor de que la demanda emprendida contra la lechería proceda, revirtiendo un juicio sumario previo emitido a favor de Funk Dairy en el 2019.
El Sindicato de Trabajadores Campesinos informó que al recibir las quejas de los veterinarios los refirió a la firma de abogados Martínez Aguilasocho Law, quienes representan a los demandantes.
El panel federal de apelaciones sostuvo que "la conducta de Funk Dairy violó las disposiciones [de la ley federal] que prohíben el trabajo forzoso y la trata de personas para trabajos forzados".
La opinión unánime de 34 páginas, escrita por el juez Daniel P. Collins, también menciona que: En abril de 2013, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ("ICE") completó una auditoría de Funk Dairy y concluyó que el 78 por ciento de sus empleados eran extranjeros que carecían de documentación suficiente para confirmar su elegibilidad para trabajar en EE.UU. En 2014, para abordar "problemas laborales" en Idaho y para reclutar y retener empleados, [el gerente de la granja, Curtis] Giles preguntó sobre el programa de Visa TN del que había escuchado mientras asistía a conferencias...
En un comunicado de prensa, el UFW expresó que "muchos juristas consideran que la decisión es un fallo histórico que aclara a jueces, abogados y defensores que el trabajo forzado se presenta de muchas formas y no siempre requiere cadenas o encarcelamiento físico, dijeron los abogados de los veterinarios".
Funk Dairy, una granja de leche en Idaho, contrató a seis veterinarios mexicanos mediante la visa TN (visa para profesionales bajo Tratado de Libre Comercio) y al recibirlos los obligó a desempeñar trabajos no relacionados con su profesión, alegan los abogados de los demandantes. La corte en su fallo dijo que el alegato principal para avivar la demanda fue la queja de que el encargado de la lechería amenazó directamente a una de las demandantes con la deportación después de que ella se quejó de las labores asignadas.
La corte de apelaciones, en la decisión que emitió para permitir que continúe la demanda. también señala que los seis veterinarios eran "ciudadanos de México que fueron reclutados para trabajar como 'científicos de animales' en Funk Dairy en Idaho bajo el programa 'TN Visa' para empleados 'profesionales', pero cuando [los veterinarios] llegaron a la lechería, se les pidió que trabajaran sustancialmente como trabajadores generales.
El tribunal federal de apelaciones dictaminó que, dada la evidencia "de una gran disparidad entre las tareas 'profesionales y sofisticadas' que Funk Dairy describió durante el proceso de Visa TN [para contratar a los veterinarios] y el trabajo general que Funk Dairy exigió posteriormente de [ellos], un jurado razonable podría encontrar que Funk Dairy usó el programa Visa TN 'en [una] manera' y 'para [un] propósito para el cual [no] fue diseñado'".
"Los veterinarios se vieron obligados a trabajar en turnos de 12 horas, seis días a la semana en condiciones de vida y de trabajo miserables e insalubres. (P. 13) A una veterinaria que se “fracturó el dedo en el trabajo” se le negó un día libre porque el gerente de la lechería dijo que "tenía otros nueve dedos". El mismo gerente es acusado de retrasar la atención en la sala de emergencias para otra veterinaria cuyo dedo fue amputado en un incidente en el lugar de trabajo, lo que le impidió "volver a unir la parte amputada". (págs. 13-14).
Un grupo/panel de tres jueces de apelaciones emitió el contundente fallo a favor de que la demanda emprendida contra la lechería proceda, revirtiendo un juicio sumario previo emitido a favor de Funk Dairy en el 2019.
El Sindicato de Trabajadores Campesinos informó que al recibir las quejas de los veterinarios los refirió a la firma de abogados Martínez Aguilasocho Law, quienes representan a los demandantes.
El panel federal de apelaciones sostuvo que "la conducta de Funk Dairy violó las disposiciones [de la ley federal] que prohíben el trabajo forzoso y la trata de personas para trabajos forzados".
La opinión unánime de 34 páginas, escrita por el juez Daniel P. Collins, también menciona que: En abril de 2013, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ("ICE") completó una auditoría de Funk Dairy y concluyó que el 78 por ciento de sus empleados eran extranjeros que carecían de documentación suficiente para confirmar su elegibilidad para trabajar en EE.UU. En 2014, para abordar "problemas laborales" en Idaho y para reclutar y retener empleados, [el gerente de la granja, Curtis] Giles preguntó sobre el programa de Visa TN del que había escuchado mientras asistía a conferencias...
En un comunicado de prensa, el UFW expresó que "muchos juristas consideran que la decisión es un fallo histórico que aclara a jueces, abogados y defensores que el trabajo forzado se presenta de muchas formas y no siempre requiere cadenas o encarcelamiento físico, dijeron los abogados de los veterinarios".