NUEVA ORLEANS, Louisiana -- Sin llegar a una conclusión inmediata, un panel de tres jueces escuchó el viernes los argumentos orales de abogados del gobierno federal y de los 26 estados encabezados por Texas que tienen bloqueada la Acción Ejecutiva de Barack Obama, la cual beneficiaría con permisos de trabajo y alivio migratorio a alrededor de 5 millones de indocumentados en Estados Unidos.
El siguiente paso, el fallo que emitan los tres magistrados, podría ocurrir dentro de varias semanas o meses.
"No podemos esperar ya más, ni permitir que nuestras familias sean usadas como un cebo político. Esperamos que la decisión de la Corte de Apelaciones se enfoque en la constitucionalidad y legalidad de las acciones ejecutivas y permita que las familias permanezcan unidas a través de los programas DAPA y DACA extendido", reaccionó de forma enérgica Douglas Interiano, fundador de Proyecto Inmigrante con sede en Fort Worth.
Como ocurrió en la audiencia de hace un par de meses, cientos de activistas y simpatizantes hicieron una manifestación pro-inmigrante afuera del edificio que alberga a la Corte Federal de Apelaciones en Nueva Orleans.
En esta ocasión, varios manifestantes llevaron a cabo actos de obediencia civil en la ciudad, varios de los cuales culminaron en su arresto, reportaron voceros de las organizaciones a las que pertenecen.
"Todos saben que no tengo papeles, pero no tengo miedo", dijo Brenda Castro, una inmigrante integrante del Congreso de Jornaleros. El esposo de Brenda fue arrestado durante el acto de desobediencia civil, tras tomar parte en un bloqueo a las calles adyacentes a la sede regional de ICE (Immigration and Customs Enforcement) en Nueva Orleáns.
"Independientemente de lo que estos jueces decidan, nuestra lucha con ICE va a continuar. Vamos a pelear para apoyar a cada trabajador y miembro de familia que ICE persiga en las callas de Nueva Orleáns", dijo Castro.
LA ESPERA
"Cuánto más tienen que esperar (los indocumentados) para alcanzar el Sueño Americano", dijo el Padre Stephen Jasso, de Fort Worth, en una declaración emitida por escrito poco después de que la audiencia terminó. "La mayoría de la población de Estados Unidos quiere una reforma migratoria, escuchen a la voz del pueblo estadounidense. 'Vox populi,vox Dei2'".
Interiano, quien estuvo presente durante los alegatos en Nueva Orleáns el viernes, estimó que el tribunal "se convirtió en un campo de batalla política que hizo a un lado su principal objetivo en el proceso judicial.
"Es inaceptable que el gobierno de los 26 estados participantes en la demanda hayan cuestionado la constitucionalidad de las Acciones Ejecutivas, mientras que Texas reclama un incremento en el precio de los programas de educación y la salud, y de la emisión de licencias de conducir".
Saket Soni del Centro para la Justicia Racial de Nueva Orleáns (NOWCRJ, por sus siglas en inglés) dijo sobre la jornada del viernes en la corte, que: "Texas vs. Estados Unidos se convirtió en una visión de los inmigrantes como mano de obra barata frente a una visión de los inmigrantes como trabajadores dignos que merecen respeto."
El senador de Arizona John McCain declaró que ya era un circo la oposición de los republicanos a los intentos por reformar el sistema de inmigración, y que si no apoyaban una Reforma Migratoria, los de su partido no ganarían las elecciones presidenciales de 2016.
El siguiente paso, el fallo que emitan los tres magistrados, podría ocurrir dentro de varias semanas o meses.
"No podemos esperar ya más, ni permitir que nuestras familias sean usadas como un cebo político. Esperamos que la decisión de la Corte de Apelaciones se enfoque en la constitucionalidad y legalidad de las acciones ejecutivas y permita que las familias permanezcan unidas a través de los programas DAPA y DACA extendido", reaccionó de forma enérgica Douglas Interiano, fundador de Proyecto Inmigrante con sede en Fort Worth.
Como ocurrió en la audiencia de hace un par de meses, cientos de activistas y simpatizantes hicieron una manifestación pro-inmigrante afuera del edificio que alberga a la Corte Federal de Apelaciones en Nueva Orleans.
En esta ocasión, varios manifestantes llevaron a cabo actos de obediencia civil en la ciudad, varios de los cuales culminaron en su arresto, reportaron voceros de las organizaciones a las que pertenecen.
"Todos saben que no tengo papeles, pero no tengo miedo", dijo Brenda Castro, una inmigrante integrante del Congreso de Jornaleros. El esposo de Brenda fue arrestado durante el acto de desobediencia civil, tras tomar parte en un bloqueo a las calles adyacentes a la sede regional de ICE (Immigration and Customs Enforcement) en Nueva Orleáns.
"Independientemente de lo que estos jueces decidan, nuestra lucha con ICE va a continuar. Vamos a pelear para apoyar a cada trabajador y miembro de familia que ICE persiga en las callas de Nueva Orleáns", dijo Castro.
LA ESPERA
"Cuánto más tienen que esperar (los indocumentados) para alcanzar el Sueño Americano", dijo el Padre Stephen Jasso, de Fort Worth, en una declaración emitida por escrito poco después de que la audiencia terminó. "La mayoría de la población de Estados Unidos quiere una reforma migratoria, escuchen a la voz del pueblo estadounidense. 'Vox populi,vox Dei2'".
Interiano, quien estuvo presente durante los alegatos en Nueva Orleáns el viernes, estimó que el tribunal "se convirtió en un campo de batalla política que hizo a un lado su principal objetivo en el proceso judicial.
"Es inaceptable que el gobierno de los 26 estados participantes en la demanda hayan cuestionado la constitucionalidad de las Acciones Ejecutivas, mientras que Texas reclama un incremento en el precio de los programas de educación y la salud, y de la emisión de licencias de conducir".
Saket Soni del Centro para la Justicia Racial de Nueva Orleáns (NOWCRJ, por sus siglas en inglés) dijo sobre la jornada del viernes en la corte, que: "Texas vs. Estados Unidos se convirtió en una visión de los inmigrantes como mano de obra barata frente a una visión de los inmigrantes como trabajadores dignos que merecen respeto."
El senador de Arizona John McCain declaró que ya era un circo la oposición de los republicanos a los intentos por reformar el sistema de inmigración, y que si no apoyaban una Reforma Migratoria, los de su partido no ganarían las elecciones presidenciales de 2016.