Una herida abierta: Dallas conmemora 50 años del asesinato de Santos Rodríguez

"Siempre vivirá en mi corazón... y en mis sueños", dijo (María) Bessie Rodríguez, emocionada, cuando al fin le dedicaron una estatua a su hijo hace un año, en Dallas.

Santos Rodríguez tenía 12 años y una sonrisa quizás no tan infantil por un sorpresivo bigote que anunciaba el inicio de una pubertad precoz. En la foto donde aparece de brazos cruzados junto a su hermano David, recargados ambos sobre un automóvil, su abundante pelo también lo hace aparentar más edad.

Era un chico relativamente alto (5 pies -10) para sus 12, pero su corazón era el de un niño. Un niño de barrio, como todos los que vivían en el área de Little México en Dallas en la década de 1970. En noviembre de ese 1973 se cumplirían 10 años del también infame asesinato del presidente John F. Kennedy, ocurrido no muy lejos del sitio en el que la vida de Santos sería segada por un policía municipal que jugó a la ruleta rusa durante una interrogación espontánea sobre los dos hermanos.

El oficial Darrell L. Cain, con cinco años de servicio y cierta controversia en su archivo como agente de la ley, investigaba el reporte de un hurto de $8.00 ocurrido en un expendio de gasolina ubicado cerca de la casa donde vivían Santos y David, en la calle Pearl.

Cain y Roy R. Arnold, su compañero de turno, llegaron alrededor de las 2 a.m. del 24 de julio a la vivienda de los hermanos Rodríguez sin ninguna orden judicial y los esposaron. Al subirlos a la patrulla, los condujeron a la escena del robo y ahí, Cain le colocó una pistola en la cabeza a Santos en busca de una confesión forzada. La primera vez que jaló el gatillo no hubo un disparo, pero al segundo tirón una bala mató al niño instantáneamente. “Estoy diciendo la verdad”, fueron sus últimas palabras, según la declaración de David, quien presenció todo.

"Fue el peor crimen en la historia de Dallas posiblemente, excluyendo el asesinato del presidente Kennedy", dijo Rick Halperin, el director del programa de derechos humanos de la Southern Methodist University (SMU) a WFAA-TV.

Las protestas en las calles se convirtieron en disturbios. La noticia llegó hasta el presidente Jimmy Carter, quien sin éxito le pidió al Departamento de Justicia que revisara el caso para examinar la posibilidad de presentar cargos federales contra Cain. La inocencia de Santos en el robo en cuestión fue corroborada poco después, reportaron las autoridades en su momento.

Cain fue hallado culpable de "asesinato con malicia" y condenado a 5 años de cárcel, de los cuales solo cumplió la mitad. Arnold, su compañero, quien fue testigo del asesinato del menor mexicoamericano, no enfrentó ningún tipo de cargo criminal. 

HACE 50 AÑOS. "Cuando esto ocurrió se decía que los latinos estábamos dormidos. Desafortunadamente llegó una tragedia para despertarnos y unirnos", reflexionó Hilda Ramírez Duarte, activista de LULAC en Dallas, al final de una conferencia de prensa en la que anunciaron una serie de eventos previos al aniversario luctuoso.

Hadi Jawad, activista y escritor, dice que "esta es una historia que Dallas no puede olvidar".

"Yo tenía 16 años", recordó Duarte. "Mi madre (Ester Ramírez) tenía (a su cargo) un 'Community Center' frente a la escuela católica Saint Anne", un sitio en el que solía ver a Santos y a David.

"Nos arrodillamos juntos, abrazándonos, el día en que supimos (del asesinato); porque [ocurrió] un martes, y esto fue un miércoles que en la escuela estábamos hablando de lo que había ocurrido. A nosotros siempre nos habían enseñado que dependiéramos de la policía, que si necesitas ayuda que acudieras a la policía. Pero después de eso, cuando íbamos caminando y miramos un carro de policía, nos veíamos de reojo y tratábamos de escondernos porque teníamos miedo. No había seguridad ni justicia", agregó Duarte.

PIKE PARK -2023. Peter Johnson, un activista afroamericano que había marchado junto al reverendo Martin Luther King Jr. estaba en Atlanta cuando recibió la noticia del asesinato del niño menor de Bessie Rodríguez, recordó durante una ceremonia en memoria de Santos en Pike Park el pasado domingo 23 de julio.

En 1970, el oficial Cain había matado a tiros a Michael Morehead, un afroamericano de 18 años, dijo Johnson, considerado un decano de los derechos civiles en Dallas.

La llamada del activista chicano Pancho Medrano hizo que Johnson regresara en avión a Texas en cuanto le fue posible, contó. Los recuerdos del legendario discípulo de MLK Jr. se mezclaron entre la indignación y el paso del tiempo, pero en su breve elocución estableció que el oficial Cain no fue acusado por la muerte violenta de Morehead y sí devuelto a las calles, en uniforme, algo que no debió ocurrir, opinó.

En este 2023, la ceremonia en memoria de Santos en Pike Park incluyó la actuación de un grupo de mariachi que tocó "Las golondrinas" y "Amor eterno". Antes del inicio formal del programa, un grupo de danzantes tipo matachines también ofrecieron varios números. Una hora antes, decenas participaron en una marcha que concluyó en el mencionado parque. Cinthya Izaguirre, la conductora de noticias de WFAA, fue la maestra de ceremonias.

El concejal Jesse Moreno, quien ha impulsado una serie de eventos para mantener presente la historia en torno a la tragedia sobre la familia Rodríguez, grabó un mensaje para la ocasión porque un compromiso adquirido anteriormente le impidió acudir en persona.

Los derechos civiles de Santos Rodríguez fueron pisoteados, resaltó la legendaria activista Frances Rizo, quien lamentó el poco tiempo que le cedieron ante el micrófono y recordó a los presentes el valor de salir a votar, entre otros comentarios vertidos con buen humor y candidez. "¡Viva Santos, Viva Dallas!", dijo antes de terminar.

En su intervención, Jonathan Maples hizo un 'flashback' detallado sobre el terrible suceso: Me puedo acordar del día como si hubiera sido ayer, mi padre viniendo a mi cuarto, diciendo, 'levántate, vístete y ayuda a tu hermano a vestirse'. Yo tenía siete años, mi hermano solo dos. E hice exactamente lo que mi padre me pidió. Cuando nos subíamos al carro le pregunté, ¿a dónde vamos? -Me dijo, 'a hacer que nuestras voces sean escuchadas y a corregir un yerro'. Fue un día que me cambió para siempre y el cómo y por qué es importante para mí el ser activista en pro de ciudadanos negros y cafés de Dallas y del estado de Texas. Crecí muy cerca, a un lanzamiento de una piedra de distancia, éste pude ser yo, pudo ser mi familia y pensar que el policía estaba en la calle no mucho después de matar a un afroamericano. Nunca debió de haber estado en la calle... nunca fue hecho responsable. Mientras crecí, Santos estuvo siempre en mí. En la escuela, en la preparatoria, era yo el que educaba a todos, estudiantes y maestros acerca de Santos, me molestaba que nadie supiera la historia. Para MLK un disturbio es el lenguaje de los no-escuchados. Lo que pasó merecía haber pasado, porque éramos los no-escuchados.

Hacia el final del evento, Joaquín Zihuatanejo, poeta laureado de Dallas, leyó un poema dedicado a Santos.

El renombrado periodista (retirado) Bob Ray Sanders, del Star-Telegram; el activista Ramiro Luna, de Somos Tejas y Desiree Alcocer-Scott, ejecutiva de patrocinios corporativos de los Dallas Mavericks, entre otros oradores, también subieron al quiosco de Pike Park en una tarde en la que ni David, ni Bessie pudieron estar presentes. 

Daphne Rodríguez, la esposa de David, agradeció a nombre de la familia los eventos conmemorativos del 50 aniversario luctuoso del niño al que le gustaba lo mismo escuchar música clásica que los temas de Santana.

DISCULPAS. Eddie García, el jefe de la policía de Dallas le pidió disculpas a la madre de Santos durante la conmemoración del 48 aniversario del homicidio del niño, en julio de 2021.

Hace 10 años, en el verano del 2013, el alcalde de Dallas. Mike Rawlings, emitió una disculpa pública a nombre de la ciudad por el asesinato de Rodríguez.

Santos Rodríguez tenía 12 años y una sonrisa quizás no tan infantil por un sorpresivo bigote que anunciaba el inicio de una pubertad precoz. En la foto donde aparece de brazos cruzados junto a su hermano David, recargados ambos sobre un automóvil, su abundante pelo también lo hace aparentar más edad.

Era un chico relativamente alto (5 pies -10) para sus 12, pero su corazón era el de un niño. Un niño de barrio, como todos los que vivían en el área de Little México en Dallas en la década de 1970. En noviembre de ese 1973 se cumplirían 10 años del también infame asesinato del presidente John F. Kennedy, ocurrido no muy lejos del sitio en el que la vida de Santos sería segada por un policía municipal que jugó a la ruleta rusa durante una interrogación espontánea sobre los dos hermanos.

El oficial Darrell L. Cain, con cinco años de servicio y cierta controversia en su archivo como agente de la ley, investigaba el reporte de un hurto de $8.00 ocurrido en un expendio de gasolina ubicado cerca de la casa donde vivían Santos y David, en la calle Pearl.

Cain y Roy R. Arnold, su compañero de turno, llegaron alrededor de las 2 a.m. del 24 de julio a la vivienda de los hermanos Rodríguez sin ninguna orden judicial y los esposaron. Al subirlos a la patrulla, los condujeron a la escena del robo y ahí, Cain le colocó una pistola en la cabeza a Santos en busca de una confesión forzada. La primera vez que jaló el gatillo no hubo un disparo, pero al segundo tirón una bala mató al niño instantáneamente. “Estoy diciendo la verdad”, fueron sus últimas palabras, según la declaración de David, quien presenció todo.

"Fue el peor crimen en la historia de Dallas posiblemente, excluyendo el asesinato del presidente Kennedy", dijo Rick Halperin, el director del programa de derechos humanos de la Southern Methodist University (SMU) a WFAA-TV.

Las protestas en las calles se convirtieron en disturbios. La noticia llegó hasta el presidente Jimmy Carter, quien sin éxito le pidió al Departamento de Justicia que revisara el caso para examinar la posibilidad de presentar cargos federales contra Cain. La inocencia de Santos en el robo en cuestión fue corroborada poco después, reportaron las autoridades en su momento.

Cain fue hallado culpable de "asesinato con malicia" y condenado a 5 años de cárcel, de los cuales solo cumplió la mitad. Arnold, su compañero, quien fue testigo del asesinato del menor mexicoamericano, no enfrentó ningún tipo de cargo criminal. 

HACE 50 AÑOS. "Cuando esto ocurrió se decía que los latinos estábamos dormidos. Desafortunadamente llegó una tragedia para despertarnos y unirnos", reflexionó Hilda Ramírez Duarte, activista de LULAC en Dallas, al final de una conferencia de prensa en la que anunciaron una serie de eventos previos al aniversario luctuoso.

Hadi Jawad, activista y escritor, dice que "esta es una historia que Dallas no puede olvidar".

"Yo tenía 16 años", recordó Duarte. "Mi madre (Ester Ramírez) tenía (a su cargo) un 'Community Center' frente a la escuela católica Saint Anne", un sitio en el que solía ver a Santos y a David.

"Nos arrodillamos juntos, abrazándonos, el día en que supimos (del asesinato); porque [ocurrió] un martes, y esto fue un miércoles que en la escuela estábamos hablando de lo que había ocurrido. A nosotros siempre nos habían enseñado que dependiéramos de la policía, que si necesitas ayuda que acudieras a la policía. Pero después de eso, cuando íbamos caminando y miramos un carro de policía, nos veíamos de reojo y tratábamos de escondernos porque teníamos miedo. No había seguridad ni justicia", agregó Duarte.

PIKE PARK -2023. Peter Johnson, un activista afroamericano que había marchado junto al reverendo Martin Luther King Jr. estaba en Atlanta cuando recibió la noticia del asesinato del niño menor de Bessie Rodríguez, recordó durante una ceremonia en memoria de Santos en Pike Park el pasado domingo 23 de julio.

En 1970, el oficial Cain había matado a tiros a Michael Morehead, un afroamericano de 18 años, dijo Johnson, considerado un decano de los derechos civiles en Dallas.

La llamada del activista chicano Pancho Medrano hizo que Johnson regresara en avión a Texas en cuanto le fue posible, contó. Los recuerdos del legendario discípulo de MLK Jr. se mezclaron entre la indignación y el paso del tiempo, pero en su breve elocución estableció que el oficial Cain no fue acusado por la muerte violenta de Morehead y sí devuelto a las calles, en uniforme, algo que no debió ocurrir, opinó.

En este 2023, la ceremonia en memoria de Santos en Pike Park incluyó la actuación de un grupo de mariachi que tocó "Las golondrinas" y "Amor eterno". Antes del inicio formal del programa, un grupo de danzantes tipo matachines también ofrecieron varios números. Una hora antes, decenas participaron en una marcha que concluyó en el mencionado parque. Cinthya Izaguirre, la conductora de noticias de WFAA, fue la maestra de ceremonias.

El concejal Jesse Moreno, quien ha impulsado una serie de eventos para mantener presente la historia en torno a la tragedia sobre la familia Rodríguez, grabó un mensaje para la ocasión porque un compromiso adquirido anteriormente le impidió acudir en persona.

Los derechos civiles de Santos Rodríguez fueron pisoteados, resaltó la legendaria activista Frances Rizo, quien lamentó el poco tiempo que le cedieron ante el micrófono y recordó a los presentes el valor de salir a votar, entre otros comentarios vertidos con buen humor y candidez. "¡Viva Santos, Viva Dallas!", dijo antes de terminar.

En su intervención, Jonathan Maples hizo un 'flashback' detallado sobre el terrible suceso: Me puedo acordar del día como si hubiera sido ayer, mi padre viniendo a mi cuarto, diciendo, 'levántate, vístete y ayuda a tu hermano a vestirse'. Yo tenía siete años, mi hermano solo dos. E hice exactamente lo que mi padre me pidió. Cuando nos subíamos al carro le pregunté, ¿a dónde vamos? -Me dijo, 'a hacer que nuestras voces sean escuchadas y a corregir un yerro'. Fue un día que me cambió para siempre y el cómo y por qué es importante para mí el ser activista en pro de ciudadanos negros y cafés de Dallas y del estado de Texas. Crecí muy cerca, a un lanzamiento de una piedra de distancia, éste pude ser yo, pudo ser mi familia y pensar que el policía estaba en la calle no mucho después de matar a un afroamericano. Nunca debió de haber estado en la calle... nunca fue hecho responsable. Mientras crecí, Santos estuvo siempre en mí. En la escuela, en la preparatoria, era yo el que educaba a todos, estudiantes y maestros acerca de Santos, me molestaba que nadie supiera la historia. Para MLK un disturbio es el lenguaje de los no-escuchados. Lo que pasó merecía haber pasado, porque éramos los no-escuchados.

Hacia el final del evento, Joaquín Zihuatanejo, poeta laureado de Dallas, leyó un poema dedicado a Santos.

El renombrado periodista (retirado) Bob Ray Sanders, del Star-Telegram; el activista Ramiro Luna, de Somos Tejas y Desiree Alcocer-Scott, ejecutiva de patrocinios corporativos de los Dallas Mavericks, entre otros oradores, también subieron al quiosco de Pike Park en una tarde en la que ni David, ni Bessie pudieron estar presentes. 

Daphne Rodríguez, la esposa de David, agradeció a nombre de la familia los eventos conmemorativos del 50 aniversario luctuoso del niño al que le gustaba lo mismo escuchar música clásica que los temas de Santana.

DISCULPAS. Eddie García, el jefe de la policía de Dallas le pidió disculpas a la madre de Santos durante la conmemoración del 48 aniversario del homicidio del niño, en julio de 2021.

Hace 10 años, en el verano del 2013, el alcalde de Dallas. Mike Rawlings, emitió una disculpa pública a nombre de la ciudad por el asesinato de Rodríguez.