Policía de Grapevine que mató a inmigrante mexicano desarmado no enfrentará cargos

DALLAS, Texas -- Un gran jurado del Condado de Tarrant ha decidido que no presentará cargos contra el policía Robert Clark, quien en febrero tiroteó mortalmente al mexicano Ruben García Villalpando tras una persecución a alta velocidad que culminó en los límites de las municipalidades de Grapevine y Euless.

García Villalpando fue declarado muerto en el hospital John Peter Smith de Fort Worth, el pasado 21 de febrero. En el reporte, la manera del deceso del inmigrante de 31 años, originario de Durango, es descrita como homicidio.

La autopsia reveló que el mexicano, padre de cuatro hijos, estaba legalmente intoxicado la noche en que fue balaceado. Sus niveles de alcohol en la sangre superaban el 0.08 por ciento, el límite legal para conducir.

"Todavía no hay pena de muerte en Texas por manejar intoxicado, sin un juicio", opinó el abogado Domingo García tras conocerse el estado en que se encontraba Villalpando cuando ocurrió el mortal incidente. 

En un comunicado emitido a la prensa, la Fiscalía del Condado de Tarrant anunció este lunes la decisión del gran jurado, que desde el 6 de mayo empezó a revisar evidencias que apuntaban a un probable caso de abuso de autoridad contra Clark.

"Los integrantes del gran jurado recibieron acceso total a toda la evidencia en este caso: vídeos de teléfonos celulares, el vídeo del vehículo del oficial Clark, testimonios de testigos, archivos y reportes policiacos e información adicional que solicitaron", dijo Larry Moore, fiscal que presentó el caso al jurado.

La policía de Grapevine hizo público el video que captura la persecución y parte del tiroteo de la noche del 20 de febrero, pero lo editó y lo presentó de manera explicativa en justificación de los actos de Clark.

García Villalpando fue declarado muerto en el hospital John Peter Smith de Fort Worth, el pasado 21 de febrero. En el reporte, la manera del deceso del inmigrante de 31 años, originario de Durango, es descrita como homicidio.

La autopsia reveló que el mexicano, padre de cuatro hijos, estaba legalmente intoxicado la noche en que fue balaceado. Sus niveles de alcohol en la sangre superaban el 0.08 por ciento, el límite legal para conducir.

"Todavía no hay pena de muerte en Texas por manejar intoxicado, sin un juicio", opinó el abogado Domingo García tras conocerse el estado en que se encontraba Villalpando cuando ocurrió el mortal incidente. 

En un comunicado emitido a la prensa, la Fiscalía del Condado de Tarrant anunció este lunes la decisión del gran jurado, que desde el 6 de mayo empezó a revisar evidencias que apuntaban a un probable caso de abuso de autoridad contra Clark.

"Los integrantes del gran jurado recibieron acceso total a toda la evidencia en este caso: vídeos de teléfonos celulares, el vídeo del vehículo del oficial Clark, testimonios de testigos, archivos y reportes policiacos e información adicional que solicitaron", dijo Larry Moore, fiscal que presentó el caso al jurado.

La policía de Grapevine hizo público el video que captura la persecución y parte del tiroteo de la noche del 20 de febrero, pero lo editó y lo presentó de manera explicativa en justificación de los actos de Clark.