Si hay algo que Gabriel Zambrano tiene de sobra como corredor es carácter, pero su determinación cuando compite, o en su vida diaria no es ninguna casualidad. La auto-disciplina y el apoyo de su familia han sido piezas clave, además de la experiencia que poco a poco ha ido adquiriendo.
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El domingo, por ejemplo, ganó el Medio Maratón de Dallas Toyota Rock‘n’Roll, empleándose a fondo, pero impulsado por los ánimos de su futura esposa, quien no lo dejó que dejara de participar como él planeaba hacerlo. Después de todo había corrido con éxito y llegado en tercer lugar en el Maratón de “Cowtown” recientemente.
El hispano de 24 años pensaba abstenerse de competir en Dallas debido al poco tiempo que había tenido para entrenar, pues trabajaba por las tardes en una taquería y su negocio de aguas frescas empezó a repuntar con la llegada de la primavera.
Pero finalmente se decidió a competir, aunque apenas le alcanzaba el tiempo para entrenar un poco.
Aún así, logró hacer una carrera inteligente y cruzó la meta en primer lugar con un tiempo de 1:10, para coronarse como ganador del Toyota Rock 'n' Roll Dallas Half Marathon que hace dos años lo vio participar por primera vez en el certamen. En el 2015, Zambrano llegó en tercer lugar, pero hizo un tiempo de 1:09:11, inferior a lo que cronometró este domingo al llegar primero que todos.
"Las condiciones fueron complicadas y la humedad estaba al 93 por ciento. También siento que cambiaron el curso y había más lomas", comentó gustoso el corredor de origen mexicano, de padres nacidos en Coahuila.
Cuando por fin sintió que le sacaba cierta ventaja al corredor que llegó en segundo lugar, Zambrano volteó a verlo, pero durante el trayecto de varias millas se concentró en correr sin mirar atrás. "Sentía que mi papá estaba ahí y lo que me diría es que no viera para atrás", dijo emocionado el corredor.
El premio de primer lugar consistió en $500 en efectivo, más un bono de $250 por ser corredor local. Un monto que al joven padre de familia y empresario pequeño le caerá muy bien.
PADRE DEDICADO: La vida de Zambrano ha cambiado un poco, pero su enfoque no. Ahora es padre de tres hijos, y la decisión que tomó de renunciar a una beca en una universidad de Arkansas hace varios años no es algo de lo que se arrepienta.
En 2012, tras graduarse de la preparatoria Castleberry fue becado por la Southern Arkansas University, pero algo no funcionó con el entrenador y Zambrano regresó a Fort Worth, su lugar de nacimiento. Al enterarse de que su novia estaba embarazada, decidió ponerse a trabajar y dejó de correr por 7 meses, aunque después se reincorporó al atletismo.
Por trabajo nunca ha parado desde que regresó de Arkansas y decidió no continuar la universidad. Es tiempo lo que en realidad le ha hecho falta, indica. En el 2016, antes de llegar tercero en su primer intento en la Media Maratón de Dallas, trabajaba de noche en la planta de General Motors y cuando salía, entrenaba con un amigo por las mañanas, contó a HOY Dallas en una entrevista hace dos años.
Pero aunque la paga era buena, el joven corredor sentía que ese empleo le daba muy poco espacio para ver a su pequeña hija, por lo que cambió de oficio y empezó a trabajar en restaurantes, hasta que en el verano pasado decidió empezar su propio negocio.
“Aguas on the Trinity” son aguas frescas estilo mexicano a las que Gabriel les ha puesto su toque personal. Siendo él un atleta desde la preparatoria, se preocupó de elaborar una receta sin azúcar y las endulzó con miel de agave.
Otra particularidad es su agua de horchata, la cual prepara con leche de coco y la receta poco a poco ha ido ganando adeptos, incluso ya hay una panadería interesada en ella.
De hecho, su prioridad es seguir promoviendo sus aguas y en las carreras que siga participando portar la publicidad de sus aguas en su uniforme, tal como se ve en la foto que le hicieron al cruzar la meta en el centro de Dallas.
OTRO TRABAJO: Además de su negocio de aguas frescas, para el cual aún no tiene un lugar fijo donde recibir a clientes, sino que se desplaza con su producto a eventos especiales, Zambrano acaba de empezar a trabajar en el hospital John Peter Smith, en donde lo emplearon como ayudante para asistir en el transporte de pacientes.
La familia de Zambrano ya creció. Ahora es padre de tres hijos y al cruzar en tercer lugar en Cowtown su primera carrera de Maratón, el mexicoamericano le propuso matrimonio a la madre de sus hijos, captando la mirada de curiosos y de la prensa que cubrió el evento.
Así que con tantos compromisos, este joven planea seguir manteniéndose en forma, pero no piensa en hacer una carrera dentro de poco. Su mente está en el Maratón de Boston para el año entrante, al que calificó cuando quedó tercero en Cowtown.
“Voy a poder llevar los niños a la escuela y hacer mis aguas por ahora. Espero que me salgan eventos para ir a venderlas. Y para el Maratón tengo que prepararme muy bien. Porque me gusta participar y ser competitivo, no sólo correrlo porque puedo”.
Zambrano considera que los maratonistas son con corredores con experiencia y él quiere volverse uno de esos.
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El domingo, por ejemplo, ganó el Medio Maratón de Dallas Toyota Rock‘n’Roll, empleándose a fondo, pero impulsado por los ánimos de su futura esposa, quien no lo dejó que dejara de participar como él planeaba hacerlo. Después de todo había corrido con éxito y llegado en tercer lugar en el Maratón de “Cowtown” recientemente.
El hispano de 24 años pensaba abstenerse de competir en Dallas debido al poco tiempo que había tenido para entrenar, pues trabajaba por las tardes en una taquería y su negocio de aguas frescas empezó a repuntar con la llegada de la primavera.
Pero finalmente se decidió a competir, aunque apenas le alcanzaba el tiempo para entrenar un poco.
Aún así, logró hacer una carrera inteligente y cruzó la meta en primer lugar con un tiempo de 1:10, para coronarse como ganador del Toyota Rock 'n' Roll Dallas Half Marathon que hace dos años lo vio participar por primera vez en el certamen. En el 2015, Zambrano llegó en tercer lugar, pero hizo un tiempo de 1:09:11, inferior a lo que cronometró este domingo al llegar primero que todos.
"Las condiciones fueron complicadas y la humedad estaba al 93 por ciento. También siento que cambiaron el curso y había más lomas", comentó gustoso el corredor de origen mexicano, de padres nacidos en Coahuila.
Cuando por fin sintió que le sacaba cierta ventaja al corredor que llegó en segundo lugar, Zambrano volteó a verlo, pero durante el trayecto de varias millas se concentró en correr sin mirar atrás. "Sentía que mi papá estaba ahí y lo que me diría es que no viera para atrás", dijo emocionado el corredor.
El premio de primer lugar consistió en $500 en efectivo, más un bono de $250 por ser corredor local. Un monto que al joven padre de familia y empresario pequeño le caerá muy bien.
PADRE DEDICADO: La vida de Zambrano ha cambiado un poco, pero su enfoque no. Ahora es padre de tres hijos, y la decisión que tomó de renunciar a una beca en una universidad de Arkansas hace varios años no es algo de lo que se arrepienta.
En 2012, tras graduarse de la preparatoria Castleberry fue becado por la Southern Arkansas University, pero algo no funcionó con el entrenador y Zambrano regresó a Fort Worth, su lugar de nacimiento. Al enterarse de que su novia estaba embarazada, decidió ponerse a trabajar y dejó de correr por 7 meses, aunque después se reincorporó al atletismo.
Por trabajo nunca ha parado desde que regresó de Arkansas y decidió no continuar la universidad. Es tiempo lo que en realidad le ha hecho falta, indica. En el 2016, antes de llegar tercero en su primer intento en la Media Maratón de Dallas, trabajaba de noche en la planta de General Motors y cuando salía, entrenaba con un amigo por las mañanas, contó a HOY Dallas en una entrevista hace dos años.
Pero aunque la paga era buena, el joven corredor sentía que ese empleo le daba muy poco espacio para ver a su pequeña hija, por lo que cambió de oficio y empezó a trabajar en restaurantes, hasta que en el verano pasado decidió empezar su propio negocio.
“Aguas on the Trinity” son aguas frescas estilo mexicano a las que Gabriel les ha puesto su toque personal. Siendo él un atleta desde la preparatoria, se preocupó de elaborar una receta sin azúcar y las endulzó con miel de agave.
Otra particularidad es su agua de horchata, la cual prepara con leche de coco y la receta poco a poco ha ido ganando adeptos, incluso ya hay una panadería interesada en ella.
De hecho, su prioridad es seguir promoviendo sus aguas y en las carreras que siga participando portar la publicidad de sus aguas en su uniforme, tal como se ve en la foto que le hicieron al cruzar la meta en el centro de Dallas.
OTRO TRABAJO: Además de su negocio de aguas frescas, para el cual aún no tiene un lugar fijo donde recibir a clientes, sino que se desplaza con su producto a eventos especiales, Zambrano acaba de empezar a trabajar en el hospital John Peter Smith, en donde lo emplearon como ayudante para asistir en el transporte de pacientes.
La familia de Zambrano ya creció. Ahora es padre de tres hijos y al cruzar en tercer lugar en Cowtown su primera carrera de Maratón, el mexicoamericano le propuso matrimonio a la madre de sus hijos, captando la mirada de curiosos y de la prensa que cubrió el evento.
Así que con tantos compromisos, este joven planea seguir manteniéndose en forma, pero no piensa en hacer una carrera dentro de poco. Su mente está en el Maratón de Boston para el año entrante, al que calificó cuando quedó tercero en Cowtown.
“Voy a poder llevar los niños a la escuela y hacer mis aguas por ahora. Espero que me salgan eventos para ir a venderlas. Y para el Maratón tengo que prepararme muy bien. Porque me gusta participar y ser competitivo, no sólo correrlo porque puedo”.
Zambrano considera que los maratonistas son con corredores con experiencia y él quiere volverse uno de esos.