La presencia de Bartolo 'Buddy' Valastro le dio el toque extra especial a la apertura de Carlo’s Bakery en Dallas. Durante varios días de la semana de “Spring Break” el chef pastelero supervisó los preparativos y compartió con el personal de su nuevo local como si todos fueran una sola familia.
Así lo avaló Edith Rosas, originaria de la Ciudad de México, quien consiguió un empleo de medio tiempo en Carlo’s Bakery en el área de servicio al cliente, en una etapa inicial en el que casi todo el personal estará rotándose en distintos horarios.
“Empezamos la semana pasada con entrenamiento, aprendiéndonos los productos, los precios, cómo trabajan en Carlo’s Bakery. Aquí nos dicen que todos somos una familia; nos tenemos que comunicar, si no hay trabajo en equipo no podemos funcionar, sobre todo con una tienda tan ocupada como va a ser esta”, explicó Rosas, un día antes de la inauguración del local ubicado en Preston Rd., cerca de Northwest Highway.
Sobre Valastro, Rosas dijo que llegó dos días antes de la inauguración. pero la mitad de su equipo estaba en la ciudad días antes para enseñarles “cómo se maneja una tienda con este volumen”. Valastro, opinó, “es una persona súper amigable, súper profesional, definitivamente sabe lo que está haciendo. Trabaja muy bien, se toma el tiempo para enseñarle a las personas que se van a quedar aquí cómo se tiene que hacer”.
Rosas llevó a sus niñas al local el mismo jueves que llegó Valastro y tuvo la oportunidad de tomarles fotos con él, "porque ellas lo adoran, es una persona súper linda, súper accesible".
El propio Valastro explicó cómo desde los 11 años empezó a practicar la repostería en la cocina de su papá. “Lo he hecho por mucho tiempo. Ha sido un recorrido impresionante. Me encanta lo que hago y todavía es un poco loco cómo lo hago, porque me enfoco en cada paso y quiero que todos entiendan mi filosofía de cómo hago las cosas y que al final todos estén felices”. Los conceptos de amor, respeto y fusión con la comunidad, dice Valastro, han sido los principales ingredientes de su éxito.
Con los días que pudo convivir con el célebre chef, Rosas se dio cuenta de la pasión que lo pone a lo que hace. “Es una persona perfeccionista, entonces si no está a la altura de lo que debe de estar, no sale de esta tienda. Todo en esta tienda tiene que estar aprobado por Buddy”.
Esta mexicana de 29 años hasta planea volver a la escuela para estudiar repostería. "En el 2004 terminé la high school y entré al Art Institute, pero es muy caro, pero ahora estoy planeando en agosto volver a estudiar", dijo. "Quiero irme a la parte de atrás a hacer pasteles".
El exitoso chef pastelero planea replicar en Dallas lo que ha hecho con sus pastelerías en las comunidades de Nueva York y Nueva Jersey, en las que ha sabido mantener la atmósfera de una repostería local mezclada con la comunidad.
Abraham Núñez, de 20 años, dijo estar emocionado por su empleo en la pastelería. Planea seguir sus estudios de computación, pero la oportunidad de enfrentar a una cantidad tan grande de gente como la que esperan en el local es un reto para el cual cree estar listo, estimó. “Y nunca sabes, puede que cambie mi carrera por la de repostería”, agregó.
Durante el acceso del viernes previo a la apertura al público de su tienda, reporteros y fotógrafos pudieron ver a Valastro como uno más del equipo en el área de producción de su local, con su camisa de trabajo puesta: acarreando paquetes y repartiendo instrucciones.
“Soy un trabajador, siempre lo he sido y lo seré. Es algo que mis padres me enseñaron”, concluyó.
Así lo avaló Edith Rosas, originaria de la Ciudad de México, quien consiguió un empleo de medio tiempo en Carlo’s Bakery en el área de servicio al cliente, en una etapa inicial en el que casi todo el personal estará rotándose en distintos horarios.
“Empezamos la semana pasada con entrenamiento, aprendiéndonos los productos, los precios, cómo trabajan en Carlo’s Bakery. Aquí nos dicen que todos somos una familia; nos tenemos que comunicar, si no hay trabajo en equipo no podemos funcionar, sobre todo con una tienda tan ocupada como va a ser esta”, explicó Rosas, un día antes de la inauguración del local ubicado en Preston Rd., cerca de Northwest Highway.
Sobre Valastro, Rosas dijo que llegó dos días antes de la inauguración. pero la mitad de su equipo estaba en la ciudad días antes para enseñarles “cómo se maneja una tienda con este volumen”. Valastro, opinó, “es una persona súper amigable, súper profesional, definitivamente sabe lo que está haciendo. Trabaja muy bien, se toma el tiempo para enseñarle a las personas que se van a quedar aquí cómo se tiene que hacer”.
Rosas llevó a sus niñas al local el mismo jueves que llegó Valastro y tuvo la oportunidad de tomarles fotos con él, "porque ellas lo adoran, es una persona súper linda, súper accesible".
El propio Valastro explicó cómo desde los 11 años empezó a practicar la repostería en la cocina de su papá. “Lo he hecho por mucho tiempo. Ha sido un recorrido impresionante. Me encanta lo que hago y todavía es un poco loco cómo lo hago, porque me enfoco en cada paso y quiero que todos entiendan mi filosofía de cómo hago las cosas y que al final todos estén felices”. Los conceptos de amor, respeto y fusión con la comunidad, dice Valastro, han sido los principales ingredientes de su éxito.
Con los días que pudo convivir con el célebre chef, Rosas se dio cuenta de la pasión que lo pone a lo que hace. “Es una persona perfeccionista, entonces si no está a la altura de lo que debe de estar, no sale de esta tienda. Todo en esta tienda tiene que estar aprobado por Buddy”.
Esta mexicana de 29 años hasta planea volver a la escuela para estudiar repostería. "En el 2004 terminé la high school y entré al Art Institute, pero es muy caro, pero ahora estoy planeando en agosto volver a estudiar", dijo. "Quiero irme a la parte de atrás a hacer pasteles".
El exitoso chef pastelero planea replicar en Dallas lo que ha hecho con sus pastelerías en las comunidades de Nueva York y Nueva Jersey, en las que ha sabido mantener la atmósfera de una repostería local mezclada con la comunidad.
Abraham Núñez, de 20 años, dijo estar emocionado por su empleo en la pastelería. Planea seguir sus estudios de computación, pero la oportunidad de enfrentar a una cantidad tan grande de gente como la que esperan en el local es un reto para el cual cree estar listo, estimó. “Y nunca sabes, puede que cambie mi carrera por la de repostería”, agregó.
Durante el acceso del viernes previo a la apertura al público de su tienda, reporteros y fotógrafos pudieron ver a Valastro como uno más del equipo en el área de producción de su local, con su camisa de trabajo puesta: acarreando paquetes y repartiendo instrucciones.
“Soy un trabajador, siempre lo he sido y lo seré. Es algo que mis padres me enseñaron”, concluyó.