La demolición de una de las propiedades vacantes de HMK, la compañía que pidió abruptamente el desalojo de cientos de viviendas el mes pasado en un barrio del oeste de Dallas, produjo malestar en el ánimo de los vecinos que atestiguaron el desplome de una casa en la calle Crossman el martes.
El lunes 24, un juez extendió por 14 días una orden que le prohíbe a HMK obligar a los inquilinos a abandonar sus modestas viviendas en West Dallas, sujeta a una audiencia programada para el 7 de noviembre. Pero la noticia se vio opacada al día siguiente con la presencia del copropietario de HMK, Kraish Kraish, en el sitio en donde solo quedaron escombros de una de sus casas, después de que sus ocupantes decidieron dejarla vacante.
Al pedírsele un comentario sobre lo ocurrido, Kraish dijo a HOY Dallas que la acción que había tomado era parte “del cierre de mi compañía, debido a las leyes que han cambiado en la ciudad de Dallas, a la 'gentrificación' de este barrio. Tuvimos que cerrar nuestro negocio y desafortunadamente tenemos que demoler nuestras casas y es lo que estamos haciendo”.
“La única orden [de la corte] es que no tengo permitido sacar a nadie de su casa. Estos inquilinos se fueron por voluntad propia y conseguimos el permiso y demolimos esta casa”, añadió.
Un vecino que observaba junto a otros, en frente de la propiedad, opinó que HMK “se hace la víctima” y "le sale más barato correr a la gente que componer [las casas]”, como les exige el nuevo código de vivienda local.
Carolina Ortega vive al lado de la casa derrribada y es una de las personas que recibió una carta con el aviso de desalojo para el 31 de octubre. Y aunque decidió que no se irá de su hogar, protegida bajo la orden de la corte, la inquilina expresó que le quedó claro que sus días en el barrio podrían estar contados, pues el trabajador a bordo de la máquina que reunía los escombros le informó que había sido contratado “para demoler 300 casas”.
La vicealcalde Mónica Alonzo, quien representa en el Cabildo al Dist. 6, que comprende West Dallas, declaró el miércoles que durante la reunión que días antes sostuvo la Ciudad con HMK, se buscó negociar que las familias reciban un plazo amplio para reubicarse y lo hagan hasta después del fin del año escolar.
DESAHOGO EN CITY HALL
El mismo miércoles, durante la sesión del Cabildo municipal, varios residentes afectados por la incertidumbre de la situación, acudieron al Ayuntamiento prácticamene a desahogarse, "a exponer su sentir", como Alonzo describió.“El mes pasado, mi mamá recibió en el correo un aviso de que teníamos que dejar nuesta casa para el 31 de octubre. Veo este tipo de cosas en las noticias, pero nunca pensé que le pasaría a mi familia”, dijo una estudiante durante la sesión de micrófono abierto.
La Ciudad de Dallas y HMK se acusan mutuamente; inquilinos se confunden
Otro aspecto en el que insistió Alonzo es en enviarle cartas a los residentes con el aviso de que no serán víctimas de desalojos.
“Por orden del juez, el no puede sacar a nadie solo porque sí”, reaccionó la vicealcalde al informársele de la demolición en la calle Crossman y la preocupación que produjo entre los vecinos.
Sobre el panorama que enfrentan sus clientes, Kraish declaró lo siguiente: “La ciudad no me ha dado opciones para mantener mis puertas abiertas. Y tristemente digo que cada uno de mis casas en West Dallas tendrá que ser demolida. Los inquilinos necesitan hacer otros planes, mi negocio está cerrado, la ciudad no me permite continuar, así que ellos deben de empezar a mudarse”.
Alonzo respondió que Kraish los culpa de orillarlo a cesar sus operaciones de renta de casas, “porque les hemos puesto más reglas fuertes, ellos no están de acuerdo, pero es por la protección de los inquilinos”.
Al inquirírsele a Kraish acerca de la reunión que sostuvo con Rawlings y la concejal, el empresario dijo que no ha recibido retroalimentación sobre lo que les propuso, sin ofrecer detalles de lo que llevó a la mesa.
“Creo que le he dado grandes opciones a la ciudad, de las cuales no estoy recibiendo retroalimentación. Me reuní con el alcalde y con Mónica Alonzo y con abogados de la ciudad pero no tienen voluntad de trabajar conmigo”, afirmó.
El lunes 24, un juez extendió por 14 días una orden que le prohíbe a HMK obligar a los inquilinos a abandonar sus modestas viviendas en West Dallas, sujeta a una audiencia programada para el 7 de noviembre. Pero la noticia se vio opacada al día siguiente con la presencia del copropietario de HMK, Kraish Kraish, en el sitio en donde solo quedaron escombros de una de sus casas, después de que sus ocupantes decidieron dejarla vacante.
Al pedírsele un comentario sobre lo ocurrido, Kraish dijo a HOY Dallas que la acción que había tomado era parte “del cierre de mi compañía, debido a las leyes que han cambiado en la ciudad de Dallas, a la 'gentrificación' de este barrio. Tuvimos que cerrar nuestro negocio y desafortunadamente tenemos que demoler nuestras casas y es lo que estamos haciendo”.
“La única orden [de la corte] es que no tengo permitido sacar a nadie de su casa. Estos inquilinos se fueron por voluntad propia y conseguimos el permiso y demolimos esta casa”, añadió.
Un vecino que observaba junto a otros, en frente de la propiedad, opinó que HMK “se hace la víctima” y "le sale más barato correr a la gente que componer [las casas]”, como les exige el nuevo código de vivienda local.
Carolina Ortega vive al lado de la casa derrribada y es una de las personas que recibió una carta con el aviso de desalojo para el 31 de octubre. Y aunque decidió que no se irá de su hogar, protegida bajo la orden de la corte, la inquilina expresó que le quedó claro que sus días en el barrio podrían estar contados, pues el trabajador a bordo de la máquina que reunía los escombros le informó que había sido contratado “para demoler 300 casas”.
La vicealcalde Mónica Alonzo, quien representa en el Cabildo al Dist. 6, que comprende West Dallas, declaró el miércoles que durante la reunión que días antes sostuvo la Ciudad con HMK, se buscó negociar que las familias reciban un plazo amplio para reubicarse y lo hagan hasta después del fin del año escolar.
DESAHOGO EN CITY HALL
El mismo miércoles, durante la sesión del Cabildo municipal, varios residentes afectados por la incertidumbre de la situación, acudieron al Ayuntamiento prácticamene a desahogarse, "a exponer su sentir", como Alonzo describió.
“El mes pasado, mi mamá recibió en el correo un aviso de que teníamos que dejar nuesta casa para el 31 de octubre. Veo este tipo de cosas en las noticias, pero nunca pensé que le pasaría a mi familia”, dijo una estudiante durante la sesión de micrófono abierto.
La Ciudad de Dallas y HMK se acusan mutuamente; inquilinos se confunden
Otro aspecto en el que insistió Alonzo es en enviarle cartas a los residentes con el aviso de que no serán víctimas de desalojos.
“Por orden del juez, el no puede sacar a nadie solo porque sí”, reaccionó la vicealcalde al informársele de la demolición en la calle Crossman y la preocupación que produjo entre los vecinos.
Sobre el panorama que enfrentan sus clientes, Kraish declaró lo siguiente: “La ciudad no me ha dado opciones para mantener mis puertas abiertas. Y tristemente digo que cada uno de mis casas en West Dallas tendrá que ser demolida. Los inquilinos necesitan hacer otros planes, mi negocio está cerrado, la ciudad no me permite continuar, así que ellos deben de empezar a mudarse”.
Alonzo respondió que Kraish los culpa de orillarlo a cesar sus operaciones de renta de casas, “porque les hemos puesto más reglas fuertes, ellos no están de acuerdo, pero es por la protección de los inquilinos”.
Al inquirírsele a Kraish acerca de la reunión que sostuvo con Rawlings y la concejal, el empresario dijo que no ha recibido retroalimentación sobre lo que les propuso, sin ofrecer detalles de lo que llevó a la mesa.
“Creo que le he dado grandes opciones a la ciudad, de las cuales no estoy recibiendo retroalimentación. Me reuní con el alcalde y con Mónica Alonzo y con abogados de la ciudad pero no tienen voluntad de trabajar conmigo”, afirmó.