DALLAS -- Sentimientos de esperanza y frustración se mezclaron en los ánimos de unos 200 inquilinos que el sábado buscaban soluciones o asesoría tras recibir cartas certificadas en las que les piden que desocupen sus viviendas en un barrio del oeste de Dallas al final de octubre.
La crisis que viven los residentes del barrio Los Altos en West Dallas empezó hace varios días cuando la compañía HMK, conocida por rentar propiedades a bajo costo, empezó a mandarles avisos de desalojo a varios centenares, creando temor y desasosiego entre los inquilinos.
En el centro recreativo Anita Martínez en West Dallas, Melissa Miles, una abogada de la Ciudad de Dallas, les dijo a los afectados que llegaron al lugar, que una orden de desalojo -no como la carta que recibieron de HMK- es un proceso de varios pasos en el que la corte emite la decisión final. “No sientan pánico. Nadie los puede sacar” hasta que el proceso sea ejecutado, explicó en la reunión.
Mientras Carolina Ortega, madre soltera de tres hijos, sintió cierto alivio al escuchar que la carta que recibió de la compañía HMK no es una orden inmediata para que desaloje la casa que renta en la calle Crossman, a media cuadra de la Singleton Boulevard, otra residente, la señora Martínez, se exasperó y se fue poco antes de que terminara la reunión al notar que no les ofrecían una solución concreta
“Nos tienen aquí, cuando probablemente muchos de nosotros habíamos hecho citas para ir a ver propiedades, porque tenemos que salirnos”, dijo Martínez. “Si nos van a dar una solución que nos den una solución... pero si después de dos horas nos vamos a ir igual...”La residente que prefirió no publicar su nombre informó que apenas el mes pasado le habían demolido su casa anterior... “y ahora estas cartas”.
“Si nos van a dar una solución a nuestro problema al final de estas tres horas, con un 'ah, déjame ver qué es lo que la ciudad puede hacer'. -Sabes qué, ninguno de nosotros tiene tres horas para malgastar”, dijo.
Josephine López, del grupo Dallas Area Interfaith dijo que la ciudad podría ayudar a los afectados con una situación legal, pero aún no hay nada firme. “No vamos a solucionar todo hoy, pero lo más importante es que estamos conectado y estamos en comunicación para seguir trabajando juntos. La ciudad está reuniendo evidencia para ver si ellos pueden ayudarnos con una situación legal, pero todavía no sabemos”.
A los residentes que recibieron cartas y todavía tienen preguntas, les sugirió que se comunicaran con el señor Raúl Reyes al 214-730-2041.
El área que comprende el código postal 75212, a donde la mayoría de los avisos de desalojo fueron enviados, es cercana a Trinity Groves, un distrito que le ha empezado a cambiar el rostro a la zona tradicionalmente marginada del oeste de Dallas, en un proceso de "gentrificación" que muchos celebran y otros denuncian.
El exsargento de la policía de Dallas, Gil Cerda, quien acudió a la junta, le explicó a una de las residentes angustiadas que legalmente no le podían ir a demoler su casa con solo esa carta/aviso de por medio sin ninguna otra orden oficial.
“La abogada de la ciudad muy claramente les dijo para acabar con este pánico, que esas cartas que les mandó la compañía HMK son un aviso pero realmente no tiene el poder legal; el poder legal tiene que hacerse a través de un juez y que llegue una nota de la corte que diga que se tienen que salir de sus casas”.
El mensaje de Cerda, que ha servido como traductor voluntario para sectores de la comunidad de West Dallas, cuyos habitantes en muchos casos no hablan ni leen en inglés, fue básico, y reiteró lo que Miles y la vicealcaldesa Mónica Alonzo le dijeron a los afectados: Que los inquilinos “por el momento pueden estar ahí [en sus casas] pero también tienen que hacer todos los esfuerzos por pagar la renta, o tratar de pagar su renta aunque no se la quieran aceptar, anotar cuando fueron a tratar de pagar y con quién hablaron”.
Raúl Díaz también recibió una carta para que deje vacante su vivienda, pero al final de la reunión dijo que se sentía más tranquilo.
El mexicano, que trabaja en el área de la construcción tiene aproximadamente 30 años rentando en el mismo domicilio y ha intentado pagar la renta, pero ya no se la aceptan.
“No hay casas de renta, ya busqué. Mucha gente anda buscando, nos echaron miedo, pero no encontramos. Me voy a quedar ahí, a ver qué pasa”, dijo Diaz, quien comparte su vivienda con un sobrino.
Ortega, de 37 años, tiene la esperanza de que no la obliguen a mudarse de la casa que renta. “Tengo un niño especial, discapacitado, y dos más. Y no es fácil que le digan a uno 'sabes qué, te tienes que ir de aquí al 31 de octubre'".
La compañía HMK, en las cartas que envió a más de 300 inquilinos pidiéndoles que desalojaran lo más pronto posible legalmente, especificó que la ciudad los obligaba a tomar esa decisión.
HMK se refiere al endurecimiento del código que aprobó el Cabildo recientemente y que obliga a compañías como ellos a cumplir con los estándares mínimos de vivienda, a que mantengan habitables las propiedades que rentan, en pocas palabras.
El intento de la ciudad nunca fue que la gente perdiera sus casas, explicó la semana pasada al Dallas Morning News Kris Sweckard, director de cumplimiento del código de la ciudad. “Nuestro intento era tener ejecutado el mínimo de los estándares de vivienda a través de la ciudad”.
Antes de que la ciudad votara a favor de modificar el código de vivienda, Joanna Peña (Rendón) y Sergio Rendón demandaron a HMK por el pobre nivel de mantenimiento otorgado a las propiedades que rentan.
Peña dijo que las cartas que HMK mandó a sus vecinos es una respuesta a la demanda que entabló, porque “no quieren enfrentar la demanda, no saben qué hacer”, dijo.
¿COMPRAR?
“Yo tengo un año rentando ahí, pero mi casa está en buen estado como para que ellos me digan, tienes que salirte”, explicó Ortega, quien se dedica a la limpieza de casas e informó que trabaja a pesar de estar enferma. "Nunca he fallado con mi renta, siempre la he pagado a tiempo. Y supuestamente ellos nos iban a vender la casa, íbamos a firmar el contrato.
"De repente va uno y le deja el pago y le dicen que le iban a dar tres opciones, y de esas opciones tu escoges".
Pero Peña opina que al ofrecerles que compren las propiedades que rentan, "HMK se quiere aprovechar de la gente".
Bulmaro Sánchez, de 55 años de edad, hace 20 que vive en West Dallas en el 1901 Montclair. A él también le ofrecieron que comprara su casa y después recibió el aviso para que la desalojara. "Me la iban a vender y después se arrepintió el señor, no sé que pasaría, [me dijeron] que tengo que salirme el día último de este mes. Por eso estamos preocupados por lo que va a pasar con nosotros", dijo al final de la junta.
Ortega tenía una cita este lunes a las 9: 30 a.m. “No voy a firmar nada y tampoco voy a desalojar mi casa porque se me hace injusto. Realmente toda mi cuadra recibió carta de desalojo”, adelantó.
“Me quedo un poco tranquila, al menos, no me voy a salir. A mí me daba pavor porque a dónde voy a correr con mis hijos, es cuestión de días los que te están dando para desalojar. Si nos podemos a pensar, van a desalojar a mucha gente, dónde van a encontrar casa tantas personas en tan poco tiempo".
Antes de salir del gimnasio en donde hicieron la reunión, una de las afectadas le preguntó a la vicealcaldesa Alonzo cuál era el siguiente paso después de haberle dejado copias de los avisos que recibió, a lo que la funcionaria respondió: "no estamos enfocando con el grupo” para ver lo que sigue.
La crisis que viven los residentes del barrio Los Altos en West Dallas empezó hace varios días cuando la compañía HMK, conocida por rentar propiedades a bajo costo, empezó a mandarles avisos de desalojo a varios centenares, creando temor y desasosiego entre los inquilinos.
En el centro recreativo Anita Martínez en West Dallas, Melissa Miles, una abogada de la Ciudad de Dallas, les dijo a los afectados que llegaron al lugar, que una orden de desalojo -no como la carta que recibieron de HMK- es un proceso de varios pasos en el que la corte emite la decisión final. “No sientan pánico. Nadie los puede sacar” hasta que el proceso sea ejecutado, explicó en la reunión.
Mientras Carolina Ortega, madre soltera de tres hijos, sintió cierto alivio al escuchar que la carta que recibió de la compañía HMK no es una orden inmediata para que desaloje la casa que renta en la calle Crossman, a media cuadra de la Singleton Boulevard, otra residente, la señora Martínez, se exasperó y se fue poco antes de que terminara la reunión al notar que no les ofrecían una solución concreta
“Nos tienen aquí, cuando probablemente muchos de nosotros habíamos hecho citas para ir a ver propiedades, porque tenemos que salirnos”, dijo Martínez. “Si nos van a dar una solución que nos den una solución... pero si después de dos horas nos vamos a ir igual...”La residente que prefirió no publicar su nombre informó que apenas el mes pasado le habían demolido su casa anterior... “y ahora estas cartas”.
“Si nos van a dar una solución a nuestro problema al final de estas tres horas, con un 'ah, déjame ver qué es lo que la ciudad puede hacer'. -Sabes qué, ninguno de nosotros tiene tres horas para malgastar”, dijo.
Josephine López, del grupo Dallas Area Interfaith dijo que la ciudad podría ayudar a los afectados con una situación legal, pero aún no hay nada firme. “No vamos a solucionar todo hoy, pero lo más importante es que estamos conectado y estamos en comunicación para seguir trabajando juntos. La ciudad está reuniendo evidencia para ver si ellos pueden ayudarnos con una situación legal, pero todavía no sabemos”.
A los residentes que recibieron cartas y todavía tienen preguntas, les sugirió que se comunicaran con el señor Raúl Reyes al 214-730-2041.
El área que comprende el código postal 75212, a donde la mayoría de los avisos de desalojo fueron enviados, es cercana a Trinity Groves, un distrito que le ha empezado a cambiar el rostro a la zona tradicionalmente marginada del oeste de Dallas, en un proceso de "gentrificación" que muchos celebran y otros denuncian.
El exsargento de la policía de Dallas, Gil Cerda, quien acudió a la junta, le explicó a una de las residentes angustiadas que legalmente no le podían ir a demoler su casa con solo esa carta/aviso de por medio sin ninguna otra orden oficial.
“La abogada de la ciudad muy claramente les dijo para acabar con este pánico, que esas cartas que les mandó la compañía HMK son un aviso pero realmente no tiene el poder legal; el poder legal tiene que hacerse a través de un juez y que llegue una nota de la corte que diga que se tienen que salir de sus casas”.
El mensaje de Cerda, que ha servido como traductor voluntario para sectores de la comunidad de West Dallas, cuyos habitantes en muchos casos no hablan ni leen en inglés, fue básico, y reiteró lo que Miles y la vicealcaldesa Mónica Alonzo le dijeron a los afectados: Que los inquilinos “por el momento pueden estar ahí [en sus casas] pero también tienen que hacer todos los esfuerzos por pagar la renta, o tratar de pagar su renta aunque no se la quieran aceptar, anotar cuando fueron a tratar de pagar y con quién hablaron”.
Raúl Díaz también recibió una carta para que deje vacante su vivienda, pero al final de la reunión dijo que se sentía más tranquilo.
El mexicano, que trabaja en el área de la construcción tiene aproximadamente 30 años rentando en el mismo domicilio y ha intentado pagar la renta, pero ya no se la aceptan.
“No hay casas de renta, ya busqué. Mucha gente anda buscando, nos echaron miedo, pero no encontramos. Me voy a quedar ahí, a ver qué pasa”, dijo Diaz, quien comparte su vivienda con un sobrino.
Ortega, de 37 años, tiene la esperanza de que no la obliguen a mudarse de la casa que renta. “Tengo un niño especial, discapacitado, y dos más. Y no es fácil que le digan a uno 'sabes qué, te tienes que ir de aquí al 31 de octubre'".
La compañía HMK, en las cartas que envió a más de 300 inquilinos pidiéndoles que desalojaran lo más pronto posible legalmente, especificó que la ciudad los obligaba a tomar esa decisión.
HMK se refiere al endurecimiento del código que aprobó el Cabildo recientemente y que obliga a compañías como ellos a cumplir con los estándares mínimos de vivienda, a que mantengan habitables las propiedades que rentan, en pocas palabras.
El intento de la ciudad nunca fue que la gente perdiera sus casas, explicó la semana pasada al Dallas Morning News Kris Sweckard, director de cumplimiento del código de la ciudad. “Nuestro intento era tener ejecutado el mínimo de los estándares de vivienda a través de la ciudad”.
Antes de que la ciudad votara a favor de modificar el código de vivienda, Joanna Peña (Rendón) y Sergio Rendón demandaron a HMK por el pobre nivel de mantenimiento otorgado a las propiedades que rentan.
Peña dijo que las cartas que HMK mandó a sus vecinos es una respuesta a la demanda que entabló, porque “no quieren enfrentar la demanda, no saben qué hacer”, dijo.
¿COMPRAR?
“Yo tengo un año rentando ahí, pero mi casa está en buen estado como para que ellos me digan, tienes que salirte”, explicó Ortega, quien se dedica a la limpieza de casas e informó que trabaja a pesar de estar enferma. "Nunca he fallado con mi renta, siempre la he pagado a tiempo. Y supuestamente ellos nos iban a vender la casa, íbamos a firmar el contrato.
"De repente va uno y le deja el pago y le dicen que le iban a dar tres opciones, y de esas opciones tu escoges".
Pero Peña opina que al ofrecerles que compren las propiedades que rentan, "HMK se quiere aprovechar de la gente".
Bulmaro Sánchez, de 55 años de edad, hace 20 que vive en West Dallas en el 1901 Montclair. A él también le ofrecieron que comprara su casa y después recibió el aviso para que la desalojara. "Me la iban a vender y después se arrepintió el señor, no sé que pasaría, [me dijeron] que tengo que salirme el día último de este mes. Por eso estamos preocupados por lo que va a pasar con nosotros", dijo al final de la junta.
Ortega tenía una cita este lunes a las 9: 30 a.m. “No voy a firmar nada y tampoco voy a desalojar mi casa porque se me hace injusto. Realmente toda mi cuadra recibió carta de desalojo”, adelantó.
“Me quedo un poco tranquila, al menos, no me voy a salir. A mí me daba pavor porque a dónde voy a correr con mis hijos, es cuestión de días los que te están dando para desalojar. Si nos podemos a pensar, van a desalojar a mucha gente, dónde van a encontrar casa tantas personas en tan poco tiempo".
Antes de salir del gimnasio en donde hicieron la reunión, una de las afectadas le preguntó a la vicealcaldesa Alonzo cuál era el siguiente paso después de haberle dejado copias de los avisos que recibió, a lo que la funcionaria respondió: "no estamos enfocando con el grupo” para ver lo que sigue.