DALLAS -- Las "Mujeres de Consuelo o Confort" -reclutadas a la fuerza por militares japoneses en la década de 1940- no es un asunto olvidado para un par de activistas que salieron a las calles el domingo, uniéndose a la tercera "Marcha de Mujeres", cuyo recorrido de casi milla y media culminó con un mitin afuera del Ayuntamiento de la ciudad.
Sinmin Pak, una coreana-americana explicó que la justicia que esperan para las víctimas del oscuro pasaje de las "mujeres de confort" es que Japón emita una disculpa oficial -no tan vaga como la que en años recientes ofreció- para las miles de mujeres (muchas de ellas menores de edad) que fueron esclavizadas sexualmente por el ejército japonés en territorios ocupados por el imperio nipón durante la Segunda Guerra Mundial.
"Se estima que 200,000 jovencitas fueron tomadas (como Mujeres Confort) y ahora hay solo 25 sobrevivientes en Corea. La parte triste es que el gobierno japonés no ha reconocido [el asunto] o se ha disculpado oficialmente. Tenemos que asegurarnos de que la gente sepa de esto para que no vuelve a ser repetido", dijo Pak.
La activista también resaltó que se les llama "Mujeres de Confort" como un eufemismo, porque en la realidad, las asiáticas (de China, Corea, Filipinas y Japón) fueron "esclavas sexuales víctimas del ejército japonés".
DIVERSIDAD
Al frente del contingente de la marcha desfilaron mujeres nativas y de pueblos indígenas que entonaron cantos durante y al final del recorrido. Otras portaban carteles exigiendo un alto al racismo, mientras que hombres y mujeres rechazaban el muro que obsesiona a Donald Trump con mensajes contundentes, como el de una maestra de UT-Arlington: "Si Trump construye un muro, le enseñaré a mis estudiantes a derribarlo".Profesoraa universitaria rechaza el muro. #dallas #WomensMarch2019 pic.twitter.com/3v80ypYmo4
— HOY DALLAS (@HOYdallas) January 20, 2019Axel Aguilar, un joven hispano del área de Dallas, participó en la demostración portando un botón en la manga izquierdo de su sudadera que leía "El no es mi presidente".
ANGUSTIA
"Estados Unidos está bajo un estrés extremo", afirmó una manifestante anglosajona que mostraba una bandera estadounidense al revés, con la leyenda: 'Trump hizo esto'. También opinó que el actual presidente "continúa haciendo cosas que son contrarias a lo que somos como pueblo".ATREVIDAS
La representante estatal Victoria Neave, una de las organizadoras del evento, que cumplió con su tercera edición anual, recordó sus orígenes: habitante del popular barrio de Pleasant Grove y luego mesera, antes de convertirse en una abogada y después ganar un cargo de elección."No podemos tener miedo de ser atrevidas; madres, abuelas, maestras, doctoras, oficiales, estudiantes", pidió Neave durante un breve discurso que leyó desde la tarima del evento.
"No podemos tener miedo de ser controversiales, porque si el pedir pago equitativo y trabajo equitativo es controversial, pues que sea controversial", puntualizó.
Según cálculos oficiales, alrededor de 5,000 personas participaron en la Marcha de las Mujeres en Dallas.
Sinmin Pak, una coreana-americana explicó que la justicia que esperan para las víctimas del oscuro pasaje de las "mujeres de confort" es que Japón emita una disculpa oficial -no tan vaga como la que en años recientes ofreció- para las miles de mujeres (muchas de ellas menores de edad) que fueron esclavizadas sexualmente por el ejército japonés en territorios ocupados por el imperio nipón durante la Segunda Guerra Mundial.
"Se estima que 200,000 jovencitas fueron tomadas (como Mujeres Confort) y ahora hay solo 25 sobrevivientes en Corea. La parte triste es que el gobierno japonés no ha reconocido [el asunto] o se ha disculpado oficialmente. Tenemos que asegurarnos de que la gente sepa de esto para que no vuelve a ser repetido", dijo Pak.
La activista también resaltó que se les llama "Mujeres de Confort" como un eufemismo, porque en la realidad, las asiáticas (de China, Corea, Filipinas y Japón) fueron "esclavas sexuales víctimas del ejército japonés".
DIVERSIDAD
Al frente del contingente de la marcha desfilaron mujeres nativas y de pueblos indígenas que entonaron cantos durante y al final del recorrido. Otras portaban carteles exigiendo un alto al racismo, mientras que hombres y mujeres rechazaban el muro que obsesiona a Donald Trump con mensajes contundentes, como el de una maestra de UT-Arlington: "Si Trump construye un muro, le enseñaré a mis estudiantes a derribarlo".
Profesoraa universitaria rechaza el muro. #dallas #WomensMarch2019 pic.twitter.com/3v80ypYmo4
— HOY DALLAS (@HOYdallas) January 20, 2019
Axel Aguilar, un joven hispano del área de Dallas, participó en la demostración portando un botón en la manga izquierdo de su sudadera que leía "El no es mi presidente".
ANGUSTIA
"Estados Unidos está bajo un estrés extremo", afirmó una manifestante anglosajona que mostraba una bandera estadounidense al revés, con la leyenda: 'Trump hizo esto'. También opinó que el actual presidente "continúa haciendo cosas que son contrarias a lo que somos como pueblo".
ATREVIDAS
La representante estatal Victoria Neave, una de las organizadoras del evento, que cumplió con su tercera edición anual, recordó sus orígenes: habitante del popular barrio de Pleasant Grove y luego mesera, antes de convertirse en una abogada y después ganar un cargo de elección.
"No podemos tener miedo de ser atrevidas; madres, abuelas, maestras, doctoras, oficiales, estudiantes", pidió Neave durante un breve discurso que leyó desde la tarima del evento.
"No podemos tener miedo de ser controversiales, porque si el pedir pago equitativo y trabajo equitativo es controversial, pues que sea controversial", puntualizó.
Según cálculos oficiales, alrededor de 5,000 personas participaron en la Marcha de las Mujeres en Dallas.