La misma jueza que aprobó la libertad bajo fianza en 2021 para Rosa Jiménez, el pasado lunes 7 de agosto anunció la anulación del cargo de homicidio que enfrentaba la mexicana por el que fue condenada injustamente hace 20 años, tras la muerte accidental de un bebé al que cuidaba en Austin.
El cargo de homicidio fue desestimado por la jueza Karen Sage a petición de José Garza, Fiscal de Distrito del Condado de Travis, con base en testimonios de expertos líderes en vías respiratorias pediátricas que afirmaron que la muerte del bebé fue un trágico accidente y no un asesinato. José Garza, abogado de la parte acusadora informó que no buscarían un nuevo juicio, por lo que la liberación y exoneración de Jiménez finalmente se concretó.
En mayo de este año, la Corte de Apelaciones Criminales de Texas determinó que Jiménez tenía derecho a quedar libre debido al "falso testimonio" utilizado en el juicio que originalmente se le hizo en el 2005.
“Está claro que se utilizó testimonio médico falso para obtener su condena, y sin ese testimonio bajo la ley, la señora Jiménez no habría sido condenada”, dijo Garza en una declaración grabada. "Desestimar el caso Jiménez es lo correcto.
“En este caso, nuestro sistema de justicia penal falló. También falló a Rosa Jiménez”, agregó Garza, quien se disculpó tanto con la familia de la víctima como con Jiménez.
Jiménez, quien siempre ha mantenido su inocencia, fue condenada por homicidio, a 99 años en prisión, después que el niño de 21 meses de edad que cuidaba en el año 2003 se atragantó con toallitas de papel y sufrió una grave lesión cerebral debido a la privación de oxígeno. El bebé falleció tres meses después.
"Me siento agradecida", dijo Jiménez. "Agradecida por todos los que me apoyaron, todos los que me creyeron. Es una nueva vida. Mi nieto acaba de nacer hace apenas cinco minutos. Un nuevo nieto, una nueva vida", declaró la mexicana, que desde 2021 quedó en libertad condicional.
Jiménez salió de prisión en el 2021 después que la jueza Sage de la Corte del Distrito Criminal 299 en Austin, recomendó que se concediera la petición de Hábeas Corpus, afirmando que, "No se cometió ningún crimen aquí … La señora Jiménez es inocente".
La decisión ocurrió tras una revisión exhaustiva de las pruebas a través de la división de juicios, unidad de víctimas especiales, y unidad de integridad de condenas de la Corte de Distrito mencionada antes.
La evidencia incluyó informes y testimonios de numerosos expertos en vías aéreas pediátricas que concluyeron unánimemente que el incidente de asfixia fue el resultado de un trágico accidente. En el juicio original de la señora Jiménez, el Estado de Texas presentó un testimonio defectuoso que afirmaba que habría sido físicamente imposible que el niño se hubiera atragantado accidentalmente. En mayo de 2023, el Tribunal de Apelaciones Penales de Texas anuló la condena del 2005, dictaminando que el Estado había utilizado testimonios falsos y engañosos para obtener su condena.
A través de los años, cuatro jueces de Texas que han revisado su caso en los tribunales federales y estatales han concluido todos que la señora Jiménez es probablemente inocente y que la muerte del niño fue un accidente.
"Rosa era la madre de una niña de un año y estaba embarazada de siete meses cuando comenzó este calvario. Se vio obligada a dar a luz a su hijo en la cárcel, encadenada, mientras esperaba el juicio. Durante los últimos 20 años, ha luchado por este día, por su libertad, y por reunirse con sus hijos", dijo Vanessa Potkin, directora de litigios especiales y abogada de Jiménez.
Una década después de su encarcelamiento a los 33 años, Jiménez fue diagnosticada con insuficiencia renal, la cual avanzó hasta su fase terminal durante su encarcelamiento. Meses después de su liberación en 2021, comenzó a recibir diálisis y ahora necesita un trasplante de riñón que le salve la vida.
"Justo cuando Rosa finalmente puede cerrar el capítulo de su lucha de 20 años para demostrar su inocencia, tiene que emprender una nueva batalla: la lucha por su vida", dijo Potkin. La señora Jiménez está siendo evaluada por el hospital Weill Cornell para un trasplante de riñón y espera encontrar un donante vivo.
Potkin agregó que, la "condena errónea (de Jiménez) no estaba basada en la ciencia médica, sino en suposiciones médicas defectuosas que convirtieron una tragedia en un crimen, con su propio abogado haciendo prácticamente nada para defenderla. Desearía poder decir que lo que le sucedió a Rosa fue un caso aislado, pero tenemos un problema real y generalizado en nuestro país cuando se trata de cómo el sistema legal penal trata a aquellos que cuidan de niños que se lastiman o mueren. Hay cientos, sino miles, de cuidadores y padres inocentes en la prisión hoy en día basados en testimonios médicos defectuosos y no científicos que clasifican los accidentes o enfermedades como abuso".
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El cargo de homicidio fue desestimado por la jueza Karen Sage a petición de José Garza, Fiscal de Distrito del Condado de Travis, con base en testimonios de expertos líderes en vías respiratorias pediátricas que afirmaron que la muerte del bebé fue un trágico accidente y no un asesinato. José Garza, abogado de la parte acusadora informó que no buscarían un nuevo juicio, por lo que la liberación y exoneración de Jiménez finalmente se concretó.
En mayo de este año, la Corte de Apelaciones Criminales de Texas determinó que Jiménez tenía derecho a quedar libre debido al "falso testimonio" utilizado en el juicio que originalmente se le hizo en el 2005.
“Está claro que se utilizó testimonio médico falso para obtener su condena, y sin ese testimonio bajo la ley, la señora Jiménez no habría sido condenada”, dijo Garza en una declaración grabada. "Desestimar el caso Jiménez es lo correcto.
“En este caso, nuestro sistema de justicia penal falló. También falló a Rosa Jiménez”, agregó Garza, quien se disculpó tanto con la familia de la víctima como con Jiménez.
Jiménez, quien siempre ha mantenido su inocencia, fue condenada por homicidio, a 99 años en prisión, después que el niño de 21 meses de edad que cuidaba en el año 2003 se atragantó con toallitas de papel y sufrió una grave lesión cerebral debido a la privación de oxígeno. El bebé falleció tres meses después.
"Me siento agradecida", dijo Jiménez. "Agradecida por todos los que me apoyaron, todos los que me creyeron. Es una nueva vida. Mi nieto acaba de nacer hace apenas cinco minutos. Un nuevo nieto, una nueva vida", declaró la mexicana, que desde 2021 quedó en libertad condicional.
Jiménez salió de prisión en el 2021 después que la jueza Sage de la Corte del Distrito Criminal 299 en Austin, recomendó que se concediera la petición de Hábeas Corpus, afirmando que, "No se cometió ningún crimen aquí … La señora Jiménez es inocente".
La decisión ocurrió tras una revisión exhaustiva de las pruebas a través de la división de juicios, unidad de víctimas especiales, y unidad de integridad de condenas de la Corte de Distrito mencionada antes.
La evidencia incluyó informes y testimonios de numerosos expertos en vías aéreas pediátricas que concluyeron unánimemente que el incidente de asfixia fue el resultado de un trágico accidente. En el juicio original de la señora Jiménez, el Estado de Texas presentó un testimonio defectuoso que afirmaba que habría sido físicamente imposible que el niño se hubiera atragantado accidentalmente. En mayo de 2023, el Tribunal de Apelaciones Penales de Texas anuló la condena del 2005, dictaminando que el Estado había utilizado testimonios falsos y engañosos para obtener su condena.
A través de los años, cuatro jueces de Texas que han revisado su caso en los tribunales federales y estatales han concluido todos que la señora Jiménez es probablemente inocente y que la muerte del niño fue un accidente.
"Rosa era la madre de una niña de un año y estaba embarazada de siete meses cuando comenzó este calvario. Se vio obligada a dar a luz a su hijo en la cárcel, encadenada, mientras esperaba el juicio. Durante los últimos 20 años, ha luchado por este día, por su libertad, y por reunirse con sus hijos", dijo Vanessa Potkin, directora de litigios especiales y abogada de Jiménez.
Una década después de su encarcelamiento a los 33 años, Jiménez fue diagnosticada con insuficiencia renal, la cual avanzó hasta su fase terminal durante su encarcelamiento. Meses después de su liberación en 2021, comenzó a recibir diálisis y ahora necesita un trasplante de riñón que le salve la vida.
"Justo cuando Rosa finalmente puede cerrar el capítulo de su lucha de 20 años para demostrar su inocencia, tiene que emprender una nueva batalla: la lucha por su vida", dijo Potkin. La señora Jiménez está siendo evaluada por el hospital Weill Cornell para un trasplante de riñón y espera encontrar un donante vivo.
Potkin agregó que, la "condena errónea (de Jiménez) no estaba basada en la ciencia médica, sino en suposiciones médicas defectuosas que convirtieron una tragedia en un crimen, con su propio abogado haciendo prácticamente nada para defenderla. Desearía poder decir que lo que le sucedió a Rosa fue un caso aislado, pero tenemos un problema real y generalizado en nuestro país cuando se trata de cómo el sistema legal penal trata a aquellos que cuidan de niños que se lastiman o mueren. Hay cientos, sino miles, de cuidadores y padres inocentes en la prisión hoy en día basados en testimonios médicos defectuosos y no científicos que clasifican los accidentes o enfermedades como abuso".
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