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El jueves 7 de diciembre los Guardianes de Patámbaro cumplieron su primera misión en el área de Dallas y Fort Worth casi por casualidad.
Aunque no fueron enteramente responsables de haber hecho posible que el programa Palomas Mensajeras trajera al primer grupo de adultos mayores de Michoacán a visitar a hijos y nietos en Texas que no pueden viajar a México a verlos, tuvieron mucho que ver en hacer posible el importante logro.
Las gestiones iniciaron en el municipio de Penjamillo, en Michoacán y fueron coordinadas principalmente por el señor Eric García García, quien dijo a Hoy Dallas que ya suman cerca de 1,000 michoacanos con visas tramitadas para visitar a sus hijos que no pueden viajar a verlos; California, Georgia e Illinois fueron los primeros estados a donde fueron los beneficiados.
Pero la misión que viajó a Texas (28 adultos en total) no hubiera podido ser completada si el grupo Guardianes de Patámbaro con sede en Fort Worth no hubiese participado como grupo “receptor” para darle la bienvenida a los visitantes.
Es por ello que su fundador, Roberto Alcalá, se sintió satisfecho, pero sin ganas de alardear, pues el principal objetivo de los Guardianes ha sido impulsar mejoras en el pueblo a través del programa 3x1, aunque no han tenido mucho éxito por ese lado. Aún así, no dejó de celebrar los conmovedores casos de familias reunidas, como la señora Eva Arevalo Pimentel, quien después de 30 años pudo abrazar y ver directamente a los ojos a sus dos hijos que viven en el Norte de Texas.
Después de recibir la bendición del párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe que dio permiso de recibirlos en un salón del edificio, la señora Arevalo caminó lentamente cuando su nombre fue anunciado, alrededor de las 6 p.m. Su vuelo proveniente de México llegó al Aeropuerto Dallas Fort Worth antes de las 3 p.m. y finalmente después de varias horas estaba a solo unos metros de sus seres queridos.
Con la misma calma y regocijo que su madre refleja en el rostro, se le acercó uno de sus dos hijos, quien primero le tendió una mano y después la estrechó dulcemente, a los pocos segundos se le acercó su hermano y se unieron en un prolongado abrazo fraternal los tres.
GRATITUD
Rosalía P., quien llevaba 20 años de no ver a su mamá, agradeció la labor de quienes hicieron posible el reencuentro. “Gracias a ustedes, que hicieron realidad este sueño. Les agradezco por este regalo, más que nada en estos días”, dijo emocionada, a nombre de los residentes del Norte de Texas que recibieron a sus padres y abuelos.LAGRIMAS DE FELICIDAD
La señora María Alicia García Reyes seguía llorando de felicidad junto a sus hijos Rafael y Alicia minutos después de haberse reunido con ellos. Le esperaba una rica cena, pero ella solo pensaba en la felicidad de estar junto a ellos. Tenía 9 años de no ver a Raúl, mientras que su hija hace dos años que la fue a visitar.La conmovida madre y abuela también comentó que no se le hicieron complicados los trámites para la visa y que estaba feliz de poder venir a ver a sus hijos y a mucha familia que tiene en Fort Worth.
EL PROGRAMA
El programa Palomas Mensajeras ayuda a adultos mayores, de por lo menos 60 años, originarios de Michoacán a que tramiten visados y permisos de viaje para visitar a sus hijos en Estados Unidos. Un requisito esencial es que no les hayan negado su visa dos veces. También deben contar con su pasaporte mexicano vigente, entre otros requisitos.El presidente de Guardianes de Patámbaro dijo que a pesar de que no se encargar ellos directamente de los trámites, es posible que durante sus reuniones mensuales en Fort Worth pueda orientar a sus compatriotas que estén interesados en el programa, que por el momento no tiene planeado un nuevo viaje de Michoacán a Texas.
Para informarse más sobre Palomas Mensajeras o reunirse con otros michoacanos en el Norte de Texas, puede escribir a: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it. (Roberto Alcalá).
La Federación de clubes michoacanos de Texas también se unió a los esfuerzos y recibió al grupo a su arribo al DFW Airport, mientras que dos representantes del Consulado de México en Dallas llegaron a la iglesia donde se celebró la recepción (en Fort Worth) a saludar a las familias.
Aunque no fueron enteramente responsables de haber hecho posible que el programa Palomas Mensajeras trajera al primer grupo de adultos mayores de Michoacán a visitar a hijos y nietos en Texas que no pueden viajar a México a verlos, tuvieron mucho que ver en hacer posible el importante logro.
Las gestiones iniciaron en el municipio de Penjamillo, en Michoacán y fueron coordinadas principalmente por el señor Eric García García, quien dijo a Hoy Dallas que ya suman cerca de 1,000 michoacanos con visas tramitadas para visitar a sus hijos que no pueden viajar a verlos; California, Georgia e Illinois fueron los primeros estados a donde fueron los beneficiados.
Pero la misión que viajó a Texas (28 adultos en total) no hubiera podido ser completada si el grupo Guardianes de Patámbaro con sede en Fort Worth no hubiese participado como grupo “receptor” para darle la bienvenida a los visitantes.
Es por ello que su fundador, Roberto Alcalá, se sintió satisfecho, pero sin ganas de alardear, pues el principal objetivo de los Guardianes ha sido impulsar mejoras en el pueblo a través del programa 3x1, aunque no han tenido mucho éxito por ese lado. Aún así, no dejó de celebrar los conmovedores casos de familias reunidas, como la señora Eva Arevalo Pimentel, quien después de 30 años pudo abrazar y ver directamente a los ojos a sus dos hijos que viven en el Norte de Texas.
Después de recibir la bendición del párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe que dio permiso de recibirlos en un salón del edificio, la señora Arevalo caminó lentamente cuando su nombre fue anunciado, alrededor de las 6 p.m. Su vuelo proveniente de México llegó al Aeropuerto Dallas Fort Worth antes de las 3 p.m. y finalmente después de varias horas estaba a solo unos metros de sus seres queridos.
Con la misma calma y regocijo que su madre refleja en el rostro, se le acercó uno de sus dos hijos, quien primero le tendió una mano y después la estrechó dulcemente, a los pocos segundos se le acercó su hermano y se unieron en un prolongado abrazo fraternal los tres.
GRATITUD
Rosalía P., quien llevaba 20 años de no ver a su mamá, agradeció la labor de quienes hicieron posible el reencuentro. “Gracias a ustedes, que hicieron realidad este sueño. Les agradezco por este regalo, más que nada en estos días”, dijo emocionada, a nombre de los residentes del Norte de Texas que recibieron a sus padres y abuelos.
LAGRIMAS DE FELICIDAD
La señora María Alicia García Reyes seguía llorando de felicidad junto a sus hijos Rafael y Alicia minutos después de haberse reunido con ellos. Le esperaba una rica cena, pero ella solo pensaba en la felicidad de estar junto a ellos. Tenía 9 años de no ver a Raúl, mientras que su hija hace dos años que la fue a visitar.
La conmovida madre y abuela también comentó que no se le hicieron complicados los trámites para la visa y que estaba feliz de poder venir a ver a sus hijos y a mucha familia que tiene en Fort Worth.
EL PROGRAMA
El programa Palomas Mensajeras ayuda a adultos mayores, de por lo menos 60 años, originarios de Michoacán a que tramiten visados y permisos de viaje para visitar a sus hijos en Estados Unidos. Un requisito esencial es que no les hayan negado su visa dos veces. También deben contar con su pasaporte mexicano vigente, entre otros requisitos.
El presidente de Guardianes de Patámbaro dijo que a pesar de que no se encargar ellos directamente de los trámites, es posible que durante sus reuniones mensuales en Fort Worth pueda orientar a sus compatriotas que estén interesados en el programa, que por el momento no tiene planeado un nuevo viaje de Michoacán a Texas.
Para informarse más sobre Palomas Mensajeras o reunirse con otros michoacanos en el Norte de Texas, puede escribir a: This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it. (Roberto Alcalá).
La Federación de clubes michoacanos de Texas también se unió a los esfuerzos y recibió al grupo a su arribo al DFW Airport, mientras que dos representantes del Consulado de México en Dallas llegaron a la iglesia donde se celebró la recepción (en Fort Worth) a saludar a las familias.