Un regreso con éxito: Steve Nash se coronó campeón de un torneo de tenis organizado por quien fuera su mejor amigo en Dallas durante sus años formativos en la NBA: Dirk Nowitzki, mientras que Luka Doncic, la nueva estrella del equipo brilló por su calidez y magia.
Nash, quien ahora es el entrenador de los Nets de Brooklyn, ganó junto a Spencer Papa la final ante el británico Luke Bambridge y el jovencito Leo Antonio, en un domingo soleado en el centro de tenis de la Southern Methodist University (SMU) que registró boletaje totalmente vendido,
Además de desplegar movilidad en las canchas, el canadiense hizo gala de su buen humor y dijo que Jessica (Nowitzki) ha hecho un gran trabajo con la fundación a nombre de su esposo en beneficio de la ciudad. "Creo que es fantástico", dijo Nash. Dirk y el resto de sus invitados (muchos de ellos amigos) en el podio reaccionaron casi a carcajadas.
El ex número uno del mundo, Andy Roddick, conocido por su intensidad en las canchas de tenis, fue fiel a su estilo y al perseguir una pelota cerca de la red se lastimó y tuvo que retirarse poco después de su debut durante la primera hora del torneo.
Doncic acompañó nuevamente a Nowitzki en el regreso del torneo anual de tenis que el alemán organiza para recaudar fondos para su fundación caritativa, la cual apoya a la niñez.
José Juan Barea, campeón con los Mavs en el 2011 demostró que su habilidad atlética no ha mermado, ni tampoco su espíritu competitivo. El boricua dijo con calidez que solía jugar tenis con Nowitzki cuando su ex coequipero tenía mucha más movilidad que en la actualidad.
HOLLYWOOD. El máximo toque de celebridad se lo dio la prensencia de Ben Stiller, quien repartió fotos y autógrafos, pero también algunos buenos golpes en las canchas de tenis.
A Michael Finley, del grupo de los tres amigos de los Mavs del 2000 junto a Nowtzki y Nash, se le vio apoyando a sus excompañeros.
Otro jugador activo de los Mavericks que acudió fue Dwight Howard, entre bastantes allegados al equipo que estuvieron presentes en las canchas universitarias.
Nowitzki agradeció a los asistentes, quienes agotaron las entradas para el evento, y para redondear el espíritu basquetbolero de la mayoría en el lugar, se despidió con un simple: ¡Go Mavs!
Nash, quien ahora es el entrenador de los Nets de Brooklyn, ganó junto a Spencer Papa la final ante el británico Luke Bambridge y el jovencito Leo Antonio, en un domingo soleado en el centro de tenis de la Southern Methodist University (SMU) que registró boletaje totalmente vendido,
Además de desplegar movilidad en las canchas, el canadiense hizo gala de su buen humor y dijo que Jessica (Nowitzki) ha hecho un gran trabajo con la fundación a nombre de su esposo en beneficio de la ciudad. "Creo que es fantástico", dijo Nash. Dirk y el resto de sus invitados (muchos de ellos amigos) en el podio reaccionaron casi a carcajadas.
El ex número uno del mundo, Andy Roddick, conocido por su intensidad en las canchas de tenis, fue fiel a su estilo y al perseguir una pelota cerca de la red se lastimó y tuvo que retirarse poco después de su debut durante la primera hora del torneo.
Doncic acompañó nuevamente a Nowitzki en el regreso del torneo anual de tenis que el alemán organiza para recaudar fondos para su fundación caritativa, la cual apoya a la niñez.
José Juan Barea, campeón con los Mavs en el 2011 demostró que su habilidad atlética no ha mermado, ni tampoco su espíritu competitivo. El boricua dijo con calidez que solía jugar tenis con Nowitzki cuando su ex coequipero tenía mucha más movilidad que en la actualidad.
HOLLYWOOD. El máximo toque de celebridad se lo dio la prensencia de Ben Stiller, quien repartió fotos y autógrafos, pero también algunos buenos golpes en las canchas de tenis.
A Michael Finley, del grupo de los tres amigos de los Mavs del 2000 junto a Nowtzki y Nash, se le vio apoyando a sus excompañeros.
Otro jugador activo de los Mavericks que acudió fue Dwight Howard, entre bastantes allegados al equipo que estuvieron presentes en las canchas universitarias.
Nowitzki agradeció a los asistentes, quienes agotaron las entradas para el evento, y para redondear el espíritu basquetbolero de la mayoría en el lugar, se despidió con un simple: ¡Go Mavs!