10 de mayo | En memoria de Rozhy Talismán: ¿Y tú qué harías? (ante un diagnóstico inesperado).

En este Día de las Madres decidimos republicar un texto de 2014 escrito por Rozhy Talismán, una motivadora natural, madre y mujer optimista, quien solía compartir su visión positiva de la vida mediante artículos en HOY Dallas. Nunca cobró nada por sus publicaciones ni pidió algo a cambio. Vivió en Dallas, proveniente de su natal Guadalajara, antes de mudarse a Canadá. La recordamos con cariño sincero.

Bienvenidos a mi Rincón de reflexiones. En este espacio reiremos de felicidad y quizá algunas veces derramemos lágrimas de tristeza, pero siempre nuestro objetivo será el descubrir y aprender algo nuevo acerca de nosotros y de la vida, pues somos visitantes en este hermoso planeta y nuestro objetivo es gozar nuestra existencia así como aprender al máximo de las lecciones que se nos presenten.

¿Has pensado que harías si un día te levantas y haces tu rutina normal de todas las mañanas, pero de pronto te das cuenta que algo no está normal y tienes que ir a ver al doctor; tras los exámenes pertinentes te descubren un tumor maligno y te dan la noticia en frío de que ya estás en la lista para dejar este planeta en un tiempo determinado?

Hace algunos meses yo viví esta experiencia. Esta jornada se ha convertido en el reto más grande de mi vida. Estando todavía en la oficina del doctor escuchando sus palabras comencé a sentir que entraba a otra dimensión y seguía oyendo lo que decía pero solamente como un murmuro. Me sentí sola, desamparada, confundida y en shock. Mis oídos no escuchaban más que como en un disco rayado las palabras que me acababa de decir el médico, "lo siento mucho es algo muy agresivo". Mi vista estaba nublada y salí de la oficina sintiéndome como zombie y sin rumbo alguno, mi mente no coordinaba. Perdí la noción del tiempo. Finalmente encontré mi carro, abrí la puerta y me desplomé enfrente del volante. ¿Qué hago, qué voy a hacer, qué les digo a mis hijos, qué está pasando, es éste el final?

El miedo y pánico se empezaron a apoderar de mí. Yo, que siempre creí y practiqué el arte de crear mi felicidad y lo compartí con cuantas personas lo necesitaban y cruzaban por mi camino. ¿Cómo era posible que esta experiencia me estuviera zarandeando mi fe y manera de ver la vida?

La primera reflexión sobre este miedo me llevó a hacer una pausa, a ubicarme en el presente y cerrar mi atención tanto al pasado como al futuro, pues este último me petrificaba. Le temía a lo desconocido, a la muerte, a la vida, a la pérdida de mis seres queridos, a la desaparición de esa persona invencible que siempre me sentí, en fin a todo lo que representaba ese diagnóstico que otro ser humano me había dado.

Comencé a reflexionar y a meditar sobre lo que es el miedo para saber cómo enfrentarlo y transformarlo. Y mi primer descubrimiento fue reconocer que el miedo es un sentimiento humano que necesitamos entenderlo, abrazarlo y dejarlo ir.

Empecé a investigar acerca de este tema y descubrí que Eckert Tolle, el autor del libro "The Power of Now" –el Poder del Ahora- me ayudo poco a poco a encontrar luz dentro de la obscuridad tenebrosa del miedo. He seguido reflexionando y practicando el vivir siempre en el presente, sobre todo al darme cuenta del amor que siento por mis seres queridos y el apoyo incondicional que he tenido de todos ellos, y hasta de personas que nunca me imaginé. Todos ellos me ayudaron a transformar este sentimiento pues hoy me doy cuenta que no estoy sola y que todos estamos conectados con el Ser Supremo Hacedor de Todo.

Este fue el inicio de una jornada increíble de sanación y transformación. Las reflexiones que empecé a experimentar han sido mi guía hacia conocerme a mí misma y descubrir a mi yo verdadero, no el que yo creía que era. Ahora me doy cuenta de que a pesar de que creía conocerme, en realidad no tenía ni la menor idea de quién en realidad soy en mi interior. Nos podemos pasar toda una vida con la ilusión de que somos nuestro físico, apellido, nuestra profesión, nuestro trabajo, nuestro nombre, nuestras posesiones, nuestra personalidad, etc. Y en realidad todos estos son disfraces o vestimentas de quienes somos en verdad.

Hoy duermo tranquila, amo, me dejo amar y sé que no hay nada que temer y que este momento es mi regalo y mi única realidad. Amorosamente cierro mi pasado y mi futuro y me enfoco en este día. Este es solamente una reflexión que comparto con ustedes de mi bendita jornada.

¡Hasta siempre!

Bienvenidos a mi Rincón de reflexiones. En este espacio reiremos de felicidad y quizá algunas veces derramemos lágrimas de tristeza, pero siempre nuestro objetivo será el descubrir y aprender algo nuevo acerca de nosotros y de la vida, pues somos visitantes en este hermoso planeta y nuestro objetivo es gozar nuestra existencia así como aprender al máximo de las lecciones que se nos presenten.

¿Has pensado que harías si un día te levantas y haces tu rutina normal de todas las mañanas, pero de pronto te das cuenta que algo no está normal y tienes que ir a ver al doctor; tras los exámenes pertinentes te descubren un tumor maligno y te dan la noticia en frío de que ya estás en la lista para dejar este planeta en un tiempo determinado?

Hace algunos meses yo viví esta experiencia. Esta jornada se ha convertido en el reto más grande de mi vida. Estando todavía en la oficina del doctor escuchando sus palabras comencé a sentir que entraba a otra dimensión y seguía oyendo lo que decía pero solamente como un murmuro. Me sentí sola, desamparada, confundida y en shock. Mis oídos no escuchaban más que como en un disco rayado las palabras que me acababa de decir el médico, "lo siento mucho es algo muy agresivo". Mi vista estaba nublada y salí de la oficina sintiéndome como zombie y sin rumbo alguno, mi mente no coordinaba. Perdí la noción del tiempo. Finalmente encontré mi carro, abrí la puerta y me desplomé enfrente del volante. ¿Qué hago, qué voy a hacer, qué les digo a mis hijos, qué está pasando, es éste el final?

El miedo y pánico se empezaron a apoderar de mí. Yo, que siempre creí y practiqué el arte de crear mi felicidad y lo compartí con cuantas personas lo necesitaban y cruzaban por mi camino. ¿Cómo era posible que esta experiencia me estuviera zarandeando mi fe y manera de ver la vida?

La primera reflexión sobre este miedo me llevó a hacer una pausa, a ubicarme en el presente y cerrar mi atención tanto al pasado como al futuro, pues este último me petrificaba. Le temía a lo desconocido, a la muerte, a la vida, a la pérdida de mis seres queridos, a la desaparición de esa persona invencible que siempre me sentí, en fin a todo lo que representaba ese diagnóstico que otro ser humano me había dado.

Comencé a reflexionar y a meditar sobre lo que es el miedo para saber cómo enfrentarlo y transformarlo. Y mi primer descubrimiento fue reconocer que el miedo es un sentimiento humano que necesitamos entenderlo, abrazarlo y dejarlo ir.

Empecé a investigar acerca de este tema y descubrí que Eckert Tolle, el autor del libro "The Power of Now" –el Poder del Ahora- me ayudo poco a poco a encontrar luz dentro de la obscuridad tenebrosa del miedo. He seguido reflexionando y practicando el vivir siempre en el presente, sobre todo al darme cuenta del amor que siento por mis seres queridos y el apoyo incondicional que he tenido de todos ellos, y hasta de personas que nunca me imaginé. Todos ellos me ayudaron a transformar este sentimiento pues hoy me doy cuenta que no estoy sola y que todos estamos conectados con el Ser Supremo Hacedor de Todo.

Este fue el inicio de una jornada increíble de sanación y transformación. Las reflexiones que empecé a experimentar han sido mi guía hacia conocerme a mí misma y descubrir a mi yo verdadero, no el que yo creía que era. Ahora me doy cuenta de que a pesar de que creía conocerme, en realidad no tenía ni la menor idea de quién en realidad soy en mi interior. Nos podemos pasar toda una vida con la ilusión de que somos nuestro físico, apellido, nuestra profesión, nuestro trabajo, nuestro nombre, nuestras posesiones, nuestra personalidad, etc. Y en realidad todos estos son disfraces o vestimentas de quienes somos en verdad.

Hoy duermo tranquila, amo, me dejo amar y sé que no hay nada que temer y que este momento es mi regalo y mi única realidad. Amorosamente cierro mi pasado y mi futuro y me enfoco en este día. Este es solamente una reflexión que comparto con ustedes de mi bendita jornada.

¡Hasta siempre!