Mientras el Partido Republicano en el Congreso opta por jurar lealtad a Donald J. Trump a cualquier precio y a bloquear la agenda del presidente Joe Biden, es hora de que los demócratas decidan si el bipartidismo que dicen buscar para impulsar temas como la reforma migratoria no es más que una quimera.

Si hay algo que el inmigrante en este país, cualquiera que sea su estatus, tiene claro desde el principio de su odisea aquí es, sí o sí, la obligación de pagar y declarar impuestos. No hay escapatoria alguna si se quiere participar y beneficiarse del engranaje económico y de servicios en que está basado este experimento social que llamamos Estados Unidos.

En el primer día de su administración, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, presentará un amplio plan de reforma migratoria que comprende una "legalización" con una larga vía a la ciudadanía para unos 11 millones de personas que viven en el país sin estatus legal, adelantaron fuentes allegadas al asunto a varios medios de comunicación nacionales.

Beto O’Rourke presentará una reforma migratoria en su primer año si llega a la Casa Blanca, le dijo a Jorge Ramos de Univision en exclusiva el fin de semana.