DALLAS -- El representante estatal Roberto Alonzo celebró la vida del líder agrícola César Chávez en el 90 aniversario de su nacimiento, recordando al fundador del Sindicato de Trabajadores Campesinos (UFW, por sus siglas en inglés).
Alonzo considera el 31 de marzo como uno de los "más grandes y gloriosos de la nación, así como de los méxicoamericanos, mexicanos y latinos en general porque nació uno de los hombres que por décadas ha sido uno de nuestros máximos ejemplos y líderes a seguir, que ofrendó su vida por el bienestar de millones de agricultores de ayer, hoy, y siempre, por lo que su legado está escrito en la propia historia de los Estados Unidos”.
César Chávez nació cerca de Yuma (Arizona), en 1927 y a temprana edad se mudó con sus padres a California, donde después inició su histórica lucha en defensa de los campesinos que eran salvajemente explotados y maltrados, lo que le valió un reconocimiento nacional e internacional.
Chávez, padeció en su juventud en los campos californianos al ser tratado como persona de “segunda clase”, debido a las penurias que sufría junto a otros campesinos que eran explotados al desempeñarse bajo pésimas condiciones laborales.
A pesar de las duras condiciones que vivía en su país de nacimiento, Chávez se enlistó en la Marina de los Estados Unidos entre 1944 y 1946.
A su regreso de su servicio militar y luego de haberse casado con Helen Fabela, Chávez se convierte en un incansable organizador cívico de la Organización de Servicio Comunitario (CSO), un grupo latino de derechos civiles que centró la mayor parte de su trabajo en las zonas urbanas. Para finales de 1950, Chávez se había convertido ya en el director nacional de esta importante agrupación.
En 1962, la CSO se negó a organizar en California a los trabajadores agrícolas, por lo que César Chávez y su colega Dolores Huerta deciden abandonar dicha agrupación para fundar la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas, un grupo precursor de la (Unión de Trabajadores Campesinos) -UFW. Fue entonces cuando empezó a lograr sus primeras victorias laborales, siendo una de ellas de gran resonancia nacional y mundial el sumarse a la huelga de los cultivadores de uva en California, de cuyo movimiento se convierte en líder indiscutible.
César Chávez toma la determinación entonces de lanzar un boicot contra esa fruta cosechada por trabajadores no sindicalizados, logrando un rotundo éxito en todo el país al impedir su distribución y consumo.
Luego de cinco años de huelga, la UFW mantiene organizada a toda la industria de la uva en California, por lo que logra negociar los primeros acuerdos históricos de un contrato colectivo de trabajo en América entre los trabajadores agrícolas y las empresas. Así, en 1975, César Chávez y la UFW se muestran satisfechos con su lucha luego que el Gobierno federal decretara la Ley de Relaciones Laborales Agrícolas, la primera en la historia de los Estados Unidos. Esta norma concede a los trabajadores agrícolas el derecho a sindicalizarse y a negociar un contrato colectivo de trabajo.
Chávez continuó dirigiendo la UFW hasta su muerte el 23 de abril de 1993. "Su lema de vida, "Sí se puede", encarna el legado que ha dejado para el beneficio del mundo, y sus principios de igualdad, justicia y dignidad para todos los estadounidenses siguen siendo tan esenciales y relevantes hoy como lo fueron cuando comenzó su importante trabajo de vida", destacó el representante Alonzo.
Alonzo considera el 31 de marzo como uno de los "más grandes y gloriosos de la nación, así como de los méxicoamericanos, mexicanos y latinos en general porque nació uno de los hombres que por décadas ha sido uno de nuestros máximos ejemplos y líderes a seguir, que ofrendó su vida por el bienestar de millones de agricultores de ayer, hoy, y siempre, por lo que su legado está escrito en la propia historia de los Estados Unidos”.
César Chávez nació cerca de Yuma (Arizona), en 1927 y a temprana edad se mudó con sus padres a California, donde después inició su histórica lucha en defensa de los campesinos que eran salvajemente explotados y maltrados, lo que le valió un reconocimiento nacional e internacional.
Chávez, padeció en su juventud en los campos californianos al ser tratado como persona de “segunda clase”, debido a las penurias que sufría junto a otros campesinos que eran explotados al desempeñarse bajo pésimas condiciones laborales.
A pesar de las duras condiciones que vivía en su país de nacimiento, Chávez se enlistó en la Marina de los Estados Unidos entre 1944 y 1946.
A su regreso de su servicio militar y luego de haberse casado con Helen Fabela, Chávez se convierte en un incansable organizador cívico de la Organización de Servicio Comunitario (CSO), un grupo latino de derechos civiles que centró la mayor parte de su trabajo en las zonas urbanas. Para finales de 1950, Chávez se había convertido ya en el director nacional de esta importante agrupación.
En 1962, la CSO se negó a organizar en California a los trabajadores agrícolas, por lo que César Chávez y su colega Dolores Huerta deciden abandonar dicha agrupación para fundar la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas, un grupo precursor de la (Unión de Trabajadores Campesinos) -UFW. Fue entonces cuando empezó a lograr sus primeras victorias laborales, siendo una de ellas de gran resonancia nacional y mundial el sumarse a la huelga de los cultivadores de uva en California, de cuyo movimiento se convierte en líder indiscutible.
César Chávez toma la determinación entonces de lanzar un boicot contra esa fruta cosechada por trabajadores no sindicalizados, logrando un rotundo éxito en todo el país al impedir su distribución y consumo.
Luego de cinco años de huelga, la UFW mantiene organizada a toda la industria de la uva en California, por lo que logra negociar los primeros acuerdos históricos de un contrato colectivo de trabajo en América entre los trabajadores agrícolas y las empresas. Así, en 1975, César Chávez y la UFW se muestran satisfechos con su lucha luego que el Gobierno federal decretara la Ley de Relaciones Laborales Agrícolas, la primera en la historia de los Estados Unidos. Esta norma concede a los trabajadores agrícolas el derecho a sindicalizarse y a negociar un contrato colectivo de trabajo.
Chávez continuó dirigiendo la UFW hasta su muerte el 23 de abril de 1993. "Su lema de vida, "Sí se puede", encarna el legado que ha dejado para el beneficio del mundo, y sus principios de igualdad, justicia y dignidad para todos los estadounidenses siguen siendo tan esenciales y relevantes hoy como lo fueron cuando comenzó su importante trabajo de vida", destacó el representante Alonzo.