En la ciudad: Manzanas de la discordia

DALLAS -- Hace año y medio, Cirilo Galicia Álvarez fue saqueado por unos ladrones cuando vendía sus manzanas acarameladas en forma de paleta por las calles de Oak Cliff. Un atraco en el que, aparte de su mercancía, perdió sus tarjeta de identidad y dinero. -Y en el que además, la policía brilló por su ausencia.

El domingo pasado, en cambio, este inmigrante indocumentado, de 46 años de edad fue despojado nuevamente de sus productos; pero en esta ocasión no fueron ladrones los que le arrebataron el sustento familiar, sino la misma policía de Dallas.

Los oficiales que decidieron arrestarlo por una violación al Código de la Ciudad se hicieron acompañar de hasta cinco patrullas durante el incidente, refirió Galicia Álvarez.

"Uno de los policías hablaba español y me dijo que estaba prohibido vender en ese lugar... Y luego llegaron cinco patrullas", recordó en una coversación por teléfono el paletero.

La forma en que la policía alegadamente llevó a cabo el interrogatorio y detención de Galicia Álvarez salió a la luz pública luego de que Marco Malagón, un líder proinmigrante de esta ciudad que pasaba por las calles Cockrell Hill y Davis, coincidentemente fue testigo del hecho y lo reportó de inmediato en su página de Facebook.

"Fue increíble ver cómo dejaron las manzanas tiradas en el suelo… parece que no les importó las necesidades del vendedor ni la limpieza en la ciudad", dijo Malagón a Hoy Dallas al describir la detención del mexicano.

Las fotos que el activista tomó de las acciones que presenció de la policía también las publicó en Facebook.

Malagón observó de lejos, para no interferir con la ley, cómo los oficiales interrogaban al indocumentado, según su parecer, con cierto dejo de burla.

"Se reían entre ellos como burlándose. Fue una injusticia", añadió.

Álvarez fue arrestado en la escena ante la imposibilidad de demostrar una tarjeta de identidad, y por violaciones a leyes que rigen las ventas en la vía pública, dijo vía correo electrónico Sherri Jeffrey, vocera del Departamento de Policía de Dallas.

"Los dos oficiales observaron a Cirilio Galicia Álvarez vendiendo sus dulces de manzana a los automovilistas cerca de una avenida lo cual es una violación a códigos de la ciudad. Durante la investigación en esta violación Álvarez no pudo mostrar a los agentes de la policía su verdadera identidad. Álvarez fue puesto bajo arresto por vender en la vía pública y por no tener I.D. Y como dijo a los oficiales que nadie podía hacerse cargo de sus productos ni de su bicicleta, los oficiales dejaron las manzanas en el lugar del incidente por tratarse de mercancía perecedera, algo que esta prohibido guardar o almacenar en bodegas de la policía", explicó Jeffrey.

DOBLE MORAL: Un hecho que para Malagón muestra la nula sensibilidad de los oficiales de la policía y la ineptitud por no respetar el código de ciudad limpia.

Es, dijo, "prueba de la doble moral de una ciudad que por un lado pide que se respeten los reglamentos de limpieza y por el otro tira como si fuera basura el producto con el que este hombre mantiene honradamente a su familia".

Añadió que ante este hecho, personalmente radicó la denuncia correspondiente ante la policía.

INMIGRACIÓN: Además de observar la contradicción en la que incurrió la policía de Dallas tras detener a Galicia Álvarez, Malagón reflexionó sobre la situación del detenido, un indocumentado a quien el arresto lo pondría en manos de las autoridades de inmigración.

"Otra vez la doble moral de la ciudad que por un lado dice ser ciudad santuario pero por el otro participa en el programa en el que la policía permite la presencia de agentes de inmigración en la cárcel", señaló Malagón.

Precisamente el peligro de su futuro en este país es lo único que preocupaba al propio Cirilo Galicia Álvarez al estar en la cárcel.

"El que nada debe nada teme", respondió a esta reportera el mexicano, al platicar sobre su situación jurídica por el arresto.

Agregó que la amenaza de una posible deportación era lo que le mantenía el alma en vilo mientras estaba tras la rejas.

Galicia Álvarez vive solo en esta ciudad, es el padre de gemelos de 15 años de edad que viven en su natal Morelos, México por quienes trabaja vendiendo paletas de manzana acarameladas, producto tradicionalmente mexicano que él mismo elabora en su vivienda.

"Imagínese si me deportan, que voy a hacer allá si yo mantengo a mis hijos", explicó.

El mexicano salió de prisión el pasado miércoles gracias a las gestiones de Malagón quien se movilizó para denunciar el hecho.

PÉRDIDAS: El inmigrante ha perdido tres días de trabajo y el ingreso por la mercancía que la policía le tiró.

"Son manzanas que yo compro y que yo mismo hago con el caramelo y luego las vendo", dijo.

Añadió que en promedio vende unas 70 manzanas al día y que entre sus clientes hay, incluso, agentes de la policía por eso cuando lo detuvieron pensó que le iban a comprar manzanas.

"Cuántas quiere jefecito, le dije al policía pensando que me iban a comprar manzanas", contó.

Y a pesar de su incertidumbre, sus pérdidas monetarias y sus días en la cárcel Galicia Álvarez dice estar tranquilo y no sentir rencor.

"Ellos hacían su trabajo", dijo.

MANZANAS: Las reacciones a la detención de Galicia Álvarez fueron evidentes en Facebook en donde algunos criticaron como "exceso" la actuación de la policia, su falta de tacto y la ignorancia sobre lo que las manzanas de Cirilo representan para los mexicanos.

"Estas manzanas con caramelo llevan muchos años {de venderse} en México y son productos artesanales", dijo Manuel Tellez, repostero de Oak Cliff.

Agregó que elaborarlas requiere de tiempo. "El valor material no es mucho pero el valor artesanal es inmenso. Es un trabajo hecho a mano", indicó.

Aseguró que su venta en las calles y barrios trae recuerdos de la niñez para muchos mexicanos.

"No es solo una manzana con dulce, es una golosina que te recuerda tu infancia", dijo.

Galicia Álvarez dijo que seguirá las recomendaciones de la policía, aunque su preocupación ahora es, su bicicleta. Su herramienta de trabajo que fue decomisada por la policía y la misma que no pude recuperar por carecer de un documento de identidad.

"No sé cómo le voy a hacer para sacar la bicicleta", concluyó.

El domingo pasado, en cambio, este inmigrante indocumentado, de 46 años de edad fue despojado nuevamente de sus productos; pero en esta ocasión no fueron ladrones los que le arrebataron el sustento familiar, sino la misma policía de Dallas.

Los oficiales que decidieron arrestarlo por una violación al Código de la Ciudad se hicieron acompañar de hasta cinco patrullas durante el incidente, refirió Galicia Álvarez.

"Uno de los policías hablaba español y me dijo que estaba prohibido vender en ese lugar... Y luego llegaron cinco patrullas", recordó en una coversación por teléfono el paletero.

La forma en que la policía alegadamente llevó a cabo el interrogatorio y detención de Galicia Álvarez salió a la luz pública luego de que Marco Malagón, un líder proinmigrante de esta ciudad que pasaba por las calles Cockrell Hill y Davis, coincidentemente fue testigo del hecho y lo reportó de inmediato en su página de Facebook.

"Fue increíble ver cómo dejaron las manzanas tiradas en el suelo… parece que no les importó las necesidades del vendedor ni la limpieza en la ciudad", dijo Malagón a Hoy Dallas al describir la detención del mexicano.

Las fotos que el activista tomó de las acciones que presenció de la policía también las publicó en Facebook.

Malagón observó de lejos, para no interferir con la ley, cómo los oficiales interrogaban al indocumentado, según su parecer, con cierto dejo de burla.

"Se reían entre ellos como burlándose. Fue una injusticia", añadió.

Álvarez fue arrestado en la escena ante la imposibilidad de demostrar una tarjeta de identidad, y por violaciones a leyes que rigen las ventas en la vía pública, dijo vía correo electrónico Sherri Jeffrey, vocera del Departamento de Policía de Dallas.

"Los dos oficiales observaron a Cirilio Galicia Álvarez vendiendo sus dulces de manzana a los automovilistas cerca de una avenida lo cual es una violación a códigos de la ciudad. Durante la investigación en esta violación Álvarez no pudo mostrar a los agentes de la policía su verdadera identidad. Álvarez fue puesto bajo arresto por vender en la vía pública y por no tener I.D. Y como dijo a los oficiales que nadie podía hacerse cargo de sus productos ni de su bicicleta, los oficiales dejaron las manzanas en el lugar del incidente por tratarse de mercancía perecedera, algo que esta prohibido guardar o almacenar en bodegas de la policía", explicó Jeffrey.

DOBLE MORAL: Un hecho que para Malagón muestra la nula sensibilidad de los oficiales de la policía y la ineptitud por no respetar el código de ciudad limpia.

Es, dijo, "prueba de la doble moral de una ciudad que por un lado pide que se respeten los reglamentos de limpieza y por el otro tira como si fuera basura el producto con el que este hombre mantiene honradamente a su familia".

Añadió que ante este hecho, personalmente radicó la denuncia correspondiente ante la policía.

INMIGRACIÓN: Además de observar la contradicción en la que incurrió la policía de Dallas tras detener a Galicia Álvarez, Malagón reflexionó sobre la situación del detenido, un indocumentado a quien el arresto lo pondría en manos de las autoridades de inmigración.

"Otra vez la doble moral de la ciudad que por un lado dice ser ciudad santuario pero por el otro participa en el programa en el que la policía permite la presencia de agentes de inmigración en la cárcel", señaló Malagón.

Precisamente el peligro de su futuro en este país es lo único que preocupaba al propio Cirilo Galicia Álvarez al estar en la cárcel.

"El que nada debe nada teme", respondió a esta reportera el mexicano, al platicar sobre su situación jurídica por el arresto.

Agregó que la amenaza de una posible deportación era lo que le mantenía el alma en vilo mientras estaba tras la rejas.

Galicia Álvarez vive solo en esta ciudad, es el padre de gemelos de 15 años de edad que viven en su natal Morelos, México por quienes trabaja vendiendo paletas de manzana acarameladas, producto tradicionalmente mexicano que él mismo elabora en su vivienda.

"Imagínese si me deportan, que voy a hacer allá si yo mantengo a mis hijos", explicó.

El mexicano salió de prisión el pasado miércoles gracias a las gestiones de Malagón quien se movilizó para denunciar el hecho.

PÉRDIDAS: El inmigrante ha perdido tres días de trabajo y el ingreso por la mercancía que la policía le tiró.

"Son manzanas que yo compro y que yo mismo hago con el caramelo y luego las vendo", dijo.

Añadió que en promedio vende unas 70 manzanas al día y que entre sus clientes hay, incluso, agentes de la policía por eso cuando lo detuvieron pensó que le iban a comprar manzanas.

"Cuántas quiere jefecito, le dije al policía pensando que me iban a comprar manzanas", contó.

Y a pesar de su incertidumbre, sus pérdidas monetarias y sus días en la cárcel Galicia Álvarez dice estar tranquilo y no sentir rencor.

"Ellos hacían su trabajo", dijo.

MANZANAS: Las reacciones a la detención de Galicia Álvarez fueron evidentes en Facebook en donde algunos criticaron como "exceso" la actuación de la policia, su falta de tacto y la ignorancia sobre lo que las manzanas de Cirilo representan para los mexicanos.

"Estas manzanas con caramelo llevan muchos años {de venderse} en México y son productos artesanales", dijo Manuel Tellez, repostero de Oak Cliff.

Agregó que elaborarlas requiere de tiempo. "El valor material no es mucho pero el valor artesanal es inmenso. Es un trabajo hecho a mano", indicó.

Aseguró que su venta en las calles y barrios trae recuerdos de la niñez para muchos mexicanos.

"No es solo una manzana con dulce, es una golosina que te recuerda tu infancia", dijo.

Galicia Álvarez dijo que seguirá las recomendaciones de la policía, aunque su preocupación ahora es, su bicicleta. Su herramienta de trabajo que fue decomisada por la policía y la misma que no pude recuperar por carecer de un documento de identidad.

"No sé cómo le voy a hacer para sacar la bicicleta", concluyó.