Opinión: Inaceptable violencia contra los judíos

Si le dolió, no se le nota. Nada ha cambiado. Su mensaje es el mismo. Su expresión es la misma y su deseo por lograr el poder absoluto sigue inalterable...

El asesinato a sangre fría de 11 judíos, no fue suficiente para obligarlo a interrumpir por lo menos un día, su campaña; para llamar a un duelo nacional por la peor masacre de judíos que se ha visto en la historia de esta nación, ocurrida el pasado sábado 28 de noviembre en la sinagoga “Tree of Life” en la ciudad de Pittsburgh.

Sus seguidores lo aplauden, sus voceros de la Casa Blanca lo defienden y repiten de memoria un script donde niegan la responsabilidad del Mandatario por los ataques terroristas que se han dado contra los judíos y otras minorías, sin olvidar el envío de explosivos a sus más severos críticos.

Para el Presidente y sus seguidores, en el caso de la masacre en Pittsburgh, las víctimas resultaron ser los culpables por no armarse a tiempo y los medios de comunicación que se atreven a criticar y denunciar todos los actos de nepotismo, sospechas de corrupción, tráfico de influencias y otros actos deplorables por parte del Mandatario y sus más cercanos colaboradores. Ya son varios los que están en la cárcel.

El dolor obliga a la reflexión y al cambio, ese no es el caso del Individuo que ahora ocupa la Casa Blanca. Se le debe recordar que la apertura que dio a los judíos este país en la década de los 40, fue un ejemplo para otros pueblos que les cerraron las puertas, incluida Cuba que les cobraron una fortuna para dejarlos desembarcar, solo unos cuantos judíos que tuvieron el dinero pisaron tierra cubana. México no fue más generoso. Recibió a cuenta gotas a unos cuantos, menos de 2,000 durante el transcurso de la guerra. Estados Unidos recibió a cientos de miles de refugiados que huían del exterminio nazi.

Los judíos han probado ser un pueblo creativo, innovador, capaz de erigir un oasis en medio del desierto y Estados Unidos es el país que más se ha beneficiado con su presencia. Desde un principio, probaron ser verdaderos innovadores en sus respectivos ramos. Triunfadores absolutos en distintos géneros: Premios Nobel, cineastas, grandes industriales que han generado miles de empleos y también son ellos los que han establecido redes mundiales y centros dedicados la filantropía.

Un ejemplo de esa filantropía es la sinagoga Tree of Life, dedicada a ayudar a refugiados y migrantes centroamericanos a encontrar empleo, vivienda y escuela para sus hijos. Este tipo de actividades resultaron un peligro para Robert Bowers quien armado con un rifle de asalto y tres pistolas irrumpió el servicio de oración del templo esa mañana y disparó de manera indiscriminada a los asistentes.

Con un Presidente que se llama a sí mismo Nacionalista y que se rehusó a condenar la violencia provocada por sus simpatizantes nazis en Charlottesville, Virginia, quienes con torchas encendidas, coreban “os judíos no nos reemplazarán”, la reacción inmediata que nos queda es quitarle el poder, de manera pacífica, lo antes posible, antes de que sus palabras difamatorias y su “locura” por el poder totalitario nos alcancen con un saldo trágico, como acaba de suceder con nuestros hermanos judíos.
Votar no es una opción, es un deber moral que debemos ejercer el próximo martes 6 de noviembre. Un voto republicano es votar por la continuación del terrorismo que se ha dado en este país.

El asesinato a sangre fría de 11 judíos, no fue suficiente para obligarlo a interrumpir por lo menos un día, su campaña; para llamar a un duelo nacional por la peor masacre de judíos que se ha visto en la historia de esta nación, ocurrida el pasado sábado 28 de noviembre en la sinagoga “Tree of Life” en la ciudad de Pittsburgh.

Sus seguidores lo aplauden, sus voceros de la Casa Blanca lo defienden y repiten de memoria un script donde niegan la responsabilidad del Mandatario por los ataques terroristas que se han dado contra los judíos y otras minorías, sin olvidar el envío de explosivos a sus más severos críticos.

Para el Presidente y sus seguidores, en el caso de la masacre en Pittsburgh, las víctimas resultaron ser los culpables por no armarse a tiempo y los medios de comunicación que se atreven a criticar y denunciar todos los actos de nepotismo, sospechas de corrupción, tráfico de influencias y otros actos deplorables por parte del Mandatario y sus más cercanos colaboradores. Ya son varios los que están en la cárcel.

El dolor obliga a la reflexión y al cambio, ese no es el caso del Individuo que ahora ocupa la Casa Blanca. Se le debe recordar que la apertura que dio a los judíos este país en la década de los 40, fue un ejemplo para otros pueblos que les cerraron las puertas, incluida Cuba que les cobraron una fortuna para dejarlos desembarcar, solo unos cuantos judíos que tuvieron el dinero pisaron tierra cubana. México no fue más generoso. Recibió a cuenta gotas a unos cuantos, menos de 2,000 durante el transcurso de la guerra. Estados Unidos recibió a cientos de miles de refugiados que huían del exterminio nazi.

Los judíos han probado ser un pueblo creativo, innovador, capaz de erigir un oasis en medio del desierto y Estados Unidos es el país que más se ha beneficiado con su presencia. Desde un principio, probaron ser verdaderos innovadores en sus respectivos ramos. Triunfadores absolutos en distintos géneros: Premios Nobel, cineastas, grandes industriales que han generado miles de empleos y también son ellos los que han establecido redes mundiales y centros dedicados la filantropía.

Un ejemplo de esa filantropía es la sinagoga Tree of Life, dedicada a ayudar a refugiados y migrantes centroamericanos a encontrar empleo, vivienda y escuela para sus hijos. Este tipo de actividades resultaron un peligro para Robert Bowers quien armado con un rifle de asalto y tres pistolas irrumpió el servicio de oración del templo esa mañana y disparó de manera indiscriminada a los asistentes.

Con un Presidente que se llama a sí mismo Nacionalista y que se rehusó a condenar la violencia provocada por sus simpatizantes nazis en Charlottesville, Virginia, quienes con torchas encendidas, coreban “os judíos no nos reemplazarán”, la reacción inmediata que nos queda es quitarle el poder, de manera pacífica, lo antes posible, antes de que sus palabras difamatorias y su “locura” por el poder totalitario nos alcancen con un saldo trágico, como acaba de suceder con nuestros hermanos judíos.
Votar no es una opción, es un deber moral que debemos ejercer el próximo martes 6 de noviembre. Un voto republicano es votar por la continuación del terrorismo que se ha dado en este país.