Condenan severamente a residente mexicana que votó sin tener derecho; alega que no sabía y votó por republicanos

DALLAS -- Rosa María Ortega, una residente permanente de 37 años de edad, votó por lo menos dos veces en Texas sin tener derecho a hacerlo y el jueves, un juez en Fort Worth la sentenció a ocho años de cárcel.

Ortega alegó que desconocía que no tenía derecho a votar, pero el juez fue estricto y dictó una sentencia inusual en su contra. En 2015,  otro caso fraudulento de votación en el área de Fort Worth terminó con una probatoria en contra de la acusada. 

Ken Paxton, el fiscal general de Texas, celebró la sentencia contra Ortega, diciendo que es una muestra de qué tan serio es Texas en mantener las elecciones seguras. Pero Clark Birdsall, el abogado de la residente permanente, nacida en México y madre de cuatro, opinó que era una reacción exagerada hecha para conseguir puntos políticos, en contra de alguien que erróneamente creyó que era elegible para votar.

Ortega, al no ser ciudadana estadounidense, se enfrentará a la posibilidad de ser deportada cuando termine su condena.

Birdsall dijo en un reporte del New York Times que la oficina de Paxton estaba preparada para descartar todos los cargos en contra de Ortega, si ella acordaba testificar en la Legislatura de Texas en el tema de los procedimientos de votación, pero la fiscal del condado de Tarrant, Sharen Wilson, vetó el acuerdo, insistiendo en que un juicio retrataría los esfuerzos de su oficina contra el fraude electoral.

Michael Wines, del New York Times, hace notar que la condena de Ortega es inusual, no solo por la severidad sino por sus circustancias. Muchas condenas por fraude que involucran claros esfuerzos en influir resultados electorales terminan en sentencias de cárcel -y algunas otras no-. Una mujer en Brownsville, Texas, recibió cinco años de libertad condicional por votar en ausencia bajo diferentes nombres en la elección de 2012.

Y mientras publicaciones de tendencia ultraderechista se han adjudicado la condena de Ortega como evidencia de que Donald Trump está en lo correcto al hablar de fraude y los efuerzos de los demócratas para manosear las elecciones de noviembre, la mexicana votó por Mitt Romney en 2012. Y en las elecciones de 2014 le dio su voto a Paxton, como fiscal general.

En Twitter, las reacciones a la severa condena empezaron a circular el fin de semana.

Ortega alegó que desconocía que no tenía derecho a votar, pero el juez fue estricto y dictó una sentencia inusual en su contra. En 2015,  otro caso fraudulento de votación en el área de Fort Worth terminó con una probatoria en contra de la acusada. 

Ken Paxton, el fiscal general de Texas, celebró la sentencia contra Ortega, diciendo que es una muestra de qué tan serio es Texas en mantener las elecciones seguras. Pero Clark Birdsall, el abogado de la residente permanente, nacida en México y madre de cuatro, opinó que era una reacción exagerada hecha para conseguir puntos políticos, en contra de alguien que erróneamente creyó que era elegible para votar.

Ortega, al no ser ciudadana estadounidense, se enfrentará a la posibilidad de ser deportada cuando termine su condena.

Birdsall dijo en un reporte del New York Times que la oficina de Paxton estaba preparada para descartar todos los cargos en contra de Ortega, si ella acordaba testificar en la Legislatura de Texas en el tema de los procedimientos de votación, pero la fiscal del condado de Tarrant, Sharen Wilson, vetó el acuerdo, insistiendo en que un juicio retrataría los esfuerzos de su oficina contra el fraude electoral.

Michael Wines, del New York Times, hace notar que la condena de Ortega es inusual, no solo por la severidad sino por sus circustancias. Muchas condenas por fraude que involucran claros esfuerzos en influir resultados electorales terminan en sentencias de cárcel -y algunas otras no-. Una mujer en Brownsville, Texas, recibió cinco años de libertad condicional por votar en ausencia bajo diferentes nombres en la elección de 2012.

Y mientras publicaciones de tendencia ultraderechista se han adjudicado la condena de Ortega como evidencia de que Donald Trump está en lo correcto al hablar de fraude y los efuerzos de los demócratas para manosear las elecciones de noviembre, la mexicana votó por Mitt Romney en 2012. Y en las elecciones de 2014 le dio su voto a Paxton, como fiscal general.

En Twitter, las reacciones a la severa condena empezaron a circular el fin de semana.