En Dallas, cientos de personas enmarcaron la conmemoración de la Revolución Mexicana el pasado jueves con una emotiva demostración en el puente de la Avenida Continental, en la que le exigieron al gobierno mexicano cuentas claras en el caso de los estudiantes de Ayotzinapa y se solidarizaron con las familias de los jóvenes cuyo paradero aún se desconoce.
FOTOS: http://on.fb.me/1FrV62r
La vigilia transcurrió de manera pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo enérgica, con cantos de protesta y pedidos de renuncia contra el presidente Enrique Peña Nieto.
Aunque coincidió con el discurso nacional que pronunció el mandatario Barack Obama para anunciar sus medidas en beneficio de unos cuantos millones de indocumentados en Estados Unidos, la asistencia fue robusta. Decenas de vehículos se concentraron en torno al lugar poco después que el sol se ocultó. La convocatoria semi-espontánea, que cobró fuerza en el Facebook, logró concentrar a un grupo de alrededor de 500 asistentes que llegaron con veladoras, carteles y altavoces para denunciar la situación de incertidumbre que prima sobre el caso Ayotzinapa.
Lenin Zaid, oriundo de Monterrey, trabajó diez horas ese día, pero hizo un esfuerzo extra para acudir con su hijo a la manifestación. Llegó unos minutos después de las ocho.
"Llegué cansado {de trabajar}, sin embargo vengo a apoyar aquí a mis compatriotas y a decir un ya basta contra la impunidad y la corrupción del gobierno actual de México. Hoy como padre de familia vengo y represento aquí el dolor de todos los padres de Ayotzinapa", explicó a Hoy Dallas.
Zaid calificó la actuación del gobierno como "un acto de impunidad", porque dijo que los estudiantes normalistas del estado de Guerrero fueron reprimidos por acciones con las que sólo buscaban un bienestar.
Aunque vive en Irving desde hace 12 años, y no ha regresado a México desde entonces, está al pendiente de su país.
"Todos dicen, sí yo apoyo, en el Facebook o en el Twitter, pero hay que venir; a decir aquí estoy, aquí estamos, sí se puede. Y pues ahora pude yo".
"POR MÉXICO Y POR EL MUNDO"
Eunice Arcos y Erika Obando no nacieron en México, pero sus padres sí. Y eso les bastó para convocar y liderar discretamente la demostración que hizo eco en varias partes del mundo. Ese mismo jueves había también dos manifestaciones programadas durante el día en las afueras del Consulado Mexicano de Dallas.
"Al principio solamente nos quisimos tomar una foto para publicarla y decir "Dallas For Ayotzinapa", pero poco a poco fue creciendo todo, y entonces organizamos el evento por Facebook, luego la televisión lo anunció", dijo Arcos al final de la vigilia, mientras trataba de supervisaba que todo el lugar quedara en las mismas condiciones en las que estaba antes del evento.
Había varias patrullas de policía y los oficiales observaban atentamente sin decir nada.
"Gracias a Dios no hubo ningún problema. La gente respetó, nos ayudó a limpiar, nos han ayudado muchísimo hasta en organizar todo", añadió.
"Ayotzinapa fue algo que nos motivó a decir ya basta, no más, ya me cansé, pero obviamente no queremos que el movimiento no pare aquí, que podamos promover la paz, el amor y la justicia para todo el mundo", declaró Arcos emocionada.
El representante estatal Roberto Alonzo también atendió a la convocatoria. Llegó con su familia y al tomar el micrófono, brevemente explicó que estaba ahí para "acompañarlos, como muestra de apoyo a la comunidad mexicana".
Desde Fort Worth, Vicente Lara y Flor Valdez llegaron gustosos a unirse a la demostración.
"Vine a apoyar a la gente de Ayotzinapa, a todo México. Vine a ser parte de está manifestación para que ojalá que cambien las cosas", dijo Lara, nacido en Michoacán.
Valdez, originaria del Estado de México, explicó con más detalles los motivos de su presencia.
"Vine a solidarizarme también, y si bien mucha gente dice que no se cambia mucho viniendo y manifestándose, pienso que igual no se va a hacer nada si no salimos, si no alzamos la voz por esos que se fueron (43 estudiantes). Yo soy estudiante también y no me puedo imaginar tener ese tipo de represión cuando uno está alzando la voz por sus derechos".
Valdez tiene 32 años y a pesar de que ya tiene mucho tiempo que no vive en México, "sigo al pendiente de todo lo que pasa. La masacre en Atenco, no me tocó gracias a Dios estar allá pero ya basta. Yo creo que como mexicanos, no importa donde estemos, nos indigna esa injusticia. Y tenemos que decirlo y alzar la voz y manifestarnos".
"Ya basta de que nos quieran idiotizar. Somos más los de abajo, y vamos a hacer una diferencia. Esta es la generación que va a marcar el futuro de México", concluyó.
FOTOS: http://on.fb.me/1FrV62r
La vigilia transcurrió de manera pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo enérgica, con cantos de protesta y pedidos de renuncia contra el presidente Enrique Peña Nieto.
Aunque coincidió con el discurso nacional que pronunció el mandatario Barack Obama para anunciar sus medidas en beneficio de unos cuantos millones de indocumentados en Estados Unidos, la asistencia fue robusta. Decenas de vehículos se concentraron en torno al lugar poco después que el sol se ocultó. La convocatoria semi-espontánea, que cobró fuerza en el Facebook, logró concentrar a un grupo de alrededor de 500 asistentes que llegaron con veladoras, carteles y altavoces para denunciar la situación de incertidumbre que prima sobre el caso Ayotzinapa.
Lenin Zaid, oriundo de Monterrey, trabajó diez horas ese día, pero hizo un esfuerzo extra para acudir con su hijo a la manifestación. Llegó unos minutos después de las ocho.
"Llegué cansado {de trabajar}, sin embargo vengo a apoyar aquí a mis compatriotas y a decir un ya basta contra la impunidad y la corrupción del gobierno actual de México. Hoy como padre de familia vengo y represento aquí el dolor de todos los padres de Ayotzinapa", explicó a Hoy Dallas.
Zaid calificó la actuación del gobierno como "un acto de impunidad", porque dijo que los estudiantes normalistas del estado de Guerrero fueron reprimidos por acciones con las que sólo buscaban un bienestar.
Aunque vive en Irving desde hace 12 años, y no ha regresado a México desde entonces, está al pendiente de su país.
"Todos dicen, sí yo apoyo, en el Facebook o en el Twitter, pero hay que venir; a decir aquí estoy, aquí estamos, sí se puede. Y pues ahora pude yo".
"POR MÉXICO Y POR EL MUNDO"
Eunice Arcos y Erika Obando no nacieron en México, pero sus padres sí. Y eso les bastó para convocar y liderar discretamente la demostración que hizo eco en varias partes del mundo. Ese mismo jueves había también dos manifestaciones programadas durante el día en las afueras del Consulado Mexicano de Dallas.
"Al principio solamente nos quisimos tomar una foto para publicarla y decir "Dallas For Ayotzinapa", pero poco a poco fue creciendo todo, y entonces organizamos el evento por Facebook, luego la televisión lo anunció", dijo Arcos al final de la vigilia, mientras trataba de supervisaba que todo el lugar quedara en las mismas condiciones en las que estaba antes del evento.
Había varias patrullas de policía y los oficiales observaban atentamente sin decir nada.
"Gracias a Dios no hubo ningún problema. La gente respetó, nos ayudó a limpiar, nos han ayudado muchísimo hasta en organizar todo", añadió.
"Ayotzinapa fue algo que nos motivó a decir ya basta, no más, ya me cansé, pero obviamente no queremos que el movimiento no pare aquí, que podamos promover la paz, el amor y la justicia para todo el mundo", declaró Arcos emocionada.
El representante estatal Roberto Alonzo también atendió a la convocatoria. Llegó con su familia y al tomar el micrófono, brevemente explicó que estaba ahí para "acompañarlos, como muestra de apoyo a la comunidad mexicana".
Desde Fort Worth, Vicente Lara y Flor Valdez llegaron gustosos a unirse a la demostración.
"Vine a apoyar a la gente de Ayotzinapa, a todo México. Vine a ser parte de está manifestación para que ojalá que cambien las cosas", dijo Lara, nacido en Michoacán.
Valdez, originaria del Estado de México, explicó con más detalles los motivos de su presencia.
"Vine a solidarizarme también, y si bien mucha gente dice que no se cambia mucho viniendo y manifestándose, pienso que igual no se va a hacer nada si no salimos, si no alzamos la voz por esos que se fueron (43 estudiantes). Yo soy estudiante también y no me puedo imaginar tener ese tipo de represión cuando uno está alzando la voz por sus derechos".
Valdez tiene 32 años y a pesar de que ya tiene mucho tiempo que no vive en México, "sigo al pendiente de todo lo que pasa. La masacre en Atenco, no me tocó gracias a Dios estar allá pero ya basta. Yo creo que como mexicanos, no importa donde estemos, nos indigna esa injusticia. Y tenemos que decirlo y alzar la voz y manifestarnos".
"Ya basta de que nos quieran idiotizar. Somos más los de abajo, y vamos a hacer una diferencia. Esta es la generación que va a marcar el futuro de México", concluyó.