Al conversar sobre el legado de los hispanos que han integrado la Mesa Directiva del Distrito Escolar de Dallas, el señor Trini Garza dice que lo más significativo del tema es señalar que hasta ahora ninguna mujer hispana ha ocupado un asiento ahí.
“Nunca ha salido electa una hispana, que es lo que necesitamos”, dice Garza, al inicio de una larga charla pactada con este medio en la Biblioteca Pública de West Dallas, en la calle Singleton, un sitio en donde es una figura familiar.
A sus 83 años, habla con lucidez aunque con pausas. Pero sus repasos son precisos. Recuerda a las mujeres que han ocupado puestos de elección popular y menciona a Pauline Medrano, Elba García, Delia Jasso y Anita Martínez, entre otras. También aclara que Kathleen Leos hizo un gran trabajo en la Mesa Directiva del DISD, pero no considera que sea latina.
“En cada ramo de la política necesitamos representantes hispanos”, afirma. Garza utiliza como agenda un calendario gigante de papel, en el cual anota sus citas con un lápiz y a mano, desde luego. De su primer periodo en el DISD, recuerda que solo Emmett Conrad y él representaban a las minorías de entre los nueve que integraban la Mesa Directiva.
“Sería bueno que tuviéramos a alguien de Pleasant Grove en el City Council. Es el área donde hay muchos hispanos y se necesita más representación”, añade. De Oak Cliff, el distrito de donde sirvió él, José Plata, Rafael Anchía y su hijo Jerome Garza, espera que surja una quinta persona que se integre al DISD, porque “el hispano que corrió en contra Eric Cowan perdió”.
1969-1971
Han pasado más de 45 años desde que Trini Garza llegó, como primer hispano, a la Mesa Directiva del Dallas ISD. En 1969 lo designaron para ocupar un lugar que había quedado vacante y en 1970 resultó electo en las votaciones “at large” que se usaban en esa época.
En 1961, después de terminar la carrera de Ingeniero eléctrico en Texas A&M, se mudó al área de Dallas junto a su esposa, Benilde Mendoza G. y sus primeros dos hijos. Para 1969, a pesar de que no era muy reconocido, ya se había involucrado en la escena del activismo en el área, en la época del movimiento de los Derechos Civiles.
“Lo que me facilitó ser considerado fue que en el 1969 yo había participado en organizar la primera conferencia de latinos para desarrollar planes para los hispanos, -eran los tiempos de los derechos civiles- y como siempre pasa, los afroamericanos siempre toman iniciativas, y nosotros pensábamos que era hora de que nosotros lo hiciéramos también…Y se había organizado un grupo estatal de hispanos, y cuando yo me di cuenta, hablé con otros líderes comunitarios, muchos de ellos religiosos, y les sugerí que tuviéramos algo similar en Dallas”.
EN WAXAHACHIE
Un nutrido grupo se reunió un viernes en Waxahachie, pasaron la noche ahí, y para el día siguiente salieron con planes para diferentes áreas. “El padre de la Catedral, David Cárdenas, el reverendo Rudy Sánchez de la Iglesia Bautista y yo, organizamos esta conferencia de como 75 hispanos… Fueron los Medranos, los Callejos, y muchos jóvenes también, para formular planes en diferentes áreas: educación, vivienda, trabajos; fue cuando la comunidad tomó nota de mi”, recuerda Garza.
Como integrante de la Mesa Directiva del DISD encontró que había muy pocos maestros hispanos y casi ningún director. Las maestras, dice, “estaban muy aplacadas, tenían miedo de comunicarse conmigo, porque creían que las iban a castigar. No había ningún hispano de director. Había nada más una escuela con nombre hispano, “Benito Juárez”, y eran unos cuartitos chiquitos”.
Garza presionó y después ocurrió el nombramiento de escuelas como Lorenzo Zavala y Juan Seguín. También se inició el impulso del programa de educación bilingue. “Había mucha segregación entonces, y las escuelas a donde iban los hispanos siempre estaban muy abajo”. También consiguió que se organizara un Comité Asesor Mexicoamericano integrado por personas que podían aconsejar a la administración del DISD, la mayoría era del grupo provenía de West Dallas y Oak Cliff.
SAN ANTONIO
Garza nació en Stockdale, Texas y se crió en la pequeña comunidad de Floresville. A los 11 años quedó huérfano de madre. Al graduarse de la preparatoria se mudó a San Antonio.
“Ahí trabajé y fui a la escuela de noche. Me enlisté en la reserva de la Marina, y cuando me reclutaron para ir a la guerra de Corea, entonces serví por dos años y medio en la Marina Naval (US Navy), era un operador de radio. Cuando salí del servicio fue cuando conocí a mi señora, nos casamos y tuvimos ahí nuestro primer niño. Luego me fui al colegio a terminar”.
REELECCIÓN
En 1971 Garza perdió su apuesta por reelegirse en su puesto en el DISD, pero su presencia en la comunidad siguió cobrando notoriedad. “Continué con mi carrera de ingeniero y haciendo diferentes actividades en la comunidad”.
En 1976 su esposa inició su negocio de restaurante. “Y yo me retiré en 1977 [de su empleo como ingeniero], para iniciar mi negocio de aire acondicionado”. El Ranchero Restaurant and Bakery, que se ubicó por muchas años en la Harry Hines fue antecedido por varios locales en la Singleton y Bernal - en West Dallas-, otro en Oak Cliff, y en Frisco, propiedad del matrimonio Garza.
INTEGRACIÓN
En los setentas hubo una demanda a las escuelas de parte de líderes afroamericanos, “y también incluyeron a Richard Medrano en ese grupo”, para pedir más integración, dice Garza. “Con esas demandas se comenzó a dar más atención a los grupos minoritarios. Pero una vez más, el empuje era más entre los afroamericanos que los hispanos. Ellos siempre gritan más y son más agresivos. Pero abrió las puertas para que nosotros también participáramos en esa abogacía”.
En 1973 se crearon los distritos uninominales (Single Member Districts). “Y ahí fue donde pudo entrar Roberto Medrano como el segundo miembro hispano de la Mesa Directiva [del DISD]”. Estuvo ahí hasta las ochentas cuando fue electo René Castilla.
DESGREGACIÓN LENTA
La desgregación de las escuelas se promulgó en 1954, “pero el DISD se movió muy despacio. Comenzaron con un grado a la vez, pero era más con los afroamericanos que con los hispanos. A nosotros siempre nos ignoraban y en muchos casos para cumplir con las leyes federales a los hispanos nos consideraban blancos, eso fue algo sobre lo que yo opiné en contra”, recuerda Garza.
“En los setentas las leyes federales implementaron la integración, y muchos de los alumnos afroamericanos del Sur de Dallas los llevaban en autobuses a North Dallas, a escuelas de blancos, y trataban de cumplir con las reglas y contaban a los alumnos blancos y a los hispanos como un grupo. Y cuando yo me opuse a eso fue algo controversial. –Pero tenía que hacerse”.
Fue con ese esfuerzo que los hispanos fueron reconocidos más y más. Entonces se establecieron tres categorías: blancos, hispanos y afroamericanos.
DIRTY DOZEN
Del llamado grupo “Dirty Dozen”, a Garza solo se le escapó un nombre cuando hizo la lista de sus integrantes la mañana antes de esta entrevista. “Ya casi la mitad han fallecido, pero Frances Rizo y René Martínez eran los más jóvenes. El doctor Hernández y Adelfa eran de los mayores”.
El grupo se enfocaba en que se reconocieran a los hispanos en todas las áreas. “Pete Aguirre me ayudó a ser electo a la escuela, y yo después le ayudé a ser electo al City Council, después de Anita Martínez”.
EMPRESARIO
A la par de su carrera como ingeniero y de apoyar a su esposa con el restaurante, Garza se daba tiempo de atender numerosas peticiones de la comunidad, recuerda. Había tan pocos líderes reconocidos que a veces la carga era “de más”, comenta casi con timidez. “Yo tenía mi familia también, estaban mis chamacos chicos”.
A diferencia de otros servidores que se han enfocado en reunir recursos, lo cual considera muy importante, Garza admite que su visión ha sido otra. “En mi caso nunca ha habido ese énfasis, me sacrifico nada más para sostenerme, pero no para enriquecerme… [para] ayudar a la comunidad”.
ORIGEN HUMILDE
Debido a su humilde cuna, el trabajo duro y la dedicación forjaron el noble carácter de Garza, quien a los 17 años sufrió la pérdida de su padre, con quien solía viajar a Montana a la cosecha del betabel durante las vacaciones de verano. A la par de su progenitor, desde los 11 se había hecho cargo de sus tres hermanos menores tras la muerte de su mamá.
PASIÓN
“Mi verdadera pasión es levantar nuestro nivel de vida, y mucho tiene qué ver con la pobreza en la cual yo me crié. Mis padres no tuvieron educación. Mi mamá nunca fue a la escuela y mi papá fue como al tercer grado. Cuando mi mamá tuvo la última niña contrajo una infección que se convirtió en cáncer y murió a los 29 años”.
“Él es una persona ejemplar. Un modelo ejemplar, que ha estado haciendo muchas obras a favor de la comunidad en muchos niveles. Tiene 83 años y no ha parado. A veces le falta energía, pero nunca el ánimo”, opina Héctor Flores, antiguo presidente de LULAC Nacional.“Es una persona muy pacífica, muy bien pensada, bien orientado, bien educado en los temas de importancia de nuestra comunidad. Ha estado abriendo puertas para todos por muchos años. Un pionero, sin duda”.
OCHENTAS
Los sucesores de la época de la Dirty Dozen fue la generación que encabezaron Domingo García y Roberto Alonzo, que tenían preparación legal y entablaron una demandas importantes, estima Garza. “Yo quisiera que hubiera manera de que se reconciliaran otra vez”, reflexiona también acerca del conocido distanciamiento entre los dos abogados.
En 1981, Garza fue electo como presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Dallas. “La Cámara estaba débil, no tenía dinero para ocupar a alguien que pudiera levantarla. No fue hasta los últimos de los ochentas que se comenzó a levantar”.
NOVENTAS
Garza regresó a la Mesa Directiva del DISD, en donde estuvo entre 1991 y 1994, para después trabajar durante la administración Clinton en el Departamento de Educación (como Deputy Regional Director) en un distrito en Dallas que cubría Nuevo México, Arkansas, Oklahoma, Luisiana y Texas.
ALGO DIFERENTE
A principios de la década pasada, en el 2001 aceptó integrarse a La Voz del Anciano, una experiencia “completamente diferente”, dice Garza.
“Fue nueva educación cuando aprendí a atender a los ancianos. Me ayudó mucho porque aprendí a cuidar mejor a mi señora y cómo cuidarme yo mismo también”. En 1993, Benilde Garza sufrió un derrame cerebral que la dejó debilitada.
El señor Trini trabajó en dicha organización hasta el 2008. Pero poco después, la Dra. García lo nombró miembro de la Comisión de Asuntos de los Ancianos de la ciudad de Dallas. Después fue reafirmado por Jasso en la misma tarea, y recientemente fue el alcalde Mike Rawlings quien lo designó.
ESCUELA TRINI GARZA
En el 2010, el DISD bautizó a una escuela con el nombre de Trini Garza, “por lo general se hace a personas que ya han fallecido, pero yo todavía estoy vivo”, dice con alegría al hablar de la Trinidad 'Trini' Garza Early College High School.
“Los alumnos [de preparatoria] toman cursos de colegio. Y la mitad de ellos se gradúan con un diploma de high school y un “associate degree”. Para mi es un ejemplo de los curriculums que deben de formularse en la gran mayoría de nuestras escuelas, especialmente entre las de los hispanos, porque estamos creciendo”.
ELECTORES
En cuanto a la gente que sale a votar, Garza cree que ha aumentado el número de participantes, pero hay mucho por lograr todavía.
“Hay más pero no es suficiente. Todavía hay mucha apatía en los hispanos. Siempre oigo yo que, ‘pa qué voto, no va a hacer ninguna diferencia’. O ‘son puros bandidos’. La cultura de votar no ha crecido aquí en Dallas como en San Antonio o en Houston. También tenemos a muchas personas que todavía no son ciudadanos y no pueden votar, pero muchas veces el interés de esas personas es más grande que el de los que hemos vivido aquí mucho tiempo”.
MEJORÍA EN LA COMUNIDAD
Garza, quien el año pasado enviudó, ve una clara mejoría en la calidad de vida y oportunidades de los hispanos hoy en día a comparación de la situación de los setentas, “desafortunadamente muchos de eso educados no regresan a ayudar, y eso es mucho del énfasis de LULAC y otro grupos, como Hispanic Women 101”. Estima que la generación más joven de líderes está incluso mejor educada.
“Estamos luchando todos juntos ahorita, los que iniciamos con los nuevos, y habían más…”. Hace una pequeña pausa y se reanima al recordar que Victoria Neave, una abogada del Este de Dallas, ha decidido candidatearse para el cargo de Representante Estatal.
@Hoydallas
“Nunca ha salido electa una hispana, que es lo que necesitamos”, dice Garza, al inicio de una larga charla pactada con este medio en la Biblioteca Pública de West Dallas, en la calle Singleton, un sitio en donde es una figura familiar.
A sus 83 años, habla con lucidez aunque con pausas. Pero sus repasos son precisos. Recuerda a las mujeres que han ocupado puestos de elección popular y menciona a Pauline Medrano, Elba García, Delia Jasso y Anita Martínez, entre otras. También aclara que Kathleen Leos hizo un gran trabajo en la Mesa Directiva del DISD, pero no considera que sea latina.
“En cada ramo de la política necesitamos representantes hispanos”, afirma. Garza utiliza como agenda un calendario gigante de papel, en el cual anota sus citas con un lápiz y a mano, desde luego. De su primer periodo en el DISD, recuerda que solo Emmett Conrad y él representaban a las minorías de entre los nueve que integraban la Mesa Directiva.
“Sería bueno que tuviéramos a alguien de Pleasant Grove en el City Council. Es el área donde hay muchos hispanos y se necesita más representación”, añade. De Oak Cliff, el distrito de donde sirvió él, José Plata, Rafael Anchía y su hijo Jerome Garza, espera que surja una quinta persona que se integre al DISD, porque “el hispano que corrió en contra Eric Cowan perdió”.
1969-1971
Han pasado más de 45 años desde que Trini Garza llegó, como primer hispano, a la Mesa Directiva del Dallas ISD. En 1969 lo designaron para ocupar un lugar que había quedado vacante y en 1970 resultó electo en las votaciones “at large” que se usaban en esa época.
En 1961, después de terminar la carrera de Ingeniero eléctrico en Texas A&M, se mudó al área de Dallas junto a su esposa, Benilde Mendoza G. y sus primeros dos hijos. Para 1969, a pesar de que no era muy reconocido, ya se había involucrado en la escena del activismo en el área, en la época del movimiento de los Derechos Civiles.
“Lo que me facilitó ser considerado fue que en el 1969 yo había participado en organizar la primera conferencia de latinos para desarrollar planes para los hispanos, -eran los tiempos de los derechos civiles- y como siempre pasa, los afroamericanos siempre toman iniciativas, y nosotros pensábamos que era hora de que nosotros lo hiciéramos también…Y se había organizado un grupo estatal de hispanos, y cuando yo me di cuenta, hablé con otros líderes comunitarios, muchos de ellos religiosos, y les sugerí que tuviéramos algo similar en Dallas”.
EN WAXAHACHIE
Un nutrido grupo se reunió un viernes en Waxahachie, pasaron la noche ahí, y para el día siguiente salieron con planes para diferentes áreas. “El padre de la Catedral, David Cárdenas, el reverendo Rudy Sánchez de la Iglesia Bautista y yo, organizamos esta conferencia de como 75 hispanos… Fueron los Medranos, los Callejos, y muchos jóvenes también, para formular planes en diferentes áreas: educación, vivienda, trabajos; fue cuando la comunidad tomó nota de mi”, recuerda Garza.
Como integrante de la Mesa Directiva del DISD encontró que había muy pocos maestros hispanos y casi ningún director. Las maestras, dice, “estaban muy aplacadas, tenían miedo de comunicarse conmigo, porque creían que las iban a castigar. No había ningún hispano de director. Había nada más una escuela con nombre hispano, “Benito Juárez”, y eran unos cuartitos chiquitos”.
Garza presionó y después ocurrió el nombramiento de escuelas como Lorenzo Zavala y Juan Seguín. También se inició el impulso del programa de educación bilingue. “Había mucha segregación entonces, y las escuelas a donde iban los hispanos siempre estaban muy abajo”. También consiguió que se organizara un Comité Asesor Mexicoamericano integrado por personas que podían aconsejar a la administración del DISD, la mayoría era del grupo provenía de West Dallas y Oak Cliff.
SAN ANTONIO
Garza nació en Stockdale, Texas y se crió en la pequeña comunidad de Floresville. A los 11 años quedó huérfano de madre. Al graduarse de la preparatoria se mudó a San Antonio.
“Ahí trabajé y fui a la escuela de noche. Me enlisté en la reserva de la Marina, y cuando me reclutaron para ir a la guerra de Corea, entonces serví por dos años y medio en la Marina Naval (US Navy), era un operador de radio. Cuando salí del servicio fue cuando conocí a mi señora, nos casamos y tuvimos ahí nuestro primer niño. Luego me fui al colegio a terminar”.
REELECCIÓN
En 1971 Garza perdió su apuesta por reelegirse en su puesto en el DISD, pero su presencia en la comunidad siguió cobrando notoriedad. “Continué con mi carrera de ingeniero y haciendo diferentes actividades en la comunidad”.
En 1976 su esposa inició su negocio de restaurante. “Y yo me retiré en 1977 [de su empleo como ingeniero], para iniciar mi negocio de aire acondicionado”. El Ranchero Restaurant and Bakery, que se ubicó por muchas años en la Harry Hines fue antecedido por varios locales en la Singleton y Bernal - en West Dallas-, otro en Oak Cliff, y en Frisco, propiedad del matrimonio Garza.
INTEGRACIÓN
En los setentas hubo una demanda a las escuelas de parte de líderes afroamericanos, “y también incluyeron a Richard Medrano en ese grupo”, para pedir más integración, dice Garza. “Con esas demandas se comenzó a dar más atención a los grupos minoritarios. Pero una vez más, el empuje era más entre los afroamericanos que los hispanos. Ellos siempre gritan más y son más agresivos. Pero abrió las puertas para que nosotros también participáramos en esa abogacía”.
En 1973 se crearon los distritos uninominales (Single Member Districts). “Y ahí fue donde pudo entrar Roberto Medrano como el segundo miembro hispano de la Mesa Directiva [del DISD]”. Estuvo ahí hasta las ochentas cuando fue electo René Castilla.
DESGREGACIÓN LENTA
La desgregación de las escuelas se promulgó en 1954, “pero el DISD se movió muy despacio. Comenzaron con un grado a la vez, pero era más con los afroamericanos que con los hispanos. A nosotros siempre nos ignoraban y en muchos casos para cumplir con las leyes federales a los hispanos nos consideraban blancos, eso fue algo sobre lo que yo opiné en contra”, recuerda Garza.
“En los setentas las leyes federales implementaron la integración, y muchos de los alumnos afroamericanos del Sur de Dallas los llevaban en autobuses a North Dallas, a escuelas de blancos, y trataban de cumplir con las reglas y contaban a los alumnos blancos y a los hispanos como un grupo. Y cuando yo me opuse a eso fue algo controversial. –Pero tenía que hacerse”.
Fue con ese esfuerzo que los hispanos fueron reconocidos más y más. Entonces se establecieron tres categorías: blancos, hispanos y afroamericanos.
DIRTY DOZEN
Del llamado grupo “Dirty Dozen”, a Garza solo se le escapó un nombre cuando hizo la lista de sus integrantes la mañana antes de esta entrevista. “Ya casi la mitad han fallecido, pero Frances Rizo y René Martínez eran los más jóvenes. El doctor Hernández y Adelfa eran de los mayores”.
El grupo se enfocaba en que se reconocieran a los hispanos en todas las áreas. “Pete Aguirre me ayudó a ser electo a la escuela, y yo después le ayudé a ser electo al City Council, después de Anita Martínez”.
EMPRESARIO
A la par de su carrera como ingeniero y de apoyar a su esposa con el restaurante, Garza se daba tiempo de atender numerosas peticiones de la comunidad, recuerda. Había tan pocos líderes reconocidos que a veces la carga era “de más”, comenta casi con timidez. “Yo tenía mi familia también, estaban mis chamacos chicos”.
A diferencia de otros servidores que se han enfocado en reunir recursos, lo cual considera muy importante, Garza admite que su visión ha sido otra. “En mi caso nunca ha habido ese énfasis, me sacrifico nada más para sostenerme, pero no para enriquecerme… [para] ayudar a la comunidad”.
ORIGEN HUMILDE
Debido a su humilde cuna, el trabajo duro y la dedicación forjaron el noble carácter de Garza, quien a los 17 años sufrió la pérdida de su padre, con quien solía viajar a Montana a la cosecha del betabel durante las vacaciones de verano. A la par de su progenitor, desde los 11 se había hecho cargo de sus tres hermanos menores tras la muerte de su mamá.
PASIÓN
“Mi verdadera pasión es levantar nuestro nivel de vida, y mucho tiene qué ver con la pobreza en la cual yo me crié. Mis padres no tuvieron educación. Mi mamá nunca fue a la escuela y mi papá fue como al tercer grado. Cuando mi mamá tuvo la última niña contrajo una infección que se convirtió en cáncer y murió a los 29 años”.
“Él es una persona ejemplar. Un modelo ejemplar, que ha estado haciendo muchas obras a favor de la comunidad en muchos niveles. Tiene 83 años y no ha parado. A veces le falta energía, pero nunca el ánimo”, opina Héctor Flores, antiguo presidente de LULAC Nacional.“Es una persona muy pacífica, muy bien pensada, bien orientado, bien educado en los temas de importancia de nuestra comunidad. Ha estado abriendo puertas para todos por muchos años. Un pionero, sin duda”.
OCHENTAS
Los sucesores de la época de la Dirty Dozen fue la generación que encabezaron Domingo García y Roberto Alonzo, que tenían preparación legal y entablaron una demandas importantes, estima Garza. “Yo quisiera que hubiera manera de que se reconciliaran otra vez”, reflexiona también acerca del conocido distanciamiento entre los dos abogados.
En 1981, Garza fue electo como presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Dallas. “La Cámara estaba débil, no tenía dinero para ocupar a alguien que pudiera levantarla. No fue hasta los últimos de los ochentas que se comenzó a levantar”.
NOVENTAS
Garza regresó a la Mesa Directiva del DISD, en donde estuvo entre 1991 y 1994, para después trabajar durante la administración Clinton en el Departamento de Educación (como Deputy Regional Director) en un distrito en Dallas que cubría Nuevo México, Arkansas, Oklahoma, Luisiana y Texas.
ALGO DIFERENTE
A principios de la década pasada, en el 2001 aceptó integrarse a La Voz del Anciano, una experiencia “completamente diferente”, dice Garza.
“Fue nueva educación cuando aprendí a atender a los ancianos. Me ayudó mucho porque aprendí a cuidar mejor a mi señora y cómo cuidarme yo mismo también”. En 1993, Benilde Garza sufrió un derrame cerebral que la dejó debilitada.
El señor Trini trabajó en dicha organización hasta el 2008. Pero poco después, la Dra. García lo nombró miembro de la Comisión de Asuntos de los Ancianos de la ciudad de Dallas. Después fue reafirmado por Jasso en la misma tarea, y recientemente fue el alcalde Mike Rawlings quien lo designó.
ESCUELA TRINI GARZA
En el 2010, el DISD bautizó a una escuela con el nombre de Trini Garza, “por lo general se hace a personas que ya han fallecido, pero yo todavía estoy vivo”, dice con alegría al hablar de la Trinidad 'Trini' Garza Early College High School.
“Los alumnos [de preparatoria] toman cursos de colegio. Y la mitad de ellos se gradúan con un diploma de high school y un “associate degree”. Para mi es un ejemplo de los curriculums que deben de formularse en la gran mayoría de nuestras escuelas, especialmente entre las de los hispanos, porque estamos creciendo”.
ELECTORES
En cuanto a la gente que sale a votar, Garza cree que ha aumentado el número de participantes, pero hay mucho por lograr todavía.
“Hay más pero no es suficiente. Todavía hay mucha apatía en los hispanos. Siempre oigo yo que, ‘pa qué voto, no va a hacer ninguna diferencia’. O ‘son puros bandidos’. La cultura de votar no ha crecido aquí en Dallas como en San Antonio o en Houston. También tenemos a muchas personas que todavía no son ciudadanos y no pueden votar, pero muchas veces el interés de esas personas es más grande que el de los que hemos vivido aquí mucho tiempo”.
MEJORÍA EN LA COMUNIDAD
Garza, quien el año pasado enviudó, ve una clara mejoría en la calidad de vida y oportunidades de los hispanos hoy en día a comparación de la situación de los setentas, “desafortunadamente muchos de eso educados no regresan a ayudar, y eso es mucho del énfasis de LULAC y otro grupos, como Hispanic Women 101”. Estima que la generación más joven de líderes está incluso mejor educada.
“Estamos luchando todos juntos ahorita, los que iniciamos con los nuevos, y habían más…”. Hace una pequeña pausa y se reanima al recordar que Victoria Neave, una abogada del Este de Dallas, ha decidido candidatearse para el cargo de Representante Estatal.
@Hoydallas