Guatemalteco participa en el rescate de niños de Canton

De la tragedia que dejó la serie de tornados en Canton, Texas se rescata el lado noble y piadoso de una comunidad que, sin dudarlo, se aventuró a dar una mano en momentos de necesidad y urgencia para una familia cuyo automóvil había sido arrastrado por la corriente y los remolinos, que el fátidico 29 de abril azotaron al poblado del Este de Texas.

Entre los buenos samaritanos estuvo Jaime Martinez, un residente del área de Dallas, quien por estar en el momento y tiempo preciso logró auxiliar a dos bebés, de 4 y 18 meses de edad.

“Solo vimos que en el auto había personas y corrimos a ayudar sin pensarlo", dijo Martínez, en entrevista teléfonica con Hoy Dallas.

Martínez es originario de Guatemala, país en donde se gradúo de bombero voluntario.

Hoy en día, el guatemalteco es músico, pero sus conocimientos del oficio de rescatista le valieron para prestar la ayuda y aplicar métodos de resucitación aprendidos en su tierra natal.

Un video publicado en Facebook sobre el rescate de los niños de los esposos Phillip y Emely Ocheltree ha sido visto millones de veces y la hazaña de Martínez y demás voluntarios ya es reconocida.

Ese día, Martínez, iba con su grupo musical a tocar en un baile pero la tormenta con granizo provocó el desvío del vehículo en el que viajaba. Fue entonces cuando vieron un vehículo siendo arrastrado por la corriente. El grupo se detuvo y al igual que otros, Martínez no dudó en prestar auxilio.

Los niños, narra el guatemalteco, ya habían sido sacados del auto sumergido en el agua y el estuvo justo en el momento para darle respiración de boca a boca como parte del método de resucitación cardiopulmonar.

"Habían bastantes personas en el agua y me encuentro que ya vienen con el bebé y le pido al niño para auxiliarlo. Comencé a darle masaje y respiración boca a boca", recordó el rescatista.

Solidaridad y Unidad
De la hazaña, Martínez solo recuerda el cuerpo flácido de la niña y desvanecido antes del auxilio recibido y haber visto a la gente ayudando, así como las oraciones de una mujer rogando a Dios que los niños sobrevivieran.

"Y Dios la escuchó", afirma Martínez quien se siente satisfecho de haber ayudado. 

También, menciona que, a pesar de que el país vive tiempos dificiles, de comunidades divididas por etnias o raza, en situaciones como ésta es evidente la unidad y solidaridad de todos, sin importar color de piel. “Todos unidos ayudamos de una u otra manera".

Martínez dijo sentirse muy feliz al saber que los niños están recuperándose. “Gracias Dios por haberme permitido estar en el lugar correcto a la hora indicada”.

Entre los buenos samaritanos estuvo Jaime Martinez, un residente del área de Dallas, quien por estar en el momento y tiempo preciso logró auxiliar a dos bebés, de 4 y 18 meses de edad.

“Solo vimos que en el auto había personas y corrimos a ayudar sin pensarlo", dijo Martínez, en entrevista teléfonica con Hoy Dallas.

Martínez es originario de Guatemala, país en donde se gradúo de bombero voluntario.

Hoy en día, el guatemalteco es músico, pero sus conocimientos del oficio de rescatista le valieron para prestar la ayuda y aplicar métodos de resucitación aprendidos en su tierra natal.

Un video publicado en Facebook sobre el rescate de los niños de los esposos Phillip y Emely Ocheltree ha sido visto millones de veces y la hazaña de Martínez y demás voluntarios ya es reconocida.

Ese día, Martínez, iba con su grupo musical a tocar en un baile pero la tormenta con granizo provocó el desvío del vehículo en el que viajaba. Fue entonces cuando vieron un vehículo siendo arrastrado por la corriente. El grupo se detuvo y al igual que otros, Martínez no dudó en prestar auxilio.

Los niños, narra el guatemalteco, ya habían sido sacados del auto sumergido en el agua y el estuvo justo en el momento para darle respiración de boca a boca como parte del método de resucitación cardiopulmonar.

"Habían bastantes personas en el agua y me encuentro que ya vienen con el bebé y le pido al niño para auxiliarlo. Comencé a darle masaje y respiración boca a boca", recordó el rescatista.

Solidaridad y Unidad
De la hazaña, Martínez solo recuerda el cuerpo flácido de la niña y desvanecido antes del auxilio recibido y haber visto a la gente ayudando, así como las oraciones de una mujer rogando a Dios que los niños sobrevivieran.

"Y Dios la escuchó", afirma Martínez quien se siente satisfecho de haber ayudado. 

También, menciona que, a pesar de que el país vive tiempos dificiles, de comunidades divididas por etnias o raza, en situaciones como ésta es evidente la unidad y solidaridad de todos, sin importar color de piel. “Todos unidos ayudamos de una u otra manera".

Martínez dijo sentirse muy feliz al saber que los niños están recuperándose. “Gracias Dios por haberme permitido estar en el lugar correcto a la hora indicada”.