FORT WORTH -- Una mexicana con residencia permanente que votó sin tener derecho a hacerlo no consiguió que una corte de apelaciones le anulara una sentencia de ocho años a la que fue condenada en el 2017 en el condado de Tarrant.
Rosa María Ortega, una madre de familia, de 39 años de edad, con una educación de sexto grado y cuatro hijos, ha residido legalmente en Estados Unidos desde su niñez, pero el pasado 27 de noviembre, una corte de apelaciones decidió avalar una sentencia de ocho años de cárcel en su contra por haber cometido fraude electoral.
Un jurado del Condado de Tarrant de 10 mujeres y dos hombres encontró a Ortega, residente de Grand Prairie, culpable de votar ilegalmente y le dictó la severa sentencia que luego la residente buscó, sin éxito, que una corte de apelaciones la anulara.
En su juicio, la mexicana declaró que no sabía distinguir que su estatus de residente permanente no le daba derecho a salir a votar y sufragó en cinco ocasiones (en el lapso de una década) ejerciendo -ilegalmente- tal derecho. "Yo no tenía el estudio, la orientación, la educación. Durante toda mi vida me enseñaron que era una ciudadana de Estados Unidos", dijo en la corte.
También admitió que se consideraba republicana y votó por Mitt Romney en 2012 (para presidente) y por Ken Paxton para fiscal de Texas.
De acuerdo al Star-Telegram, Ortega podrían todavía hacer una petición de una revisión discrecionaria en la Corte de Apleaciones. Y se desconoce si podrá permanecer en libertad en caso de que solicite dicha revisión.
HIJOS
Ortega, quien desde niña recibió su "tarjeta verde" de residente de Estados Unidos, le dijo al Star-Telegram en una entrevista que había perdido la custodia de sus hijos a raiz del caso que enfrenta.Paxton, el fiscal general del estado, hizo notar que bajo la ley de Texas para ciertos delitos, Ortega podría ser elegible para obtener libertad condicional en menos de un año; sin embargo, al no ser ciudadana estadounidense podría enfrentar un proceso de deportación después de cumplir su sentencia.
Votar de manera ilegal (sin tener derecho a hacerlo) es un delito (felonía) de segundo grado, castigable de entre dos hasta 20 años en prisión.
"Los fiscales le mostraron al jurado prueba de que Ortega se registró ilegalmente para votar en 2002 y votó en cuatro elecciones en el condado de Dallas", señaló en una declaración la oficina de Paxton. “Los fiscales establecieron que cuando Ortega se mudó del Condado de Dallas al Condado de Tarrant en 2014, e indicó correctamente que no era ciudadana de los Estados Unidos en su formulario de registro de votar, el condado le informó por escrito que no era elegible para votar.
"Sin embargo, Ortega solicitó votar nuevamente, esta vez insistiendo falsamente que era una ciudadana estadounidense. Ella votó ilegalmente cinco veces entre 2004 y 2014", afirmó la oficina de Paxton en el comunicado.
CÁRCEL PARA UNOS...
Russ Casey no fue enviado a la cárcel a pesar de que presentó peticiones con firmas falsificadas para participar en la votación primaria en un esfuerzo fraudulento por ganar la reelección como juez de paz del Condado de Tarrant. Casey se retiró de la contienda y se declaró culpable después de que el escándalo salió a la luz. Fue sentenciado a cinco años de libertad condicional sin ser enviado a prisión.En el 2017, Casey fue reprendido por sostener una "relación sexual inapropiada" con una exempleada (jefa de staff).
GRAVE INJUSTICIA
En un editorial, el diario Houston Chronicle calificó de grave injusticia la sentencia dictada a Ortega y señaló que el el gobernador Greg Abbott debería perdonar a la mujer, cuyo castigo por una ofensa electoral es extremo. "El fraude electoral es algo así como el chupacabra de la política de Texas. Mucha gente, por lo demás, racional, cree que se está ocurriendo en nuestro estado, pero los avistamientos reales son tan raros que las personas que lo han estudiado ponen los ojos en blanco y dicen que es un mito", expresó la opinión de la Junta Editorial del influyente periódico.Abbott no perdonó a Ortega en su anuncio de clemencia para varios infractores de Texas a finales de diciembre.
Rosa María Ortega, una madre de familia, de 39 años de edad, con una educación de sexto grado y cuatro hijos, ha residido legalmente en Estados Unidos desde su niñez, pero el pasado 27 de noviembre, una corte de apelaciones decidió avalar una sentencia de ocho años de cárcel en su contra por haber cometido fraude electoral.
Un jurado del Condado de Tarrant de 10 mujeres y dos hombres encontró a Ortega, residente de Grand Prairie, culpable de votar ilegalmente y le dictó la severa sentencia que luego la residente buscó, sin éxito, que una corte de apelaciones la anulara.
En su juicio, la mexicana declaró que no sabía distinguir que su estatus de residente permanente no le daba derecho a salir a votar y sufragó en cinco ocasiones (en el lapso de una década) ejerciendo -ilegalmente- tal derecho. "Yo no tenía el estudio, la orientación, la educación. Durante toda mi vida me enseñaron que era una ciudadana de Estados Unidos", dijo en la corte.
También admitió que se consideraba republicana y votó por Mitt Romney en 2012 (para presidente) y por Ken Paxton para fiscal de Texas.
De acuerdo al Star-Telegram, Ortega podrían todavía hacer una petición de una revisión discrecionaria en la Corte de Apleaciones. Y se desconoce si podrá permanecer en libertad en caso de que solicite dicha revisión.
HIJOS
Ortega, quien desde niña recibió su "tarjeta verde" de residente de Estados Unidos, le dijo al Star-Telegram en una entrevista que había perdido la custodia de sus hijos a raiz del caso que enfrenta.
Paxton, el fiscal general del estado, hizo notar que bajo la ley de Texas para ciertos delitos, Ortega podría ser elegible para obtener libertad condicional en menos de un año; sin embargo, al no ser ciudadana estadounidense podría enfrentar un proceso de deportación después de cumplir su sentencia.
Votar de manera ilegal (sin tener derecho a hacerlo) es un delito (felonía) de segundo grado, castigable de entre dos hasta 20 años en prisión.
"Los fiscales le mostraron al jurado prueba de que Ortega se registró ilegalmente para votar en 2002 y votó en cuatro elecciones en el condado de Dallas", señaló en una declaración la oficina de Paxton. “Los fiscales establecieron que cuando Ortega se mudó del Condado de Dallas al Condado de Tarrant en 2014, e indicó correctamente que no era ciudadana de los Estados Unidos en su formulario de registro de votar, el condado le informó por escrito que no era elegible para votar.
"Sin embargo, Ortega solicitó votar nuevamente, esta vez insistiendo falsamente que era una ciudadana estadounidense. Ella votó ilegalmente cinco veces entre 2004 y 2014", afirmó la oficina de Paxton en el comunicado.
CÁRCEL PARA UNOS...
Russ Casey no fue enviado a la cárcel a pesar de que presentó peticiones con firmas falsificadas para participar en la votación primaria en un esfuerzo fraudulento por ganar la reelección como juez de paz del Condado de Tarrant. Casey se retiró de la contienda y se declaró culpable después de que el escándalo salió a la luz. Fue sentenciado a cinco años de libertad condicional sin ser enviado a prisión.
En el 2017, Casey fue reprendido por sostener una "relación sexual inapropiada" con una exempleada (jefa de staff).
GRAVE INJUSTICIA
En un editorial, el diario Houston Chronicle calificó de grave injusticia la sentencia dictada a Ortega y señaló que el el gobernador Greg Abbott debería perdonar a la mujer, cuyo castigo por una ofensa electoral es extremo. "El fraude electoral es algo así como el chupacabra de la política de Texas. Mucha gente, por lo demás, racional, cree que se está ocurriendo en nuestro estado, pero los avistamientos reales son tan raros que las personas que lo han estudiado ponen los ojos en blanco y dicen que es un mito", expresó la opinión de la Junta Editorial del influyente periódico.
Abbott no perdonó a Ortega en su anuncio de clemencia para varios infractores de Texas a finales de diciembre.