El obispo de Roma, en espera de un milagro
Este ha sido descrito como el viaje más político del Papa Francisco y con justa razón.
Este ha sido descrito como el viaje más político del Papa Francisco y con justa razón.
No me gusta repetir títulos ni columnas previas, pero con el segundo debate republicano esta semana desde la Biblioteca Ronald Reagan en Simi Valley, California, vuelvo a preguntarme qué diría el ícono del Partido Republicano del lamentable espectáculo de su partido en este ciclo electoral y particularmente del tono ofensivo e incluso racista de varios de los precandidatos.
¿Será Donald Trump una de las mejores armas de los grupos cívicos para registrar y movilizar votantes latinos de cara a la elección presidencial de 2016?
El hasta ahora imparable aspirante a la nominación presidencial republicana, Donald Trump, tilda a todo el que lo contradiga de “estúpido” y se jacta de que las barbaridades que cacarea son las cosas que muchos quieren decir y no se atreven. Su arrogancia y su retórica anti todo lo han convertido en ídolo de ese 30% del Partido Republicano que aspira a que Trump, como quien construye y destruye rascacielos, sea capaz de borrar por arte de magia los cambios demográficos que han alterado el rostro físico y electoral de Estados Unidos.
WASHINGTON, D.C. -- Me pregunto si los sectores republicanos, sobre todo hispanos, que dicen apoyar la reforma migratoria creen que pueden evadir la enorme responsabilidad de su partido en entorpecer dicha reforma por la vía legislativa. No colaboran de forma bipartidista; si avanza una legislación, como ocurrió en 2013, la bloquean. Ante la inacción legislativa republicana, el presidente Barack Obama gira órdenes ejecutivas migratorias en 2014 y entonces las tachan de anticonstitucionales y las frenan en los tribunales.